Una de las series más vistas de Netflix (probablemente la que más) volvía el 1 de septiembre con su tercera temporada y con una carga muy pesada a sus espaldas: superar la muerte de Pablo Escobar. Por “primeras impresiones” quiero decir que no he acabado la temporada y que esta entrada es solo para darte motivos a ti, lector, para ver o no esta temporada. He visto hasta este momento los cuatro primeros episodios, pero son más que suficientes para observar la línea que tomará la serie y responder a la gran pregunta: ¿la serie sigue siendo buena sin Pablo Escobar?
Respuesta rápida: Sí. Una de las curiosidades de Narcos es que el spoiler de la serie te lo hace la propia historia real. La segunda temporada se anunciaba ya con la muerte de Pablo Escobar y esta tercera se centrará en el cartel de Cali que, a diferencia de lo que muchos puedan pensar, está más extendido, es más seguro y mayor que el cartel de Medellín capitaneado por Escobar. Y es que el tráfico aumentó tras la muerte de Pablo Escobar; ni el narcotráfico es solo una persona ni Narcos es una sola persona.
La historia gira en torno a un acuerdo entre el gobierno y el cartel de Cali, un acuerdo secreto que todavía no está firmado, pero sí hablado. 6 meses. 6 meses es el tiempo que tienen los narcotraficantes para producir todas las ganancias posibles y después retirarse. Entregar todos los laboratorios, dar nombres, listas, pero manteniendo su dinero. Pasando por cárcel, pero lo mínimo y necesario. Así, el gobierno puede presumir de haber conseguido tirar abajo la mayor organización criminal de la historia sin derramar ni una gota de sangre; y los narcotraficantes pueden continuar sus negocios legales, siendo multimillonarios y sin tener que vivir escondidos. En teoría suena bien, ¿verdad?
Medellín es historia, Cali es el presente y el futuro (durante seis meses) y su modus operandi es muy diferente al de Escobar. Cali mata, pero sin que tú te enteres, crece, sin que tú los encuentres. Gastan millones y millones en sobornos. Te hacen saber que es mejor que seas su amigo, porque no durarás con vida si eres su enemigo. Los capos se mantienen ocultos si es necesario y saben todo lo necesiten saber de ti, si es que tú les interesas.
Muchas cosas cambian y otras se mantienen. La voz en off explicando lo que no sabemos sobre el productivo negocio de la droga se mantiene. Esa fina línea entre realidad y ficción, de realismo mágico tan característico en las obras de Gabriel García Márquez se mantiene. Pero Pablo Escobar no está, ¿así que quién carga con el protagonismo?
En primera instancia, está claro que los diferentes capos del cartel de Cali y por la otra parte seguimos contando con el agente Peña (Pedro Pascal), sin Murphy, está solo; al menos al principio, con el tiempo se dará cuenta de que hay policías honrados y con las cosas claras, aunque no son mayoría.
Los personajes que nos han dejado tienen unos grandes sustitutos entre los que podemos destacar hasta un español: Javier Cámara, el contable del cartel de Cali. Varios agentes americanos, algún que otro policía colombiano corrupto y el que puedo augurar que va a ser uno de los personajes clave: Jorge Salcedo (interpretado por Matías Varela). Salcedo es el jefe de seguridad de Gilberto Rodríguez Orejuela, el líder del cartel. Y desde el principio vemos claramente las motivaciones de Salcedo, dejar este trabajo e irse a vivir tranquilamente con su familia. Pero él es muy bueno en lo que hace y solo quedan 6 meses para que todo se termine. Vemos como poco a poco se va hundiendo más en el quehacer diario de los narcotraficantes, no por elección propio, sino por supervivencia. De momento no olvida a su familia y puede discernir entre sus prioridades. ¿Cómo evolucionará este personaje? ¿Es un Walter White en potencia, o su moral y valores acabarán por matarlo?
6 meses. Pero, si después de la crueldad de Medellín llegó el cartel de Cali, mucho peor; ¿qué nos espera después de Cali? Mientras exista demanda, habrá oferta. Y a las personas que prueban el poder no les suele gustar dejarlo para pasar a una vida más tranquila. Muchas dudas para los siguientes capítulos que responderé en otro post futuro (cuando termine de ver la temporada). Recapitulando para cerrar: ¿Merece la pena ver la tercera temporada de Narcos? Claro que sí, hijueputa malparido.
A mí solo me queda el último capítulo ya por ver y me esta pareciendo que es la mejor temporada de las tres que llevamos, no se si compartireis la misma opinión, pero creo que les ha salido bien dividir el protagonismo a los cuatro padrinos de Cali.
Yo personalmente con 6 episodios vistos hasta el momento me quedo con la primera temporada pero está siendo un espectáculo de serie. Grandes personajes secundarios, casting acertado y una tensión in crescendo. Puede ser fácilmente una de las temporadas del año. Jorge Salcedo para mí es uno de los mejores personajes de la serie.
Supongo que siempre tiene que haber un disidente y que ese disidente, además, por ser el único, no comprende el entusiasmo de los otros. He visto el primer episodio de la temporada 3 de Narcos y me he sentido profundamente decepcionado. A mitad de episodio ya me temblaba el dedo índice sobre el botón de “salir”. La serie ha pasado de ser una de las más potentes y vigorosas que he visto nunca, temporadas 1 y 2, a ser una caricatura de sí misma, tan grotesca que apenas a los quince minutos parecía que estaba viendo una telenovela. Sí, se ha convertido en una telenovela, de las del canal Nova. Los diálogos son insulsos, llenos de frases inocuas, la trama simple como un botijo, los personajes huecos, el ritmo plano… es que no se salva nada. Tendrían que haber lo dejado cuando murió Escobar o haber cambiado de escenario y personajes en busca de alguna otra historia con más gancho dentro de mundo del Narco.