¡Hola de nuevo a tod@s! En esta ocasión os traigo la reseña de Patria, llevada a cabo por Toni Fejzula, quien se ocupa tanto de su parte gráfica como de su parte narrativa. Este cómic está basado en la novela homónima de Fernando Aramburu, la cual ya analizamos en esta web hace unos años. Aquí os dejo el enlace a dicha reseña.
Dos familias rotas por el dolor
Patria nos habla sin tapujos sobre el conflicto vasco que golpeó tanto al País Vasco como al resto de España durante décadas. Y lo hace a través de los integrantes de dos familias que antaño estaban muy unidas pero que, en la actualidad, se encuentran distantes. De un lado, tenemos a Bittori, madre de Xabier y Nerea. Del otro lado, Miren y Joxian, cuyos hijos son Joxe Mari, Arantxa y Gorka. Aparte de estos personajes, es esencial mencionar a Txato, marido de Bittori, asesinado por ETA años atrás. Este hecho, junto a la pertenencia de Joxe Mari a la banda terrorista, son las principales razones por las que estas dos familias se encuentran tan lejos la una de la otra.
Todos los personajes mencionados anteriormente excepto Txato se convierten en protagonistas y narradores de la historia. A lo largo de sus páginas, nos van contando diferentes episodios de sus vidas sin seguir un orden cronológico, llegando a producirse saltos temporales muy significativos. De esta forma, somos testigos de algunas etapas ocurridas antes y después del asesinato componiendo un puzle que va tomando forma conforme avanzamos en la lectura.
Todos los miembros de ambas familias están muy bien construidos y desarrollados ya que el autor les ofrece a cada uno su espacio para expresarse. Al terminar el cómic, uno llega a tener la sensación de conocer a todos los personajes como si existieran en la vida real: cómo piensan y actúan, su ideología, sus valores, qué les produce miedo, su posición en contra o a favor de la causa vasca, etc.
El color y el silencio como herramientas para contar historias
Es muy interesante ver cómo cambiamos de punto de vista constantemente. Cada episodio en la vida de cada personaje ocupa unas pocas páginas y enseguida pasamos a escuchar la voz de otra persona. Este tipo de narración está presente en otras obras que han llegado a mis manos y puede llegar a ser confusa para el lector si no se realiza de forma cuidada.
Sin embargo, Fejzula demuestra una gran maestría utilizando el color para ayudar al lector a saber quién le está hablando en cada momento. Si quien nos está contando algún evento de su vida es Nerea, el color de los bocadillos de pensamiento será rosa. Si nos habla Joxian, amarillo. Lo mismo pasa con el resto de narradores. De esta forma, el lector es capaz de entender quién habla en cada momento, llegando incluso a identificar varias voces de forma simultánea contando el mismo suceso sin ningún tipo de problema.
Pero el uso del color no se limita a indicar quién es el narrador. Un ejemplo que llama mucho la atención es la caracterización de Bittori y Miren, las dos madres. Los bocadillos de pensamiento de Bittori son azules y viste con ropa de diferentes tonos azulados. Por el contrario, a Miren se le adjudica el color rojo para sus reflexiones y lo mismo ocurre con su vestimenta.
Esto cobra sentido si recordamos que el marido de Bittori fue asesinado por ETA, lo que quebró su vida para siempre y si tenemos en cuenta que Miren es madre de Joxe Mari, miembro de la banda terrorista y preso en la cárcel desde hace años. La primera está sumida en la tristeza mientras que la segunda es descrita como una persona con mucha rabia e ira en su interior, siendo respectivamente los colores azul y rojo una clara referencia a sus estados anímicos.
Otro aspecto que merece ser mencionado es la presencia de una cantidad significativa de páginas mudas en las que se nos narran muchos acontecimientos sin usar una sola palabra, solo mediante imágenes. Al contrario de lo que pudiera parecer, la narración no se ve afectada en ningún momento por el uso de estas páginas. Esto ocurre gracias al trabajo espectacular que realiza el autor a nivel gráfico. El adagio que dice “una imagen vale más que mil palabras” cobra todo su sentido en esta obra, en la que sus páginas mudas parecen contarnos un sinfín de historias.
El arte de Fejzula y su asombrosa adaptación a la historia
He de reconocer que uno de los aspectos que más me ha sorprendido de Patria es la parte gráfica. De principio a fin, Fejzula muestra una gran variedad de registros artísticos. Nos encontramos ante viñetas con primeros planos con un trazo muy limpio y detallado mientras que el fondo se muestra difuso, viñetas con un nivel de detalle altísimo tanto en el primer plano como en el fondo, páginas con un estilo más pictórico donde se aprecian perfectamente las pinceladas del autor u otras donde se muestra a los personajes y su entorno como elementos más abstractos, sin tanto nivel de definición.
La composición y distribución de las viñetas también varía de una página a otra. El autor cambia dicha disposición en todas sus páginas de forma que da la sensación de estar redescubriendo constantemente la historia, y hace que el lector preste atención a ese constante cambio visual de forma que la inmersión en la historia es más alta si cabe. A nivel visual cada página es una obra de arte en todos los sentidos.
Conclusión
¿Merece la pena leer Patria? Rotundamente sí. Estamos ante una obra valiente y siempre necesaria. Nos hace reflexionar sobre la naturaleza humana, sobre la ideología y sus extremos, sobre el amor, el odio, la amistad o la lealtad. Patria trata multitud de temas universales en un contexto sociopolítico muy concreto: el conflicto vasco. Siempre se dice que debemos aprender de la historia para no repetir los mismos errores del pasado. Toni Fejzula y su obra Patria diseccionan ese capítulo negro de nuestra historia más reciente de una forma honesta y sin complejos, dejándonos un cómic para el recuerdo.
Lectura muy recomendable para los amantes del cómic y para aquellos que no lo sean, no os arrepentiréis. Os dejo el enlace a la web de la editorial donde podréis leer la sinopsis y un avance con las primeras páginas de esta joya. Hasta aquí llega la reseña de hoy, espero que os haya gustado.
¡Hasta la próxima, sed felices!