ECC publicó el pasado mes de abril una nueva edición de Batman: El Príncipe Oscuro, esta vez en sólo volumen Deluxe y con tamaño algo mayor y una funda de plástico protectora que embellece el acabado. Es la tercera edición de un cómic que se debe de vender muy bien. Recordemos que ya se publicó en 2018 en su versión original (dos álbumes europeos) y más tarde en formato integral, pero en formato comic-book USA. Esta claro que esta nueva versión Deluxe es la mejor de todas ellas ya que tiene lo mejor de las dos anteriores, tenemos la historia recogida en un solo volumen y en un tamaño perfecto para disfrutar de los magníficos dibujos de su autor, el suizo Enrico Marini.
Reseña que dedicamos al cómic cuando se publicó su primera edición
Marini, dibujante de Gipsy, Rapaces, Escorpión, Las águilas de Roma o La estrella del Desierto, es una de las grandes estrellas del cómic europeo. Pero como el mismo asegura en el prólogo de Batman: El Príncipe Oscuro, si se te ofrece la oportunidad de trabajar con un personaje tan importante es imposible negarse. Cuando DC acudió a él para ofrecer trabajar con el Hombre Murciélago sólo puso una condición, tener total libertad creativa para escribir la historia que quisiera y dibujarla como le apeteciera. La editorial aceptó por supuesto y a Marini, que además estaba buscando escribir una historia noir, le vino todo que ni pintado.
Lo primero que hay que señalar a la hora de analizar esta obra es que Marini es un dibujante magnifico, pero un guionista normalito. Lo que podemos esperar es una obra que luzca espectacular con un guion que por lo menos este a la altura de las circunstancias. Y eso es lo que nos encontramos, sin más ni menos: una historia de Batman fuera de continuidad que cumple sin ser nada del otro mundo pero que tiene unos dibujos increibles.
La trama que Marini nos presenta es la siguiente: se acerca el cumpleaños de Harley Quinn y el Joker quiere hacerle un regalo muy especial, un valioso diamante que también interesa a Catwoman. Los planes del Príncipe Payaso para hacerse con el premio son tan locos como siempre e incluyen secuestrar a una niña inocente que podría ser la hija ilegítima de… ¡Bruce Wayne! Por supuesto Batman intentará por todos los medios detener al Joker y rescatar a la pequeña a la vez que investiga si es cierto que es su hija.
Marini se permite usar a gran parte de los personajes del universo de Batman ya que por las páginas de la obra hacen su aparición Batman, Catwoman, Alfred, Gordon, Joker, Harley Quinn o Killer Croc, todos ellos perfectamente retratados tanto en su personalidad como en su aspecto gráfico. Marini se toma algunas licencias, pero aun así son muy reconocibles. Parece que el autor asume que esta jugando con juguetes que no son suyos y no quiere manosearlos más de lo necesario.
La estrella de la función, a pesar de ser un cómic de Batman, no es otra que el Joker. El villano se muestra como un psicópata de manual, siempre pensando en la mejor manera de hacer daño a Batman y salirse con la suya, sin importarle disparar a sus hombres en el proceso. Se puede decir que este Joker, tanto argumental como gráficamente, es lo mejor de la obra.
Pero la historia, a pesar de tener algún elemento que sobresale un poco (todo lo referente a la supuesta hija de Bruce Wayne) acaba cayendo en los tópicos más comunes del género, con Batman y Catwoman tratando de acabar con los malvados planes del Joker mientras las (brillantes) secuencias de acción se suceden una tras otra. En este apartado no hay mucho que rascar. Pero los dibujos de Marini logran elevar el tono de la obra ya que son sencillamente brillantes. El dibujante es todo un maestro que hace que sus páginas sean siempre espectaculares, ya sea en los momentos más calmados o en las escenas de acción, donde el dominio de la narrativa de Marini es muy bueno, haciendo que el lector no pueda despgar sus ojos del cómic. Tampoco hay que olvidar que es el propio Marini el encargado del color de la obra, demostrando su maestría a la hora de usar las acuarelas para dotar a sus dibujos del tono perfecto en cada ocasión, unas veces brillante y colorido y otras fríos y oscuros, dependiendo del momento y del personaje. Sencillamente brillante.
No quiero acabar este análisis sin comentar algo que me ha llamado mucho la atención y que es el tratamiento de los personajes femeninos. En el cómic comercial USA no estamos tan acostumbrados a ver un uso tan sexualizado de las mujeres. Catwoman abraza totalmente su condición de femme fatale, vestida en plan totalmente sexy y llevándose un cabreo tremendo cuando Batman no quiere acostarse con ella ya que esta preocupado por la niña. Por otro lado, la Harley Quinn que vemos en estas páginas es la versión más primitiva del personaje, totalmente obsesionada por el Joker y comportándose como una niña pequeña y caprichosa que solo quiere el diamante por encima de todas las cosas (muy Material Girl). Y vestida siempre con unas faldas muy muy cortas que permiten que se le vea la ropa interior a la primera que se agache… y se agacha muchas veces.
En cuanto a esta nueva edición de ECC de la obra solo puedo decir que si, que esta vez si que es la definitiva. Vamos a poder disfrutar de toda la obra en un solo volumen en formato cartoné de 176 páginas con unas medidas de 180×274 mm que nos van a permitir disfrutar mejor del principal atractivo de este cómic, el dibujo de Marini. El precio es de 28 euros.
En resumen, Batman: El Príncipe Oscuro es un cómic entretenido, con buen ritmo y ofreciendo un espectáculo visual en el que el dibujo brilla en todos sus aspectos y que hacen que la obra entre muy bien por los ojos. Tal vez no vaya a pasar a la historia ya que la trama acaba siendo un poco simplona, pero sin duda es divertido y eso es algo que tampoco abunda últimamente. Así que, si quieres pasar un buen rato sin romperte la cabeza y disfrutar de un Batman que luce espectacular, este es tu cómic.