Bienvenidos, ávidos lectores de One Piece, al análisis del capítulo 906 del manga. Como sabréis, el mini-arco del Reverie comenzó con dos capítulos bastante sorprendentes en cuanto a revelaciones inesperadas: en el 604, Oda presentó a los cuatro Comandantes del Ejército Revolucionario, y en el 605, de una forma un tanto misteriosa, al tercer Almirante, Green Bull ‘Ryukugyuu’. Lo que hemos tenido esta semana es, en conjunto, un batiburrillo de momentos con olor a fanservice y a nostalgia (tanto para bien como para mal), que se salva, sin duda alguna, por la doble página final, uno de los momentos que mayor incertidumbre ha dejado en lo que llevamos de año.
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Mary Geoise, por fin
El capítulo comienza con el bondola (el teleférico con forma de barco) llegando a la Tierra Sagrada. Algunos de los protagonistas de esta escena son los gyojin (con Shirahoshi en cabeza, como siempre) y Stelly (el hermanastro tontaina y repulsivo de Sabo), que no tardan en expresar su sorpresa ante la evidente magnificencia de Mary Geoise, el lugar donde los intocables tenryuubito viven rascándose lo que tengan y convirtiéndose en gente asquerosa, egocéntrica y todos los adjetivos negativos que os podáis imaginar.
La realeza gyojin queda maravillada ante los jardines y bosques de Mary Geoise, pero no tardamos en comprobar que no todo es tan bello allí. Es en el momento de desplazarse utilizando el travelator en que se nos muestra la tiranía del Gobierno Mundial, en especial de los Nobles, que mantienen esclavizados a un grupo de personas haciendo que el travelator se mueva.
Y como detalle, hay un momento en que se revela que nadie lleva armas en Mary Geoise, ni siquiera la propia escolta. Pero qué queréis que os diga, a mi me parece una trola de proporciones bíblicas.
Personajes de arcos antiguos, ¡mira qué bien! O no
Antes de nada, se demuestra la popularidad que tiene Shirahoshi por todo el mundo y se nos muestra a un grupo de reyes o príncipes o tiranos o jefes de repúblicas o yo que sé intentando llamar la atención de la sirena con el propósito de conseguir matrimonio. Shirahoshi los manda a la mierda elegantemente, lo cual está mal visto (parece ser que una de las formalidades entre gobernantes es nunca decir que no, sino tratar de posponer los acuerdos y dejar que se olviden con el tiempo).
Aquí se da el primer encuentro entre personajes de arcos pasados: Vivi, Rebecca (hay en viñetas que ni Oda puede distinguirlas) y Leo. Como era de esperar, el tema de conversación común es Luffy, y Shirahoshi, a saber desde dónde, no puede evitar escuchar su nombre y se une al grupo en una décima de segundo, para, evidentemente, seguir hablando de él. Creo que este momento tendría que haber sido algo más emotivo, pero a mí me resultó un tanto pesado y aburrido: que si estoy en deuda con Luffy-sama, que si yo también-sama, que si bla bla bla-sama… Ah, y luego aparece también otro de los capitanes de la Gran Flota de los Sombrero de Paja, Sai, el de la barba-patilla con pinchos.
Entonces llega la aparición más esperada del time-skip, un personaje amado por todos, que desgraciadamente llevaba sin aparecer desde el capítulo ciento y algo, nuestro queridísimo Wapol, más gordo y feo que antes, si es que era posible. Ahora en serio, ¿Éste que pinta aquí? Sobra completamente. Pero a Oda le pareció gracioso incluir una escena de roce entre Wapol, Dalton y Kureha (sí, ahí está la señora, vivita y coleando) y se le ocurrió la idea de que, después del viaje aéreo, Wapol pudo haber aterrizado en otro reino poco poblado con gente indefensa y un tanto débil (para dejarse someter por este analfabeto bastante débil hay que ser…) y haberse convertido de nuevo en dictador. Pero da igual, sobra, y las tres páginas de diálogos entre él, Dalton y Kureha son absolutamente vacuas e irrelevantes.
Cerebro.exe dejó de funcionar. Cierre OP-906 e inténtelo de nuevo.
Prisión submarina de Impel Down. Nivel 6. Donquixote Doflamingo. La cosa se pone interesante, pero nos damos cuenta de que queda una página. Esto huele a cliffhanger épico. Y tal cual. Olía a pastel desde la habitación, nos desplazamos sigilosamente hasta la cocina y allí estaba Oda, cocinado lo que más sabroso le sale. Nuestro olfato no nos engaña y Oda no nos defrauda. Donquixote parece hablar con Magellan, preguntándole si acaso estaba mandando a alguien para hacerlo callar, pues Doflamingo tiene la intención de revelar “el gran secreto” que se esconde en Mary Geoise, algo que “se pudre muy rápidamente”. Nuestro desconcierto se ve alimentado acto seguido por las viñetas finales, de vuelta en la tierra sagrada, donde un personaje misterioso con capa y corona que lleva en sus manos varias recompensas piratas (entre las que se encuentra la de Luffy) abre una sala oculta para desvelar un sombrero de paja de gran tamaño. Wow. ¿Un sombrero de paja el gran secreto de Mary Geoise? Las teorías ya rulan por internet a una velocidad asombrosa, pero creo que ninguna dará en el clavo. Lo que penséis vosotros dejadlo en los comentarios.
Extra
No quería terminar el análisis sin decir que una de las apariciones que más espero de este arco es la del Gorosei (los personajes que más intrigados me tienen de todo One Piece). Al ser los máximos exponentes del Gobierno Mundial imagino que en un acto de tanta importancia como el Reverie tendrán alguna mínima intervención. Ojalá.
Algo de lo que sí estoy seguro es de que los Revolucionarios, concretamente Sabo, tienen algo preparado para los próximos dos o tres capítulos, puesto que según fuentes oficiales, el Reverie no durará más de diez.
Hasta aquí el análisis de un capítulo no tan grandioso como los últimos 10 aproximadamente (el nivel que estaba manteniendo Oda era magnífico pero insostenible) pero no falto de sorpresas. Nos vemos el próximo viernes en el 907.
En el ínterin, sed felices.
Un análisis muy completo e informativo de este capítulo tan desconcertante. Espero ver más como este
Gracias por comentar Marco, a ver qué nos tiene preparado Oda…
Un saludo!
Las teorías sobre lo que puede ser ese sombrero se multiplican por segundos. No obstante, a mi entender deberia especularse mas con sus propiedades (la posibilidad de que este sea portador de una akuma no mi, ya que somos conocedores de que los objetos pueden consumir frutas, algun tipo de descodificador de lenguas antiguas), o su origen.
Pues es cierto, no se me ocurrió pensar en que el sombrero pudiera haber “comido” alguna fruta. Otra posibilidad es que no sea realmente el sombrero, sino algo que lleve escrito (alguna teoría habla del poneglyph que falta), o que esconda algo, o simplemente el secreto sea el portador del sombrero. Doflamingo dijo que se pudre… así que dudo mucho que sea el sombrero en sí.
Un saludo!