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La madre del Blues (2020): Viola Davis y Chadwick Boseman brillan en la película de Netflix

Recientemente ha llegado a nuestra ¿pequeña? pantalla La madre del Blues (Ma Rainey’s Black Bottom) una película original de Netflix en la que cabe destacar además de los aspectos biográficos de Ma Rainey, la “Reina del Blues”, su reparto principal compuesto por Viola Davis y Chadwick Boseman, quien recientemente nos dejaba en un año para olvidar. ¿El veredicto? Habiéndome gustado la cinta no puedo negar que ha acabado dejándome cierto sabor agridulce. Vamos allá.

Blues

¿Quién fue Ma Rainey?

Ma Rainey (Columbus (Georgia), 1882​ o 1886 – 22 de diciembre de 1939​), fue una cantante de blues clásico y una de las primeras en hacerlo con acompañamiento de piano o de orquesta de jazz, como veremos en la película. Rainey era conocida por sus poderosas habilidades vocales, su enérgica disposición y un estilo de cantar similar a un lamento. Rainey fue una de las primeras cantantes de blues en grabar música; también abrió nuevos caminos para las generaciones de cantantes de blues que vendrían más tarde fusionando el vodevil con el blues del sur. Grabó con Louis Armstrong, e hizo giras y grabó con la Georgia Jazz Band.

Sin duda alguna sus experiencias vitales y sus habilidades vocales daban para un biopic en toda regla. Pero lo que Netflix ha hecho es una adaptación de la obra de teatro de August Wilson nominada al premio Tony en 1982 llamada Ma Rainey’s Black Bottom.

Blues

La película.

La película como decía en el párrafo anterior adapta una obra de teatro de August Wilson, pronto nos damos cuenta de ello, cuando la banda espera en el estudio de grabación la llegada de la cantante. Que sea así no es óbice ni lo más mínimo para disfrutarla, máxime con el portento de actores que tenemos sobre la mesa, liderados por una extraordinaria Viola Davis que me costó reconocerla, de lo metida que está en el personaje.

Boseman es otra gran sorpresa en la figura del trompetista Levee, un músico que no está dispuesto a ser siempre la mera comparsa y aprovecha que está en el estudio de grabación para dejar sus canciones.

La película, que ocurre en un único escenario y a lo largo de una tarde calurosa de verano, nos regala fantásticos diálogos y reflexiones.  Es una lástima que la pareja de actores apenas coincidan en pantalla porque cuando lo hacen la película gana enteros. La parte de Ma Rainey destaca sobre todo por la poderosa interpretación de Viola Davis. En un año tan atípico, debe de copar los premios habidos y por haber.

En lo que respecta al personaje de Boseman destaca por ese racismo imperante y que le ha marcado de por vida. Es muy sutil la evolución del personaje, vamos descubriendo que tiene el alma rota a través de las historias que cuenta al resto de la banda, una vida marcada por la supremacía del hombre blanco, culminada en la violación de su madre y el asesinato de su padre que el mismo presenció de niño.

El estar en el estudio de grabación de unos ejecutivos blancos y esperar que le den aprobación para grabar su maqueta lo mata por dentro. Para más inri su difícil relación con Ma provoca su despido de la banda.

Varios son los problemas no obstante que hacen que el visionado de la cinta no sea de sobresaliente. Por un lado que no es lo musical que uno podría llegar a esperar, y lo más doloroso es la fría puesta en escena del director George C. Wolfe. En este aspecto la película adolece de un realizador más arriesgado, Wolfe nos da teatro filmado, no arriesga y lo confía todo a las interpretaciones. Ambos factores hacen que tuviese esa sensación agridulce que comentaba al principio del artículo tras concluir la cinta.

Blues

Sobre el final.

No voy a hablar del final de Levee que pensáis sino del final de la canción que le da al productor Sturdyvant. Es genial ver al final de la película a un cantante y a un grupo de músicos de jazz blancos en un estudio de grabación cantando la canción que Levee había escrito. Nada más lejos de la realidad. A Big Mama Thornton le ocurrió con Hound dog, una canción que ha pasado a la posteridad por ser una de las más reconocidas del Rey del Rock and Roll. El racismo metido de una manera muy sutil.

Consideraciones finales.

He de reconocer que me hice una idea preconcebida de la cinta antes de verla, tan solo viendo unas primeras imágenes. Desconociendo que era una adaptación de una obra de teatro me ilusioné pensando que veríamos una película musical con una mujer de carácter fuerte que tuvo que mantenerse fiel a su identidad como artista negra en los años 20. Sin embargo me he encontrado con una película menos musical de lo que uno pensaba siendo sin duda para el filme todo un desafío por otra parte.

Respecto a los actores he de reconocer que Chadwick Boseman me gana cada vez más, ya este 2020 me sorprendió en el thriller de acción Manhattan sin salida. Viola Davis la lía, lástima que no podamos haberla visto interpretando más canciones. Como decía este papel debería reportarle premios.

La dirección es lo que menos me ha gustado de la película, en algún momento me ha llegado a hastiarme lo simple que era el realizador, dejando la cámara quieta demasiado tiempo. Mi compañero Pablo lo explica mejor en su crítica de Fences.

La historia ambientada en una calurosa tarde de verano de 1927 nos hace ver lo poco que hemos avanzado en 100 años en plena época del #BlackLivesMatter.

En definitiva una buena película, más dramática que musical, con el racismo como telón de fondo y que destaca por la historia que nos cuenta y la actuación de sus actores.

Un saludo y sed felices.

 

 

Carlos María Porras Castaños
Carlos María Porras Castañoshttps://despojosdelahistoria.wordpress.com/
Community manager, Historiador y documentalista, apasionado del cine, las series, la lectura y el fútbol... en definitiva de las cosas que nos hacen felices.
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