Bienvenid@s amantes del VHS y de la era analógica a otro Retro-Análisis más en esta sección que trata de ser semanal y que os trae joyas (o no) del siglo XX que me gusta rescatar para que los más jóvenes las conozcan y los más veteranos las recuerden.
‘Dobermann’ es una cinta que en su día alquilé en el videoclub y al tiempo (10 años después) acabé comprando en DVD. Os seré sincero, no la había visto desde que me hice con ella y de eso han pasado casi 15 años. No ha envejecido nada bien, pero que nada bien o mi forma de ver el cine con 30 años no era la misma que actualmente.
Ni Casell ni Bellucci salvan esto
Este filme francés nos narra la historia de Yann ‘Dobermann’ y su banda de ladrones en su enfrentamiento final contra la policía cuando, estos últimos, hartos de sus actos delictivos deciden ponerles fin de una manera poco ortodoxa y muy sanguinaria.
Un crítico de un medio español catalogó esta cinta de ‘El Airbag francés’ y siento estar en total desacuerdo con él, ya que ‘Dobermann’ carece de la crítica acida del largometraje de Juanma Bajo-Ulloa a la sociedad y los convencionalismos. La propuesta de Jan Kounen es mera violencia y no destila el humor de la película española. No juegan en la misma liga… ‘Airbag’ es muy superior y está mejor dirigida.
Volviendo a ‘Dobermann‘, está basada en la obra de Jöel Houssin del mismo nombre y viene de la mano de Jan Kounen, un cineasta venido del mundo de los videoclips musicales y se nota mucho en la forma en la que enfoca algunas acciones. Nos encontraremos algunos momentos que nos van a recordar a Guy Ritchie, como el montaje en el atraco múltiple, y otros en los que trata de ser directo y violento como lo era el señor Quentin Tarantino en sus comienzos.
Uno de los muchos problemas que tiene ‘Dobermann’ es que hay demasiados planos muy mal escogidos y que en lugar de resultar llamativos o rompedores, acaban siendo surrealistas y más efectistas que efectivos.
Es una cinta de acción que entretiene, pero en la que cuesta empatizar con los protagonistas, ya que nos encontramos ante personajes muy planos, de un carácter esperpéntico y con todos los clichés que se puedan pedir en el cine de acción. Vincent Casell y Monica Bellucci están soberbios y la cinta gana enteros cuando esta pareja está en pantalla. Ambos demuestran sus tablas con unas actuaciones más comedidas dentro de lo disparatada que es ‘Dobermann’.
Por otro lado, tenemos a Tchéky Karyo, el actor que hemos visto de villano en algún que otro largometraje francés, a mi mente viene ahora la cinta de Crying Freeman de Christophe Gans. Aquí el intérprete turco nos trae a un comisario digno de militar en la Gestapo al que lo tiembla el pulso en torturar o poner una granada en manos de un bebé. Hace casi 25 años que vi esta película y aun recordaba esas frases en inglés de Cristiní en algunos momentos esporádicos del metraje. Pese a lo extremadamente perturbado y estridente de su personaje, su actuación no es caricaturesca en exceso como la del resto de componentes de la banda de Yann.
Lo siento, pero ver esos actores de reparto poniendo caras que rivalizarían con las actuaciones de Jim Carrey de los 90 se me ha hecho muy cuesta arriba.
Conclusión
El largometraje ha envejecido muy mal y a día de hoy, aunque no aburre en ningun momento, no es de esas películas que volvería a ver en mucho tiempo.
‘Dobermann’ tenía buenos mimbres (parafraseando al señor Jesús Usero) para ser algo diferente dentro del género de acción, como las propuestas de Tarantino o Ritchie, pero finalmente ha quedado en un entretenimiento burdo con diálogos groseros en boca de actores que luchan por ver quién es más esperpéntico.
La cinta de Kounen tiene un ritmo muy bueno y eso al menos consigue que olvides que la calidad no es la prioridad de lo que estás viendo.
Lo más destacable es la dupla Casell/ Bellucci, aunque ambos han mejorado con el tiempo y prefiero a sus personajes en ‘El Pacto de los Lobos’ por ejemplo.
Terminando, ‘Dobermann’ es una película que va a entretener a los amantes de la violencia excesiva, aunque de menos calidad, no esperéis una ‘Asesinos Natos’ o un ‘Giro al Infierno’ de Oliver Stone.
Eso sí, los créditos iniciales con ese dobermann CGI y chupa de cuero son geniales.
Un saludo desde el sótano de la Batcueva.
La vi hace bastante y tendría que volverla a ver claro, imagino que tendría la misma imagen que tu al verla despues de tantos años, aunque viendo lo que harían luego el director y Vicent Cassell con la adaptación de Blueberry ya se puede ver por donde irían los tiros.