“¡Hola! Me llamo Guybrush Threepwood, ¡y quiero ser un pirata!”
Y así empieza una de las aventuras más memorables de la historia de los videojuegos. ¿Quién no la recuerda? Con sus extravagantes personajes, sus monos de tres cabezas, ese villano tan insistente y esos duelos de insultos. Un cocktail que no dejó ni dejará a nadie indiferente y que convirtió esta saga de videojuegos en lo mejor de su genero. Una imperdible para todo/a gamer (o incluso neófito, todo el mundo merece disfrutarla) que se precie. Ya podéis haber notado que solo tengo buenas palabras para esta saga, no por menos es de mis favoritas y no podía pasar sin dedicarle un post homenaje, hacer un repaso por sus diferentes entregas y comprobar su impacto en el mundo de los videojuegos a través de los distintos homenajes que le han dedicado a la saga. Coged un pollo de goma y una polea e intentad buscarle alguna utilidad mientras que empezamos.
(Alerta por nostalgia)
Y al principio…
Ron Gilbert es el hombre detrás de algunas de las mejores aventuras gráficas de todos los tiempos, sus trabajos marcaron un antes y un después dentro del genero construyendo los cimientos de su devenir dentro del mundo de los videojuegos. El bueno de Gilbert empezó sus andaduras por esto de los videojuegos programando para la antigua Commodore 64, pero para desgracia del futuro creador de Monkey Island, esos videojuegos nunca verían la luz por falta de presupuesto. Ya entrados en 1985, salió al mercado un videojuego revolucionario dentro de su genero, con un planteamiento más raro de los habitual. Controlábamos a tres adolescentes que intentaban rescatar a una chica secuestrada por un científico loco dentro de una mansión llena de secretos. Eso es, estamos ante Maniac Mansion, titulo que incluía uno de los mejores motores que ha conocido el genero y que sería muy utilizado en juegos posteriores, el motor bautizado como SCUMM (“Script Creation Utility for Maniac Mansion“).
El éxito conseguido gracias a Gilbert hizo que LucasArts lo pusiera a la cabeza de un proyecto más grande, llevar a los videojuegos las aventuras de Indiana Jones. Y así fue, en 1989 se lanzaría uno de los mejores videojuegos sobre el personaje en su historia dentro del mundo de los pixeles. Indiana Jones y la última cruzada nos ponía en la piel del bueno de Jones (obvio) al que teníamos que guiar en su búsqueda del santo grial. Tras otro éxito más en su currículum, Gilbert decidió ponerse manos a la obra y sacar una de las mejores aventuras gráficas de la historia (la mejor, en mi opinión), la que él ha considerado su obra maestra, The Secret of Monkey Island. En esta simpática aventuras de piratas veríamos todos los ingredientes que harían famosa a la saga (y muchos de ellos gracias a Gilbert), una dificultad moderada, la imposibilidad de morir (a diferencia de las aventuras gráficas de SierraSoft, en las que sí se podía morir ya que a Gilbert le resultaba tedioso tener que comenzar todo de nuevo) y situaciones divertidas mezcladas con puzzles que motivan al jugador a seguir hasta el final. La leyenda de Guybrush Threepwood no había hecho más que comenzar.
The Secret of Monkey Island (1990)
En esta paródica historia de piratas encarnamos a un joven llamado Guybrush Threepwood que sueña con llegar a ser un lobo de mar, invadir aguas extrañas sembrando el terror allá por donde vaya. Nada más lejos de la realidad. Su aventura estará llena de duelos a insultos, peleas con fantasmas, caníbales, monos con tres cabezas, extraños romances, vudú y, lo más importante, un pollo con una polea en el centro que no servirá más allá de hacer bulto en nuestro inventario (que se convierte en una de las señas de identidad de la saga y en una broma recurrente dentro de su universo). Toda una genialidad que marcaría un antes y un después en el mundo de las aventuras gráficas. Un juego que quizás pueda pecar de corto (para la época de los cartuchos era lo normal) pero probablemente por eso no le sobre ni un segundo. Una joya que debes de jugar al menos una vez en la vida.
En 2009 se lanzó un remake del juego en alta definición, voces y con música remasterizada
Monkey Island 2: LeChuck’s Revenge (1992)
Tras el éxito de la primera parte, Gilbert, se puso tras los mandos de esta segunda parte que amplía todo lo visto ya en su primera parte y que no bajará ni un ápice la calidad de la saga. En este caso, segundas partes sí son buenas. Seguimos conociendo la historia del legendario pirata Guybrush Threepwood (el tío de la brocha con apellido raro) que tras ganar una fortuna y perderla debe de embarcarse en nuevas aventuras para recuperar el amor de su querida Elaine y volver a derrotar al malvado LeChuk de nuevo (recuperando su fortuna de paso). La saga seguía tan divertida como siempre y aumentaba el lore ya conocido, dándole más profundidad a los personajes que ya habían ocupado un hueco en el corazón de los gamers de todo el mundo.
Lamentablemente fue el último juego de la saga para Gilbert quien se fue de la compañía para dedicarse en un principio a hacer juegos infantiles. La saga quedaría coja desde entonces ya que Gilbert ha repetido en diversas entrevistas que el último juego real de la saga había sido el segundo, los demás no serían canon. En mi opinión, yo no sería tan extremista pero debe de ser duro para un padre ver como otros cuidan de tu hijo por ti. Aún así, los demás juegos de la saga siguen estando a un nivel muy alto, aunque con un declive paulatino que ya se notará de forma acusada cuando caiga en manos de Telltale (compañía que ya analizamos en esta web).
The Curse of Monkey Island (1997)
Jonathan Ackley y Larry Ahern nos traerían varios años después de la marcha de su creador la tercera entrega de la saga, que resucitaría a uno de los personajes más queridos en el mundo de los videojuegos tras varios años de descanso. En esta entrega ya veríamos el motor SCUMM totalmente evolucionado mostrando una nueva interfaz, mejores gráficos y, lo más importante para el fan medio, podíamos escuchar las voces de nuestros personajes favoritos. La historia vuelve a poner al bueno de Guybrush de protagonista absoluto, en esta ocasión deberá de luchar con LeChuck para acabar con una maldición que mantiene a Elaine convertida en una estatua de oro. Un poco por debajo de los anteriores en calidad pero todavía se podía respirar en él la esencia de la saga, con momentos divertidos, más largo y desafiante. La leyenda continúa.
La saga seguía contando con una banda sonora a la altura de la misma
La Fuga de Monkey Island (2000)
La saga ya para la cuarta entrega empezaba a mostrar signos de fatiga, la marcha de Gilbert casi no se había notado en su tercera parte pero, lamentablemente, ya empezaba a notarse en esta cuarta entrega. Guybrush Threepwood ya es un hombre casado pero eso no le va a impedir meterse en problemas, Elaine es declarada muerta y nuestro pirata favorito tendrá que encargarse de devolver a su esposa el cargo de gobernadora y a la vez de destapar un complot que amenaza con acabar con la piratería en todo el mundo conocido. Como podréis adivinar, LeChuck está detrás de todo como siempre. A pesar de sus buenas intenciones y de implementar el divertido, aunque criticado, Monkey Kombat (referencia directa a la famosa saga de lucha), el juego no gozó de buenas criticas. En mi opinión, no es que fuera mal juego, es que le pudo el nombre. Tras su discreta acogida inicial parecía que la saga había llegado a su fin.
Otro aburrido día en la vida del pirata
Tales of Monkey Island (2009)
Tras nueves años de espera los fans estaban de enhorabuena, Monkey Island había vuelto de la mano de Telltale Games. ¿Era lo que se esperaba? Vamos a comprobarlo. La historia vuelve a ser muy parecida, Guybrush debe rescatar a Elaine y a la vez acabar con una maldición vudú que asola el Caribe por culpa del malvado pirata LeChuck. Los cinco episodios que componen la historia están llenos de referencias a entregas anteriores y no les falta nada del humor que la caracteriza. Lo que no gustó demasiado fue su escasa dificultad (a diferencia de las anteriores entregas) y que, en ocasiones, carecía de la chispa que sí tenían las anteriores entregas. No es mal juego pero sí un Monkey Island flojillo. Sus creadores han insistido en no considerarla la quinta entrega, según ellos, si ésta llegara a salir, tendría una duración de 40 horas y no le faltaría nada de la épica cómica que caracteriza a la saga. Crucemos los dedos para que eso vea la luz algún día. Pueden contar con mi dinero.
Otras apariciones
No ha sido pequeña la repercusión que ha tenido la saga en el mundo de los videojuegos, lo hemos podido ver en diversos homenajes que le han hecho las distintas desarrolladoras dentro de sus títulos. En Hollywood Monster aparece el Grog, bebida pirata característica del mundo ideado por Gilbert, en la cuarta entrega de Uncharted vemos a Guybrush dentro de la galería de grandes piratas que encontramos en el juego en uno de sus niveles y en Star Wars: The Force Unleashed II van un paso más allá permitiéndonos manejar el personaje ataviado como un Jedi. Como podéis ver, Monkey Island es toda una institución del mundo de los videojuegos.
¡Y quiero ser un Jedi!
Hasta aquí este repaso por esa isla de los monos que tanta alegrías nos ha dado a los gamers y que, espero, siga haciéndolo en los años venideros con alguna nueva entrega de calidad. De lo contrario, toca revisar la saga de nuevo. Lo bueno nunca cansa. Hasta la próxima, que seáis muy felices.
Muy buenas Jaime, no me puedo resistir a comentar en un artículo sobre las andanzas del bueno de Threepwood…imposible del todo, “artículo-comentario-blog-foro” que veo acerca de la mejor saga de la historia en lo que aventuras gráficas se refiere, tengo que dejar mi humilde opinión.
Opinión fuertemente marcada por el momento exacto en el que descubro (gracias a mi bro) el legendario primer título de la saga en ciernes que marcaría para siempre mi percepción de los videojuegos. Aquel momento fue de los que se te graban a fuego para siempre, hasta ese entonces para mí los juegos eran básicamente arcades, plataformas, matamarcianos y poco más. En todos ellos siempre buscaba, además de diversión, una historia, personajes, guión, desarrollo, ambientación,…, y un final épico para poner la guinda al pastel (y todo ello con los mejores gráficos posibles). Por aquel entonces casi nunca se cumplían esas expectativas tan altas, por lo que andaba siempre a la espera del título que lo consiguiera o al menos se acercara a mi visión del “juego perfecto”.
Recuerdo perfectamente el momento en que mi hermano me dijo: “me han dejado un juego con una pinta brutal, lo instalo en el “ordena” y le echamos un vistazo”. Fue como ver Matrix desde la perspectiva de Neo, simplemente me parecía increíble lo que veían mis jóvenes ojos…desde el inicio con esa isla de noche y los primeros compases de una bso sin igual, la llegada de un personaje con un carisma genial, la aventura, los puzles, objetos, exploración, desarrollo de la trama,…, hasta el apoteósico final. Todo bañado con el motor gráfico perfecto para la ocasión y totalmente revolucionario para mi entonces, tanto en gráficos como en ambientación y animación, el bendito SCUMM.
En mi memoria quedan esas tardes al volver del cole a toda velocidad, tras haberle estado dando vueltas a la posible solución a un enigma o lugar en que nos habíamos quedado atascados, para probarla y ver si avanzábamos en el juego.
No destacaré ningún momento o pasaje del juego por encima de los demás, prefiero dejarlo todo a la misma altura como producto redondo y sin entrar a valorar si se podía mejorar algo o no, para mi sencillamente fue el “juego perfecto” en ese instante, y prefiero dejar ese “recuerdo perfecto” tal cual.
Después llegaron las secuelas, estoy bastante de acuerdo con tu opinión al respecto, la segunda fue tan genial como la primera (sin ser la maravillosa novedad que supuso su antecesor, obviamente), la tercera me gustó bastante y la cuarta…bueno, ahí llegó mi decepción con la saga, eran los mismos personajes, localizaciones y demás, pero ya no era lo mismo, ni mucho menos.
Tal fue mi desamparo con ella que, aún a día de hoy, no he probado los episodios de Telltale Games…no se si me atreveré en un futuro o si prefiero dejar mi memoria de la saga tal y como está.
Respecto a una posible nueva entrega…doy un rotundo si, con Gilbert abordo, ya que estoy seguro que lo afrontaría desde donde lo dejó. De lo contrario mucho tendría que sorprenderme el resultado para decidirme a probarlo.
Buen artículo acerca de esta joya de la programación, un saludo!
¡Buenas, Tyler!
Da gusto leer comentarios tan extensos y detallados como el tuyo, animan a seguir escribiendo sobre las cosas que nos hacen felices. Me alegra saber que hemos coincidido en prácticamente todo, la verdad es que es de las mejores sagas que he podido jugar en mi vida como videojugador, una joya atemporal sin duda. En mi caso, la descubrí gracias a mi tío, siempre le ha gustado esto de los videojuegos y una vez vi el título en movimiento no pude parar hasta que había explorado cada rincón del juego.
La cosa, en el caso de que hubiera futuras secuelas, es que respetaran el legado de la saga y no fueran a lo fácil, hicieran una aventura gráfica como la de antaño, con sus buenos puzzles y con todo el estilo clásico que tanto se echa de menos. Eso de historias interactivas que lo único que requieren al jugador es que sepa pulsar botones a tiempo no calzaría con el espíritu de Monkey Island por lo tanto, mejor muerta que de esa manera. Un saludo enorme.