Se acabó lo que se daba. Bueno, nos falta un número, un pequeño epílogo para que la etapa de Dan Slott en Amazing Spider-man llegue a su fin. Ha sido un largo camino, diez años de aventuras y de polémicas, de decisiones arriesgadas y sagas que se han ido encadenado una detrás de otra sin dar un respiro al lector.
En el número 800 de la principal cabecera arácnida presenta, a lo largo de sus 80 páginas, el final de la última gran historia de Slott, Caer con estilo, en la que Peter Parker se enfrenta de manera definitiva (o todo lo definitivo que puede ser algo en los cómics) a su gran némesis, Norman Osborn.
La gran novedad de este enfrentamiento está en que Osborn, se ha fusionado con el simbionte de Matanza, el que antiguamente portaba Cletus Kasady. Recordemos que Norman había sido curado de la locura que sufría por la Fórmula Duende gracias a unos nanobots con los Peter le había inoculado. Pero en su afán por conseguir nuevas formas de volver a ser poderoso y acceder al genio que le daba la locura del Duende, Osborn no duda en unirse al peligroso simbionte, el cual expulsa de su cuerpo los nanobots dando como resultado un nuevo ser, un Duende Rojo que no tiene ninguna de las debilidades asociadas ni a los duendes ni a los simbiontes.
Como no podía ser de otra manera este enfrentamiento es brutal, sobre todo por qué su nuevo enemigo ha logrado descubrir la identidad secreta de Spider-man y en su locura no se conforma con acabar con Peter, quiere hacerle sufrir y para eso planea acabar con todos sus seres queridos. Y además en el camino recuperar su antiguo imperio empresarial. Una jugada redonda para Osborn.
Así las cosas a Peter no le ha quedado otra que recurrir a todos sus aliados, personajes que Slott ha ido desarrollando oco a poco en la colección como el antiguo supervillano Clash, otros clásicos como Veneno y algunos de más reciente creación como Seda o Miles Morales o Anti-Veneno (Flash Thompson).
Además de todos estos también hace acto de presencia en la saga J.J. Jameson (con un papel bastante importarte y decisivo), el gran amor de Spiderman, la inigualable Mary Jane y la eterna tía May.
Este número busca poner un broche final a las aventuras no solo de Peter Paker, sino de todos los personajes que Slott ha manejado en su etapa, queriendo cerrar todas las tramas abiertas para dejar el campo abierto a su sucesor al frente de la colección del Trepamuros.
Al final, como no podía ser de otra manera, el enfrentamiento final es entre los dos antagonistas principales. La gran batalla definitiva entre Parker y Osborn es brutal, con momentos espectaculares y sangrientos. Pero Spider-man demuestra que para vencer a su gran enemigo no le hace falta nada más que ser el mismo, el Peter Parker que todos queremos y amamos. Y Slott nos deja claro el sentido de heroísmo del personaje con una última acción que lleva a cabo una vez vencido Osborn que remarca la personalidad del protagonista de la historia.
A pesar de todo el guionista no puede evitar dejar un pequeño cabo suelto, que ya veremos si sus sucesores tienen a bien utilizar y como no… la muerte de un personaje importante, algo que parece ser norma en el mundo de comic para subrayar la importancia de una historia.
Este número especial tiene 80 páginas así que son varios los dibujantes que se encargan de la parte gráfica del comic. Y este equipo artístico es todo un all-star, con varios de los colaboradores que ha tenido Slott a lo largo de su dilatada etapa en la colección: Nick Bradshaw, Humberto Ramos, Giuseppe Camuncoli, Stuart Immonen, Cam Smith y Marcos Martín.
Todos son artistas de sobra conocidos, así que los lectores ya saben que esperar de su trabajo, al que le gusten le encantarán y al que no… pues no queda otra que aguantarse. Aunque me gustaría destacar el trabajo de Immonen, un ilustrador espectacular que además tiene la ocasión de lucirse al máximo ya que su parte de la historia es la batalla definitiva entre el Parker y Osborn.