Entre los animes cuya continuación se ha confirmado para 2020, sobresale uno que ya destacó en el estreno de su primera parte, tomando por sorpresa a una audiencia que esperaba un tipo de producto más convencional pero que quedó impactada al descubrir lo que se escondía bajo su adorable apariencia. Estamos hablando, cómo no, de Made in Abyss, una pequeña joya de 13 episodios en la que la trama inicial de fantasía acaba tornándose a ratos en una historia de terror. Basada en el manga homónimo de Akihito Tsukushi, y producido por Kinema Citrus en 2017, este sólido producto merece un repaso antes de que volvamos a zambullirnos en las profundidades del Abismo.
Os dejamos con el artículo en formato vídeo. Si te gusta no olvides suscribirte al canal.
Arriba y abajo
La acción se sitúa en un mundo con una fuerte influencia steampunk en el que existe una profesión tan peligrosa como bien valorada en la sociedad: la de explorador de cuevas. Estos aventureros viven de los tesoros que encuentran en las distintas capas del Abismo, un gigantesco agujero que lleva a lo más profundo de la Tierra y del que nadie ha visto el fondo. Entre estos valientes, destacan los exploradores de élite: los Silbatos Blancos, capacitados para enfrentarse a los terribles monstruos que moran en este enorme pozo.
Nuestra protagonista es Riko, una pequeña aprendiz de exploradora cuya madre fue una de estas grandes aventureras, pero que desapareció hace mucho en el Abismo. Se pasa la vida metiéndose en líos y escapando de la tediosa rutina del orfanato donde vive pero, al comienzo de esta obra, dos hechos cambiarán su destino para siempre: explorando la primera capa de ese agujero, encontrará a un robot con forma de niño, Reg, que no sabe de dónde viene y cuya memoria ha sido borrada. Además, recibirá una carta de su madre en la que le lega su silbato blanco. Armada de valor, decidirá adentrarse en el Inframundo para encontrarla y para desentrañar el misterio que encarna su enigmático compañero. Los peligros a los que tendrá que enfrentarse son tan abundantes como aterradores.
Una búsqueda cada vez más dura
El anime sigue la estructura de quest o búsqueda, tan popular en el shonen, con exponentes de éxito como One Piece o las primeras sagas de Dragon Ball. Se trata de una aventura en la que los protagonistas deben ir superando obstáculos hasta alcanzar su objetivo, y que permite empatizar con unos personajes cuyas motivaciones suelen ser bastante dispares. Las convenciones de este subgénero favorecen el desarrollo de un viaje interno en los aventureros, además del trayecto físico que deben recorrer. No es el único elemento del shonen, o manga para jóvenes, que toma este anime: aunque el humor va disminuyendo conforme pasan los capítulos, impregna gran parte de la obra y permite humanizar a Riko, a Reg y a unos secundarios que sufrirán por ellos tanto como nosotros. Eso y la estética chibi, que infantiliza aún más a estos niños, hace que se nos antojen entrañables.
El trabajo a la hora de establecer a las relaciones entre personajes es más que acertado: esta aventura no es una excusa para desplegar frenéticas escenas de acción o diseños resultones de monstruos, sino que tiene repercusiones sobre unos protagonistas cuyas vidas se verán trastocadas por lo que sucede en la zona más profunda del planeta. Los datos sobre este fascinante universo se ofrecen al espectador con cuentagotas, sin forzarlos a través de su garganta: la construcción de este mundo, de sus costumbres y de la fauna y flora que conviven en él se lleva a cabo de forma magistral, aunque no apta para los impacientes. Sin embargo, una vez que estamos dentro, ya no podemos escapar…
Descendiendo por el Abismo
No es casual que al Abismo se le denomine también el Inframundo: pronto, Riko y Reg comprobarán que las criaturas que lo ocupan son más feroces conforme más descienden. Cada una de sus capas, reminiscentes de los Círculos del Infierno, supone un nuevo desafío. En este sentido, cabe quitarse el sombrero ante el mangaka original y los responsables de este anime por haber sabido adaptar fielmente, sin que parezca forzado, el mecanismo de un videojuego. Made in Abyss es, en esencia, un enorme RPG en el que los héroes tienen que ir encontrando herramientas para hacer frente a monstruos estéticamente únicos, y la dificultad de su descenso se irá incrementando cada vez más. El propio Abismo, más que las criaturas que lo habitan, es el enemigo.
Esta dificultad progresiva no solo repercute en los retos a los que se enfrentan la exploradora y el androide, sino en el tono de la trama, que va evolucionando hasta convertirse en un descarnado seinen, es decir, en un anime más enfocado a los adultos. Para que nos entendamos, lo que consigue esta serie es que el espectador se sorprenda y horrorice como si, de pronto, el pequeño Goku hubiera aparecido partido por la mitad tras caer en una trampa de Pilaf. Todo el esfuerzo que el autor puso en hacernos comprender su mundo, en un comienzo que a algunos les parece demasiado lento, acaba por dar sus frutos en la segunda mitad. Cada pequeño logro supone para estos personajes con los que nos hemos encariñado una agonía previa que a muchos les resultará intolerable y vomitiva cuando el sujeto en cuestión es un niño. Así, Made in Abyss consigue contraponer lo adorable y lo macabro con muy buenos resultados, dejándonos con la sangre helada en más de una ocasión. Ni la inocencia de estos infantes protagonistas ni la nuestra conseguirán salvarnos de los duros retos que se les presentan.
Sin embargo, este anime no llega a mostrar un fatalismo tan deprimente como el de algunos arcos de Berserk: por el contrario, sigue quedando hueco en el Abismo para la bondad humana. Existen personajes despreciables de los que se nos ofrece un atisbo, pero también aparecen aliados muy útiles y generosos, que ayudan a aliviar el enorme peso que pende sobre nuestros protagonistas. Por ello, podemos afirmar que, a pesar de unas escenas muy duras de violencia que la hacen inadecuada para los más pequeños, su corazón sigue siendo el de un shonen de aventuras o el de un JRPG con una historia particularmente buena.
Conclusión
Made in Abyss es una aventura construida no solo con una gran dosis de imaginación, sino con la inteligencia necesaria para dar forma y presentar las magníficas ideas concebidas por su autor. Tras presentar un mundo y unos personajes de los que queremos saber más, solo queda esperar una continuación que promete amenazas más peligrosas todavía. Y, a pesar de ello, confiamos que Reg y Riko consigan superarlas para que consigan encontrar su objetivo en el fondo del Abismo.
Este anime me fascino desde el momento en que se estreno. De hecho me pego tan fuerte que ahora tengo una figura de Nanachi y logre de alguna forma que Panini México publicara el manga en estos lares. Supongo que es una de esas obsesiones que uno tiene cada cierto tiempo XD
Me alegro, en muchas ocasiones es increíblemente difícil que una editorial se atreva a publicar algo del mercado japonés. Solo hay que ver el caso de Sevillana…