¡Ay, las mascarillas! Ese objeto imprescindible, agobiante, que tira de las orejas, que se te cae de la nariz. Parece que ha pasado una eternidad, pero hace un año no nos hubiéramos imaginado vivir con boca y nariz tapadas. Por eso, y para aportar un poco de humor de ese que nos hace feliz, vamos a recomendaros otros usos que podéis darle a las mascarillas a través de las 17 mejores máscaras de la historia del cine.
Quien sabe, lo mismo os cambia la vida y no os podéis separar de ella como muchos de estos personajes.
Comenzamos.
17. Scream (1996). Asustar con risas.
La máscara de Scream es tan icónica como exagerada. La película fue una revolución en los slasher por ser, precisamente, la primera que se reía de las convenciones del género inauguradas con La matanza de Texas, Halloween o Viernes 13.
Así que si queréis dar algún susto fácil a vuestros convivientes, poneos la máscara y a gozar. Aunque, eso sí, aseguraos de poder atrincheraros en vuestro cuarto. En Lascosasquenoshacenfelices no nos responsabilizamos de las palizas que podáis recibir.
DISPONIBLE EN: Movistar +
16. La máscara (1994). Hacer locuras.
No está el horno para bollos ahora mismo. Pero siempre se puede salir a hacer el payaso al balcón, no hacer la cama, quitar el pen drive sin modo seguro y otras barbaridades que no haríais mostrando vuestro verdadero rostro al mundo.
Por ello, que mejor opción que utilizar un objeto ancestral que os convierte en un experto en la malicia y la travesura. Solo os hace falta tener la gestualidad de Jim Carrey.
DISPONIBLE EN: Netflix.
15. Donnie Darko (2001). Enloquecer a tus convivientes.
Una de las películas más desconcertantes de la historia del cine, la máscara del “adorable” conejito de Donnie Darko te dará la oportunidad de hacer dudar a tus convivientes de si eres realidad o ficción. Ojo, lo mismo te libras de algunas tareas de la casa. Piénsalo.
14. Watchmen (2009). Repartir yoyas.
No será la primera adaptación de cómic de Alan Moore ni la primera máscara de la lista. Roscharch sería el equivalente a un Batman realista y prácticamente loco en su sed de justicia. Con esa máscara cuyas manchas cambian en función del estado mental del personaje, Zack Snyder y el actor Jackie Earle Haley consiguieron exprimir las posibilidades del héroe más íntegro de los Watchmen…lo que no es precisamente una virtud, vista la película.
Recomendable cuando algún conviviente no se esté portando de manera adecuada y te toque ser el poli malo.
DISPONIBLE EN: Amazon Prime Video y Movistar +.
13. El hombre de la máscara de hierro (1998). Ocultar tu belleza.
La máscara de hierro te puede servir para ocultar esas facciones tan impresionantes que gastas…si eres Leonardo Di Caprio con 24 años.
Pese a las malas críticas, lo cierto es que siento debilidad por esta película de capas y espadas con unos mosqueteros veteranos que vuelvan a las andadas para colocar al rey adecuado en el trono.
Una máscara recomendable…para no quitársela nunca, a la manera del personaje. No porque estéis condenados a cadena perpetua, sino porque no sois Di Caprio.
12. Kylo Ren. Para fingir que molas y mostrar tu frustración por no conseguirlo.
Que duro luchar contra las expectativas. Que sí, que su abuelo era muy malo…pero es que molaba mucho. Así que, aunque el viejo se tapó la cara para ocultar cierto rifirrafe con lava, el niño ocultó su juvenil rostro con un casco similar para fingir que era como él…sin serlo.
He aquí una confesión. Para Kylo y todos los que se sientan como Kylo. Sigues siendo, de largo, el mejor personaje de la última trilogía. El palo de los guionistas a los fans acérrimos del mundo creado por George Lucas. Ánimo, Kylo. No pierdas la máscara, que seguro que es FPP2.
DISPONIBLE EN: Disney Plus.
11. El placer (1952). Ocultar tu edad.
No hay mal que por bien no venga. Algunos ya peinan canas y comienzan a acostumbrarse a las patas de gallo…o no. En el segundo caso, mejor hacer como Ambroise, el protagonista de uno de los segmentos de El Placer, joya del genial director francés Max Ophuls (aquí tenéis su impresionante filmografía).
Adaptación de tres relatos de Guy de Maupaussant, el primero de ellos habla de Ambroise, un hombre que acude a un baile de máscaras a bailar de manera exaltada (a ver como hacéis eso sin reggaetón, que esto ocurre en el siglo XIX) hasta caer muerto por extenuación. Un doctor presente en el baile de máscaras descubre que es un anciano. Posteriormente, acude a casa de la viuda para que le cuente la triste historia de Ambroise…
DISPONIBLE EN: Filmin
10. The mandalorian (2019). Para hacerte el interesante.
The mandalorian (al menos, la primera temporada) está algo sobrevalorada. Pero no se le puede negar el homenaje velado a los spaghetti western. De hecho, el mandaloriano hereda casi todo del El hombre sin nombre de Clint Eastwood en la trilogía del dólar de Sergio Leone.
Aún así, es arriesgado darle el papel protagonista a un hombre enmascarado de pocas palabras y acompañarlo de un bebe adorable que habla menos todavía. Más cuando el rostro oculto bajo el acero es el de Pedro Pascal. Si ya atrae el tío trabajando, imaginaros cuando llegue a casa y se quite el traje de faena después de un duro día dedicado a la protección de Baby Yoda.
Una buena opción para una velada de máximo seis personas en las que no te apetezca hablar. Yo que sé, lo mismo has estado tres horas de charla con Zoom.
Análisis de la serie The mandalorian en Lascosasquenoshacenfelices
DISPONIBLE EN: Disney Plus.
9. El reino de los cielos (2005). Ocultar tu dolor.
En una de las películas más incomprendidas de Ridley Scott (su versión extendida es una cumbre del cine épico medieval), el personaje interpretado por Edward Norton se come al resto del reparto interpretando al rey Baldwin, un joven de gran nobleza castigado por la lepra que oculta su dolor y debilidad con una máscara que le dignifica a ojos de sus aliados…y de sus enemigos. Ojo a la escena entre el rey y Saladino.
Si es uno de esos días en los que las horas pasan lentamente y tu interior baila entre la resignación y la desesperación, ponte la máscara de Baldwin, de la dignidad. Hazte fuerte y la fortaleza vendrá a ti.
8. Los ojos sin rostro (1960). Para postoperatorios poco estéticos.
Lo de Almodóvar en La piel que habito (2011) fue un poquito plagio, que Georges Franju ya habló de cirujanos desesperados y jovencitas torturadas que ocultaban su rostro con una máscara tan aséptica como tenebrosa.
Así que ya sabéis, siempre podéis optar por una máscara de este tipo para mantener la tensión sobre qué rostro escondéis. Seguro que, salvo honrosas excepciones, no decepcionaréis. Al fin y al cabo, seguro que vuestras caritas dan menos yuyu.
DISPONIBLE EN: Filmin y Amazon Prime Video.
7. Halloween (1978). Acojonar.
Si lo que quieres es perturbar a tus convivientes (aunque creo que asusta más usar esa palabra para definir a tus familiares, pareja o amigos…) que mejor que utilizar la máscara del bondadoso Michael Myers, el asesino de una de las películas de terror más importantes de la historia del cine.
La máscara es simple, sencilla pero eficiente. Como la película, que lo que John Carpenter consiguió con cuatro duros y en tres semanas es toda una lección de atmósfera en el cine.
DISPONIBLE EN: Filmin y Amazon Prime Video.
6. Gladiator (2000). Vengarte.
Estás sentado en la silla de tu cuarto, mirando la vida pasar a través de la ventana. Te pones ese casco con pinchos en la cabeza y colmillos como de tigre de sable y dices:
«Mi nombre es Máximo Décimo Meridio, comandante de las tropas del norte, general de las legiones Félix, leal servidor del verdadero emperador, Marco Aurelio. Padre de un hijo asesinado, marido de una mujer asesinada, y alcanzaré mi venganza, en esta vida o en la otra».
Te tomas una taza de Colacao, te metes en la cama y ya has tenido un buen día.
DISPONIBLE EN: Netflix, Amazon Prime Video y Movistar +.
5. La matanza de Texas (1974). Ahorrar, que matar está muy caro.
Tobe Hooper inauguró el slasher a golpe de motosierra en un turbio largometraje en el que, uno a uno, adolescentes caían como chinches para gozo y disfrute de otros adolescentes que lo veían desde la sala de cine.
Esa máscara de cuero, que tanto ha influido en el género y en otras tantas películas (El Espantapájaros de Batman Begins, por poner un ejemplo), es una buena opción para ahorrar costes. Piel de uno por aquí, piel de otro por allá y ala, a taparte y a echar la tarde matando gente.
DISPONIBLE EN: Filmin y Amazon Prime Video.
4. V de Vendetta (2005). Posicionarte políticamente.
Al contrario que en los experimentos de El hormiguero, te recomendamos que hagas esto en casa. En la calle no, que te pueden detener por sospecha de vandalismo, pertenencia a Anonymous o similar.
De una forma u otra, la máscara de Guy Fawkes es un ejemplo más de lo carismático que puede ser un personaje sin necesidad de enseñar su rostro. Y si la película es genial, imaginaros el cómic de Alan Moore y David Lloyd.
DISPONIBLE EN: Netflix, Amazon Prime Video y HBO.
3. El silencio de los corderos (1991). Hacer dieta.
Venga, vale. Hannibal Lecter tiene unos gustos culinarios algo particulares. Pero no nos pongamos exquisitos, que todos hemos gozado un kebab a las cinco de la mañana tras una buena noche de las que ahora quedan algo lejanas.
Ahora que tenemos cerca el frigorífico (más cerca que nunca), que mejor que cortarse un poco de asaltos a la nevera con una máscara para prevenir mordiscos indeseados a alimentos, objetos o personas.
DISPONIBLE EN: Filmin y Amazon Prime Video.
2. Tom Hardy. Derrochar carisma.
Si fuera coach, os recomendaría llevar siempre mascarilla… si fuerais Tom Hardy, uno de los actores con más presencia del cine actual. Y sí, digo presencia. Porque está claro que no le hace falta hablar mucho.
Ya sea para reventar la espalda de Batman, aunque luego resulte que seas un villano de opereta, un secuaz de una villana en la sombra que pichipichá en El caballero oscuro: la leyenda renace.
O para ser el único conductor cómodo con la mascarilla dentro del coche en Mad Max: Furia en la carretera.
O ser el mayor héroe de la batalla de Dunkerque.
Recomendable para todos. Cuanto te pique la cara, te tire de la oreja o te agobies por tener la boca y la nariz tapada, dilo:
Soy Tom Hardy.
Y todo solucionado.
El caballero oscuro: La leyenda renace DISPONIBLE EN: Movistar+.
-
Star Wars: Darth Vader. Para MOLAR.
El problema de hacer un ranking de máscaras en el cine es que ya os imagináis cuál iba a ocupar la primera posición.
Lo cierto es que, a toro pasado, Star Wars sería un producto impensable de estrenar hoy en día. Una fantasía situada en el espacio miles de años en el futuro, pero mezclando con estética del pasado y con una fuerte herencia samurái. Por eso, el casco de Vader recuerda al de los líderes samurái. Y es una muestra de que los grandes personajes no necesitan de un rostro para expresar sus conflictos. Ah, y que los mejores villanos son aquellos que presentan aristas…como ser padre del héroe.
Recomendable para dar un toque épico a cada frase que digáis. Y si tenéis la voz de Constantino Romero, ya la hemos liado.
DISPONIBLE EN: Disney Plus.
¿Y a vosotros? ¿Cuáles son vuestras máscaras favoritas de la historia del cine? ¿Echáis de menos alguna en la lista?
Un saludo y sed felices!
Buenas, un pequeño apunte, el ranking es de películas y The Mandalorian es una serie, sería mejor incluir la máscara de Bobba Fett, al fin y al cabo fue la primera máscara que vimos de un mandaloriano y son similares. Si se pueden incluir series añadiría la máscara de Zoom de la segunda temporada de la serie The Flash por lo lograda que está, saludos.
Fue una pequeña trampa. Realmente, creo que el mandaloriano se lo merece más que Bobba Fett por el uso que se hace de la máscara durante la serie. Un saludo!
Hola Fernando:
Muy buen artículo. Dos apuntes solo por agregar algún dato de color: la máscara de Myers en Halloween está inspirada en el rostro de William Shatner, el glorioso capitán Kirk de la tripulación original de Star Trek. Y la de Ghostface en Scream lo está en la pintura de El Grito, de Munch.
Mi favorita por siempre será la de Roscharch en Watchmen aunque, claro, al ser nacida en el cómic y no en el cine, quizás, no podría ir primera. Y la de Darth Vader, por supuesto, es gloriosa.
Un abrazo!
Muchísimas gracias por tu aportación, Rodolfo. Desconocía esos datos. Un saludo!