El dúo comiquero, para nada cómico, compuesto por Ed Brubaker y Sean Phillips se han empeñado en hacernos felices. Es así. Los hay que insisten en quitarnos la sonrisa pero, por suerte, tenemos a estos dos fieras dispuestos a estirarnos los maseteros. Tras entregarnos la primera entrega de Reckless, absoluta obra maestra del noir, Panini Comics nos trae la segunda historia del solucionador de problemas Ethan Reckless. Bienvenidos a Reckless: Amigo del diablo. ¿Estará a la altura de la primera entrega? Vamos a comprobarlo.
Reseña de Reckless, la genialidad noir de Ed Brubaker y Sean Phillips.
Tras el desasosegante final de la primera entrega, una intriga enraizada en la propia historia personal de Reckless y en cómo se convirtió en el hombre en el que se ha convertido, viajamos un lustro, hasta 1985. Un Reckless en caída libre tras la muerte de su padre se ve “salvado” por el amor de una joven bibliotecaria. Sin embargo, la deriva de su relación cambia cuando, casualmente, ella ve a su hermana, desaparecida durante años, como extra en una película de muy bajo presupuesto. Reckless investigará guiado por sus sentimientos hacia su nuevo amor…
Nuevamente, Ed Brubaker concibe una historia que funciona a todos los niveles, externo e interno.
A nivel externo, el guionista teje una historia en base a tres elementos socioculturales de los Estados Unidos de los 70 y 80.
El primero, los orígenes de Linh Tran, fascinante y magnético personaje femenino, una joven vietnamita que emigró junto a su madre cirujana a Estados Unidos cuando esta se enamoró de un militar durante la guerra de Vietnam.
En tan solo unas pinceladas, asistimos al sentimiento de desplazamiento de la joven en la sociedad que, supuestamente, la ha acogido. Sin sentimentalismos. Solo mostrando los hechos tal cual, como que a su madre cirujana no se le permitiera ejercer como médico en Estados Unidos.
En segundo lugar, el oscuro camino que acabaron tomando algunos de los miembros de la subcultura hippie. Del “haz el amor y no la guerra” a la filia por los cultos satánicos deudores del mitificado clan de Charles Manson.
Y, por último, ese ambiente pesimista deudor del primer tomo en el que la esperanza que radiaban los primeros setenta se habían desvanecido. Eran los años 80. Reagan en el poder. Y los embaucadores, antaño afines a los movimientos satánicos para embaucar a los ricos y poderosos, ahora buscaban nuevas formas de atraer masas. Los 80 fueron los años del auge del movimiento skinhead.
Así, Reckless se sumerge en una historia aparentemente sencilla pero que acaba retratando una imagen nada amable del Hollywood de la época, relacionado con aquellos cultos satánicos. Su retrato es bastante menos amable que el mostrado en, por poner un ejemplo cercano, Érase una vez en Hollywood.
Explicamos el final de Érase una vez en…Hollywood
El personaje sigue fascinando pese a su aparente simplicidad. Sigue siendo un hombre roto (magnífica su descripción de los nulos sentimientos que pudo expresar tras el fallecimiento de su padre), que se mantiene a flote en su sala de cine que es su casa. Pero eso no le convierte en el típico detective cínico de las obras de Hammett o Chandler. Reckless es consciente de la avería, y busca arreglarlo. Por eso abraza el amor de Linh Tran. Pero Reckless es un adicto a la verdad, aunque eso suponga que todo siga como antes.
¿Qué decir de Sean Phillips? El dibujante hace suya la narración, nos sumerge en ella, nos transmite no solo con la expresión facial de sus personajes, sino con su propio lenguaje corporal.
Mención especial para el color de Jacob Phillips, hijo del dibujante, con una variedad en la paleta de colores que va desde lo pálido acorde al estado anímico del protagonista y que va aumentando en viveza conforme Reckless conoce a Linh Tran.
En definitiva, Reckless: Amigo del diablo es una nueva muestra de la genialidad de Ed Brubaker y Sean Phillips, acompañados por la inteligente paleta de colores de Jacob Phillips. En esta ocasión, el entregado solucionador de problemas se sumerge (y nosotros con él) en una trama que aúna desencanto, sectas satánicas, movimientos skinhead y un retrato nada amable del Hollywood idealizado por, entre otros, Quentin Tarantino.
Aquí tenéis el enlace a Reckless: Amigo del diablo en Panini Cómics.
Ed Brubaker y Sean Phillips, los creadores de los superventas Criminal, Fatale, Killor be Killed y Pulp continúan su primera serie de novelas gráficas, con un electrizante enfoque nuevo sobre el héroe de las novelas pulp. Es contundente, te deja pálido y es puro noir en L.A.
Un saludo y sed felices!
Nos leemos en Las cosas que nos hacen felices.