Bienvenidos amantes del VHS y de la era analógica a otro Retro-Análisis más en esta sección semanal que os trae joyas (o no) del siglo XX que me gusta rescatar para que los más jóvenes las conozcan y los más veteranos las recuerden.
Esta semana tocaba el Retro-Análisis de ‘La Asesina’ protagonizada por Bridget Fonda, pero por motivos ajenos a la voluntad de la web (tengo todas las películas metidas en cajas por motivos de espacio y no he encontrado el DVD de esta película), deberá esperar otra semana.
‘Crying Freeman’ es una cinta dirigida por Christophe Gans, un cineasta que posteriormente nos trajo ‘El Pacto de los lobos’ y ‘Silent Hill’. La película en la que nos vamos a centrar vio la luz en 1995 y tuve la suerte de poder verla en una sala de cine. En su momento me pareció una propuesta fascinante y emocionante con una muy buena combinación de acción, intriga, misticismo y elementos del género de las artes marciales del que tanto disfruto.
La propuesta de Gans está basada en el manga japonés del mismo nombre y logra capturar la esencia y la estética única de la obra original, tanto es así que hay planos y secuencias sacados de las páginas de la creación de Kazuo Koike (escritor) y Ryoichi Ikegami (ilustrador).
La trama sigue a Yo Hinomura (Mark Dacascos), un misterioso asesino Yakuza con el que se ve involucrada una artista llamada Emu O’Hara (Julie Condra), al presenciar cómo el ejecutor acaba con la vida de tres yakuzas. Sus caminos se van a cruzar de forma inesperada y ambos verán cómo sus mundos se tambalean.
‘Crying Freeman’ es una historia de dos luchas: una de poder entre familias yakuzas y otra la de Yo por liberarse de su título de ‘Freeman’.
Personalmente, una de las fortalezas más notables de “Crying Freeman” es su increíble y cuidado apartado visual. La fotografía de esta cinta es muy preciosista cuando debe serlo y se detiene en algunos momentos para entregarnos planos que parecen sacados de una viñeta. El contraste entre el Japón tradicional y místico con la realidad de la actualidad de la política yakuza es algo que se ve muy bien plasmado en la pantalla.
Es cierto que la cultura japonesa tiene cierto atractivo y cuando se ve tan bien implementada en una trama de acción, lo es aún más. Esas tradiciones ancestrales mezcladas y adaptadas a los tiempos modernos convierten a Japón en un país de contradicciones muy interesante.
De todo ello se aprovecha ‘Crying Freeman’ y el guion es sabedor de que no todo el público general entenderá muchas situaciones, así que tenemos al personaje del detective Netah interpretado por Tchéky Karyo que explica a la detective Forge y al espectador algunas de las mismas.
El elenco merece un reconocimiento especial por sus actuaciones. Mark Dacascos no es un actor de método ni capaz de imprimir dramatismos a su personaje, pero encaja perfectamente en el papel principal del asesino a sueldo japonés y eso es muy importante. Su presencia en pantalla es magnética gracias a todo el misticismo que hay sobre su personaje y su destreza en las artes marciales lo ayuda en las escenas de acción.
Julie Condra, quien interpreta a Emu O’Hara, agrega una dimensión adicional a la historia de amor que se desarrolla entre ella y Yo, aunque es cierto que el guion no se adentra mucho en esta relación y queda un poco al margen de la trama general de la película. El resto del elenco también brinda actuaciones sólidas, aportando profundidad a los roles secundarios. Tchéky Karyo está en su línea, aunque menos aspaventoso que en ‘Dobermann’ (por suerte).
‘Crying Freeman’ es una cinta que se cuece a fuego lento y pese a que tiene acción, todo avanza muy lentamente hasta la explosión final de acción y combates de artes marciales en el último acto.
Aunque ‘John Wick’ ha dejado el listón muy alto en lo que a este tipo de escenas se refiere, la cinta de Gans mantiene el tipo y cuando acabas su visionado actualmente te das cuenta que ha envejecido bien.
Por otro lado, quiero hablar de la banda sonora que corre a cargo de Patrick O’Hearn que me parece muy buena y con el tono perfecto para esta cinta. Ya con la pista de los créditos iniciales sabemos cuál será su tono. Ya sea en momentos de acción intensa o en escenas más íntimas, la partitura complementa perfectamente la narrativa y eleva el impacto emocional de la película.Merece la pena escucharla.
Conclusión
‘Crying Freeman’ es una película que cautiva a través de su impresionante apartado visual y una trama emocionante, todo un haiku a la cultura japonesa y su lado más oscuro.
Christophe Gans logra adaptar con éxito el manga original en una obra cinematográfica vibrante y atractiva, que se destaca por su estilo. Algo que parece que no ha ocurrido con ‘Los caballeros del Zodiaco’ o ‘Dragon ball’.
La trama mantiene al espectador enganchado de principio a fin, con todo lo que tiene que ver con este asesino que es manipulado por una poderosa organización criminal japonesa.
Si eres fanático del cine de acción de los 90 y amante de las historias de mafias y luchas de poder entre ellas, vas a disfrutar de todo lo que nos cuenta ‘Crying Freeman’. Ojalá hubiese tenido secuela.
Aquí os dejo el tráiler de ‘Crying Freeman’:
Un saludo y sed felices.
