Panini acaba de publicar en España Proctor Valley Road de Grant Morrison, Alex Child, Naomi Franquiz y Tamra Bonvillain, edtitada originalmente por Boom! Studios en Estados Unidos. La obra nos llega a través del sello Evolution comics, que apuesta por distintos géneros, autores y formatos destinados a todo tipo de público y alejados de la propuesta general de Panini, más centrada en los superhéroes Marvel.
El principal reclamo de Proctor Valley Road es la presencia en los guiones del famoso escritor Grant Morrison, acompañado en su labor por Alex Child, conocido principalmente por su trabajo como guionista de televisión. La forma de tratar el terror desconocido y el aire rebelde de las protagonistas nos recuerdan a los mejores trabajos del escocés, pero es cierto que, en líneas generales, este comic está muy alejado de lo que Morrison suele ofrecer. No es descabellado pensar que su labor es bastante secundaria con respecto a la de Child, aunque no por ello sea un mal trabajo.
Estamos ante una historia de drama/terror adolescente, de esas que todos hemos visto y leído mil veces, pero la gracia está en que los autores no desaprovechan el “cliché” de las historias terroríficas para contarnos nuevamente sucesos extraños en un pequeño poblado de Norteamérica de una manera fresca y muy divertida.
La historia de Proctor Valley Road está enmarcada en los años 70, con el telón de fondo de la guerra de Vietnam. Después de que las primeras páginas presagien los horrores por venir, se nos presentan a las protagonistas: August, Rylee, Jennie y Cora. Su primera visita al Proctor Valley Road que da título a la obra está provocada por un típico drama adolescente: estar al mismo tiempo arruinadas y desesperadas por ir a un concierto de Janis Joplin.
August inventa un tour del terror de 5 dólares por cabeza por el cercano pareje presuntamente maldito para tres compañeros de clase. Los tres chicos son atacados por una fuerza maligna después de separarse de nuestras protagonistas, que vuelven tan tranquilas a casa. Después, en el centro de un caso de personas desaparecidas, las jóvenes tendrán que limpiar su nombre y resolver el misterio del valle.
La historia que han escrito Grant Morrison y Alex Child es sencilla, pero magistral en su interpretación. Cómo en las grandes historias del género, se esfuerzan en romper continuamente los límites entre la vida cotidiana del pueblo y el horror de otro mundo. Todo aderezado con los problemas propios de la juventud en esa época historia (racismo, machismo, el problema de la guerra del Vietnam…), lo que hace que la trama gane en interés y riqueza.
El misterio y la investigación que se desarrolla tiene un ritmo muy bueno, con cada pista desembocando en un nuevo horror para que las protagonistas lo enfrenten. Pero los guionistas no se olvidan de ofrecer algunos toques de humor que hacen que la historia sea más divertida, con unos diálogos agiles y cortantes que sientan de maravilla al elenco adolescente de la serie.
Otro punto muy importante de Proctor Valley Road es el gran trabajo de Morrison y Child con los personajes. Las protagonistas están muy bien perfiladas y resultan entrañables, nos importa que les va a pasar y eso permite que sus relaciones y sentimientos hagan avanzar la trama de manera muy orgánica relacionándose con la historia sobrenatural que la acompaña. Además, cada una de las chicas tiene un arco individual que casa perfectamente con su personalidad y que acaba bien resuelto.
Esa solidez en la caracterización de los personajes se ve favorecida por el acertado diseño de personajes de Naomi Franquiz, rebosante de personalidad. El trabajo de la ilustradora es a la vez vibrante y natural, con un uso muy dinámico de la línea fina y un gran trabajo a la hora de dibujar los lóbregos parajes de Protor Valley y sus monstruosos habitantes.
Todo esto hace que el arte del tomo brille con luz propia ya que la dibujante logra siempre trasmitir las emociones de los personajes y capturar la atmosfera del relato, haciendo que la lectura de la obra sea muy agradable.
Tampoco podemos pasar por el alto el gran trabajo de Tamra Bonvillain en el color. La hábil variación de la luz y la intensidad permite que el tono cambie sin esfuerzo de un presentimiento a una visión idílica de la década de los 70 americana, aumentando la tensión de una página a otra.
La edición de Panini recoge los cinco números originales en un solo volumen de 136 páginas en tapa dura. Incluye (aunque a pequeño tamaño) las portadas originales y las variantes además de una breve semblanza de los autores de la obra. El precio de venta al púbico es de 20 euros.
Proctor Valley Road es una gran historia sobre el paso a la mayoría de edad aderezada con una trama de terror adolescente que se complementan perfectamente. El uso de jóvenes con personalidades bien definidas demuestra el poder narrativo de las adolescentes cuando son tratadas como personajes complejos que enseguida se ganan el cariño y el aprecio del lector.
De esta manera este tomo acaba siendo una exploración fantástica y divertida del horror, la adolescencia y los lazos de amistad, presentados con un dibujo lleno de personalidad que hace que la historia brille y sea muy amena de leer.
Por último, señalar que el propio Alex Child está trabajando en la adaptación de Proctor Valley Road para un piloto de TV para Universal y Boom! Studios. Así que es posible que dentro de poco podamos ver a August, Rylee, Jennie y Cora en nuestras pantallas.