¡Oh, joder, no! Ese el específico y acertado subtítulo que los guionistas decidieron darle a la tercera parte de la saga mas famosa de The Asylum. Una saga que hemos destripado desde sus inicios y que vuelve con más tiburones, más motosierras y mucha mucha sangre. Sacad las palomitas y disfrutad. Hoy os traigo la reseña de Sharknado 3.
¡Oh joder, no!
Después de convertirse en el héroe favorito de todos, Fin está recibiendo la mayor distinción del país. Una medalla mientras su mujer va a clases de preparación al parto. Es magnifico como en cinco minutos de película, Sharknado ya consigue embeberse de la lucha feminista, criticando ferozmente el sistema patriarcal que premia a Fin y se olvida de su mutilada mujer. Sublime. Pero espera, que no es el único premio. El alcalde de Nueva York crea la “Orden de la Motosierra Dorada Antiescualos” Ay. Si hasta Jackie Collins se pasa por allí a felicitarlo. Pero Fin, como ya sabéis, es un héroe, es humilde, decidido y valiente, y solo quiere asegurarse de que no haya nuevas tormentas. Iluso.
Por cierto, los tiburones hacen su aparición en el minuto 07:53, siendo la película en la que más han tardado en aparecer. Pero ya están aquí y han venido para quedarse. En fin, ¿Que esperabais en un mundo en el que Ann Coulter es la vicepresidenta de los Estados Unidos? La feroz crítica al sector mas extremista del partido republicano y a sus formas de gobierno viene en forma de la señora Coulter surfeando sobre un cuadro de George Washington. Fin y Mark Cuban, que es el presidente de los Estados Unidos, salen de la Casa Blanca a dos metralletas. Héroes.
Después de salvar el mundo, Fin tiene que enfrentarse a la mundana tarea de reunirse con su familia. Pero ¿De verdad creéis que todo le va a salir bien a Fin? No, en la tele ya no se tragan su cuento de salvador. Creen que, de alguna manera, es él quien provoca los Sharknados. Hemos pasado a esta oscura y trágica parte de la historia en la que el mundo le da la espalda al héroe. Joder, si es que son unos genios. Yo casi lloro cuando oigo a la locutora decir: “Yo no culpo de los daños a los tiburones, sino a Fin Sheppard, que lleva la destrucción allá donde va”. ¡Ánimo Finn, colega! ¡Estamos contigo!
La Costa Este
Pero es que el pobre es un poco gafe y ciudad a la que llega, ciudad en la que hay un sharknado. En el segundo acto de esta homérica obra se nos presentan dos personajes, ambos surgidos de las brumas del pasado: Nova, la sexy camarera de la primera parte, y Malcom. Si. Ese Malcom. El hijo de Heissenberg. Y traer a Nova implica enfrentar al héroe a sentimientos del pasado. Pero eso no es lo importante, porque el director quiere ponernos ante el verdadero problema: El cambio climático. Porque sí, esta obra es una evidente representación de como la alteración del clima puede afectar a una especie. En este caso, los tiburones, obligados por fenómenos atmosféricos causados por el gran hombre blanco, han tenido que adaptarse a pasar grandes periodos de tiempo suspendidos en el cielo, y a alimentarse de pájaros. Pobres. Empiezo a pensar que Al Gore ha tenido un peso importante en la redacción del guión.
En fin, el sharknado se acerca a la familia de Fin. En Orlando, una embarazadísima April intenta ser de ayuda, pero su estado se lo impide. ¿Crítica al estado actual del empleo de la mujer? ¿Sentido común? Quien sabe. Eso no es importante, porque segundo después en una misma frase aparecen las palabras biometeorología y tiburacán. Change.org para que la RAE acepte los términos ya. A recalcar la escena en la que Malcom intenta bombardear el sharknado, pero varios tiburones le van arrancando una a una todas las extremidades. Por su puesto, al final, arrastrándose sobre sus muñones, activa la bomba con la cara. Final digno.
El mazazo emocional de esta muerte relaja el carácter pesimista de Nova, que actuaba hasta ahora como contraparte al héroe, reforzando la luminosidad y la fe de este. Quien diga que no es una obra de arte, se equivoca. Tras salvar el circuito de Nascar, Fin y Nova llegan, en ropa interior, al parque de Orlando. La familia (y Nova), se reencuentran. En un aparte, vemos un cine donde un tranquilo George R R Martin se relaja viendo El Ataque del Tiburón de Tres Cabezas (grandísima auto-referencia a otro film de la productora The Asylum), cuando un tiburón se lo jala. Así nunca vamos a conocer el final de Juego de Tronos.
A nuevos tiburones, mismas motosierras
Tras un par de planes descabellados, parece ser que el menos descabellado es llamar a la N.A.S.A y pedirles que arrasen la atmósfera con una gigante de bola de fuego, una vez las tormentas se hayan fusionado. No veo ningún fallo en este plan. Pero oye, ¿Sabéis a quien echo de menos en esta peli? A David Hasselhoff. No sé, como que una película tan cutre no esta completa sin… ¡Oye! ¡Ahí está! Pues si, Hasselhoff es el padre de Fin y, además, trabaja en la N.A.S.A. Lo único que le falta es componer una canción para esta película, como ya hiciera para Kung Fury. Pues nada, Hasselhoff y su hijo se van al espacio.
Uff. Si es que esta peli lo tiene todo, hasta problemas generacionales padre-hijo. Y mientras April y Fin discuten sobre si este viaja o no al espacio, la escalerilla se cae y April casi se muere. Menos mal que tiene una mano robótica y un marido héroe. Pero eso hace que no pueda bajar y, embarazada, se sube al cohete. Brillantemente cruel la escena donde, después de darle su primer beso, el novio de Claudia (cuyo recast esta justificando con un “tinte de pelo”) muere por un tiburón. ¡Ah! ¡Tragedia! ¿Comedia? ¡Quien sabe!
Y no es el último en morir. Hasselhoff hace una heroicidad, para reiniciar nosequé cosa con la que salvar el mundo. Por desgracia, salvar el mundo implica que los tiburones llegan al espacio. Así como lo habéis oído. Y en el espacio, Fin y April tiene que enfrentarse a los tiburones. Por suerte, Fin cuenta con una MOTOSIERRA SÓNICA DE LA LECHE. Eso no implica que un tiburón no se coma a la embrazada de su mujer. Por suerte, todos sabemos que vivir dentro de un tiburón es posible. Y si, en Gravity, Sandra Bullok aterrizaba dentro de una cápsula de escape, en Sharknado, Fin lo logra dentro de un tiburón. Y por si sobrevivir dentro de un tiburón no es suficiente, imagínate dar a luz. Pues si. Pero a April le cae un metal encima y la diña. Fin
Una última reflexión , antes de irme a procesar esta obra del género. Es una de las pocas películas en las que, todos y cada unos de los personajes podrían cambiar su rol por uno de género distinto sin sufrir alteraciones de guión o personalidad. Que la igualdad de género que tanto se demanda en el cine la encontremos en Sharknado es…curioso. Y, como no he podido extender como hubiera gustado mi relato de las truculentas muertes ocurridas (de forma necesaria y justificada por el guión) durante la peli, os dejo una recopilación aquí debajo. Yo volveré con Sharknado 4, hasta entonces… sed felices.
https://www.youtube.com/watch?v=qoEZaBiCh9I