Resident Evil es una de las franquicias de videojuegos más populares dentro del género de terror, con ocho títulos principales, una gran cantidad de spin-offs… y, por desgracia, de adaptaciones. Las adaptaciones de videojuegos al cine y la televisión, con contadísimas excepciones, siempre han sido desafortunadas, pero la saga de Capcom ha tenido una suerte especialmente mala. La primera cinta de Paul W.S. Anderson fue un placer culpable que se dejaba ver, pero las secuelas fueron degenerando en un desastroso vehículo para el lucimiento de Milla Jovovich.
Muchos pensaron que el reboot de la saga que supuso Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City ofrecería un acercamiento más cercano al material original, pero las críticas fueron más que decepcionantes. Y, sin coordinación alguna con el resto de productos live-action de la franquicia, Netflix nos trae ahora una serie de ocho capítulos titulada simplemente Resident Evil. ¿Redimirá esta obra la malograda fama de la marca? ¿Obtendremos al fin una adaptación potable de estos videojuegos?
¿Vosotros qué creéis?
Bienvenidos a Nueva Raccoon City
La serie sigue los pasos de Jade, una superviviente de un apocalipsis zombi a escala global que se dedica a estudiar a los muertos vivientes con la esperanza de encontrar una cura. Hay distintas facciones en este nuevo mundo, y la más peligrosa es la Corporación Umbrella, responsables de la hecatombe. Esta malvada empresa intentará recuperar el control de un mundo devastado por sus experimentos.
En una línea temporal que transcurre en el pasado, descubriremos el apellido de Jade: Wesker. Junto a su hermana Billie y su padre Albert, un científico que trabajaba para Umbrella, se mudará a una ciudad construida por la corporación. Se trata de Nueva Raccoon City, nombrada en honor de una primera urbe que fue destruida por una catástrofe en el pasado y en la que se ha formado una comunidad elitista. En su nuevo hogar, las hermanas descubrirán que Umbrella esconde horribles secretos y una de ellas será mordida por un perro de aspecto sospechoso…
El apocalipsis zombi más soso jamás rodado
Aunque he jugado a algunos títulos de la saga, no soy un gran conocedor de Resident Evil. Quizás por ello me enfrenté a esta serie con la mente abierta pese a las bajas expectativas, dispuesto a dejar que me sorprendiera y a juzgarla como producto independiente. Y, aun así, resultó decepcionante.
Resident Evil peca de uno de los grandes problemas de la era del streaming: sus capítulos son demasiado duraderos y con tan poca sustancia que ni el zombi más hambriento les hincaría el diente. Esta obsesión por rellenar un determinado metraje hace que los personajes tengan discusiones cíclicas y que, especialmente en la línea temporal que transcurre en el futuro, nos veamos sometidos a persecuciones aburridas y protagonizadas por supervivientes intercambiables entre sí, carne de cañón para que nuestra protagonista pueda esbozar muecas de tristeza frente a la cámara.
Es de esperar que una ficción de estas características sea poco creíble, fantasiosa, de escasa coherencia, pero lo imperdonable es que ni siquiera entretiene. Todos los personajes, excepto la familia Wesker y quizás la villana principal, se corresponden a la perfección con el cliché que encarnan, sin salirse ni un milímetro de lo esperado y con unos diálogos nada memorables y, en ocasiones, irrisorios. Especialmente lamentable es el caso del informático omnipotente, cuya presencia nos recuerda lo débil que es la seguridad de Umbrella.
¿Resident Evil?
Si por algo destaca Resident Evil es por su estética, replicada con más o menos acierto en las películas, pero la serie no consigue imitar ni eso: incluso en este aspecto, resulta tan genérica que da pereza mirar a la pantalla durante más de cinco segundos. Algunas escenas de acción, como la primera aparición de un perro zombi, están muy bien rodadas, pero no compensan por la falta de inspiración en el resto de secuencias y en el diseño de los monstruos a los que se enfrenta la protagonista.
Uno de los defectos más desconcertantes de la serie es que, pese a su laxitud como adaptación, contiene guiños que confundirán al espectador neófito. Por ejemplo, dentro de esta historia, ¿para qué servía contar que existió otra Raccoon City? ¿Para qué sirve llamar Wesker a un personaje que nada tiene que ver con el villano de los videojuegos y revelar que es el clon de alguien que los guionistas no nos explican quién es? Este intento de contentar a todo el mundo, como casi siempre, hace que ni los espectadores nuevos ni los fans queden satisfechos del todo.
Conclusión
Resident Evil no merece la pena, ni siquiera como divertimento irónico. Lo mejor que puede decirse de ella es que algunas escenas protagonizadas por los clones de Wesker suponen una divertida comedia ¿involuntaria? y que las actrices protagonistas consiguen interpretar algún momento emotivo. Más allá de esto, se trata de otra adaptación decepcionante de un videojuego, que además amenaza con tener una segunda temporada. Lo peor de todo es que, según la página de Netflix, está en el top 10 de contenidos más vistos en la plataforma.
Quizás no es tan mala idea que el virus T acabe con nosotros.
Hola! Vaya, pues sí ya tenía poco interés en la serie, después de leerte creo que pasaré de ella. Se agradece sinceridad. Es lo que pasa por intentar abarcar tanto público, que al final no se contenta a nadie. Lo fácil sería que si un producto ha triunfado en un formato, sigan esa estela para adaptarlo a otro, en vez de edulcorarlo. Además es que varios de los juegos son fácilmente adaptables a formato serie. No sé cómo tropiezan tantas veces en la misma piedra, la única explicación es la de “la avaricia rompe el saco”. Saludos!
A mí me da igual la fidelidad como adaptación, pero es que la serie es mala con ganas. Al menos las películas, con todos sus peros, podían disfrutarse sin pensar mucho. No es el caso.
Hola Máximo, esta vez no puedo estar más en desacuerdo contigo, lo siento. Considero esta serie en mi humilde opinión una reconsideración de la franquícia en su mayor parte (hay pasajes un tanto mejorables) bien realizada en su planteamiento.
un saludo y sed felices!!
Buenas. Pues qué se le va a hacer, yo he intentado disfrutarla pero solo vi el final para hacer la reseña.
¡Un saludo!