Ha pasado algún tiempo, pero hoy por fin seguimos con el análisis de la narrativa del primer capítulo de Atelier of Witch Hat, la obra de Kamome Shirahama. Si no habéis leído la primera parte podéis hacerlo aquí. Hasta el momento se nos ha dado una pequeña pincelada del mundo narrativo, una hipótesis de como podría funcionar un elemento tan importante como es la magia y la presentación de nuestra querida Coco. ¿De dónde viene la fascinación de la protagonista por todo aquello que sea mágico? Esto es lo que se nos está a punto de responder tras la pregunta de Qifrey, justo donde lo dejamos en la entrada anterior.
El milagro que pone color al mundo
Todo empezó cuando Coco se cruzó por el camino de un misterioso vendedor enmascarado (misterio y máscaras, un clásico). Este intentó venderle un libro (el mismo que vemos al principio y que pasa desapercibido), “un cuento sobre magia”. Entonces, cuando la niña le preguntó qué era la magia fue cuando empezó a ser consciente de su existencia. La magia no es lo que hace que funcione el mundo, sino lo que le da color y, con esas palabras, aflora la pasión de Coco por todo aquello con lo que esté relacionado ella. Pero su ilusión de convertirse en maga se ve rápidamente destruida cuando su madre le dice que solo los que han nacido con el poder de la magia pueden usarla. Esta es la explicación de como funciona la magia para los humanos y de porque Coco vive observando y adorando sus colores.
Mago de profesión
Quién nos iba a decir que quién la liaría con el carruaje alado no sería la torpe de Coco. ¡Menuda sorpresa! Por suerte, Qifrey se presenta como un mago de profesión, Coco se pone como una fan-girl histérica y convence a su madre para que Qifrey use su casa para realizar el hechizo que arreglará el carruaje, pues resulta que no puede hacerlo en el exterior ¿por qué será?
El mago le pide a Coco que vigile que nadie entre, parece que para hacer magia se necesita intimidad ¿o es que al fin y al cabo hay algún que otro secreto que esconden quienes poseen este don? Obviamente Coco es buena chica y no va a ser ella quien entre a mirar como Qifrey hace su trabajo, pero su obsesión (o pasión) es más grande que su fuerza de voluntad y como cabía esperar echa un vistazo.
El secreto revelado
Qifrey arregla el carro y las clientas vuelven pueden volver a su casa sin ningún otro impedimento. Todo va bien si acaba bien. Esto sería así si no fuera porque Coco ha descubierto el secreto de como se hace la magia y si la niña ya la liaba fantaseando con la magia (como en la escena de las sábanas), al intentar hacerla de verdad difícilmente salga mejor. Aquí se empieza a mascar la tragedia: encerrada en su habitación, intentando hacer hechizos que desconoce por completo su efecto (aunque tampoco es tonta y entiende algunas cosas), mientras Qifrey ya lejos de su casa parece darse cuenta de un detalle. Algo malo está a punto de suceder y la niña va a ser la culpable. Así es como hemos llegado al clímax de este primer capítulo.
Resolución
Obviamente, Qifrey llega a tiempo para salvar a Coco, pero a medida que se alejan de la casa ven a su madre convertirse en piedra. Encima, ha descubierto el secreto de la magia y su memoria debe ser borrada. Pero el empeño de la niña por ayudar a su madre obliga a Qifrey a hacer un pacto con ella: permitir que sea uno de los suyos, uno de los que guarda el secreto, Coco va a ser maga. Shirahama sabe lo que hace y no solo con su dibujo. Con las preguntas que se nos planteaban al principio de la historia resueltas, nos ha preparado para cruzar la puerta del mundo que ella misma ha creado y que, poco a poco a través de los ojos de la protagonista, iremos conociendo mientras la vemos crecer. En este capítulo, nos ha enseñado que sabe como sorprender al lector, que sabe plantear y resolver enigmas mientras va plantando las semillas de algo que tiene pinta de que va a ser enorme.
Leídos los 3 primeros; me han gustado mucho; el dibujo solo ya es AMOR. Lo único malo, por ponerle un pero, es que, al tener entre manos un mundo tan grande, la historia se puede hacer interminable en cuanto se salga del protagonismo de Coco, como cuando se pone a explicar cómo funciona la magia (frikadas que a mí me encantan, ojo).