Hoy, queridos lectores, sí que sí se cierra el círculo Alien, con la última entrega (de momento) de esta saga-universo (sin mezclar con Predator); la admirada por unos, criticada por otros Prometheus (2012).
Investigando para hacer el análisis, me he vuelto a ver la película y me he informado en un basto número de páginas hispano y angloparlantes, porque no recordaba yo tanto lío de fechas, conceptos, evolución y biología hasta que he querido indagar y casi me revienta la cabeza antes de ponerme a escribir. Por este motivo, he decidido que voy a comenzar el análisis con un anexo a una serie de aclaraciones de conceptos, fechas y enlaces con Alien: el octavo pasajero (1979) previos al análisis en sí. SPOILER ALERT.
Dirigida y concebida como precuela a la obra maestra de terror y ciencia ficción Alien, el octavo pasajero de Ridley Scott, padre la saga, se desarrolla dentro del mismo universo Alien, tomando algunas bases, datos y conceptos, pero siguiendo su propia línea argumental. Como dijo Scott “comparte cadenas de ADN de Alien”, pero explora sus propias ideas.
¿Qué tal un pequeño cronograma para ubicarnos bien?
- Transcurre 30 años antes de lo ocurrido en Alien, con lo que, nos olvidamos de Ripley.
- Los hechos narrados en Prometheus ocurren entre 2089 y 2094.
- En el año 2089 d. C.: Los humanos descubren la existencia de los Space Jockeys / Ingenieros.
- 2089d. C.: se emprende la expedición a una luna que orbita alrededor del planeta L-223.
- 2093 d. C.: llegada a L-223 (el planeta de los dos primeros Alien se llamaba LV-426, así que no es el mismo planeta, pero sí otro guiño a la saga).
- Año Nuevo de 2094: Shaw envía un último mensaje de advertencia, diciendo que nadie debe acercarse a ese planetoide. (No es el que capta la Nostromo)
- 2122: comienzan los hechos narrados en Alien (1979)
¿Una clase de biología?
Recordáis los conceptos de los anteriores análisis, teníamos: La reina que pone huevos; los zánganos / alien warrior, que se encargan de proteger a la colonia y a su reina; los fachugger / abrazacabezas, las arañitas encargadas de implantar el chestbruster en sus huéspedes para ampliar la colonia y el chestbruster / revientapechos, el que rompe el pecho a la víctima para salir y representa el primer estadío del xenomorfo.
En esta nueva entrega las bases son parecidas, pero algo más complicadas: El Space Jockey / Ingeniero, unos humanoides gigantes que supuestamente crearon la humanidad (el piloto de la nave que investigan en El octavo pasajero); el líquido negro, una sustancia creada por los Space Jockeys capaz de mutar el ADN (en poca cantidad) o de destruir organismos por completo (en mucha); “La serpiente”, originada a partir del líquido negro (que parece contener unos diminutos gusanitos) que, al contacto con el oxígeno, evoluciona a una pseudo-serpiente muy violenta (hay poca información sobre ella); el trilobite, equivalente al facehugger, es resultado de la concepción sexual entre humanos infectados del líquido negro y es vehículo de un embrión posterior; y el Proto Alien, el xenomorfo resultante de la infección del trilobite en un Space Jockey.
Concepción de la película
Escrita por Jon Spaihts y Damon Lindelof, fue ideada por Ridley Scott y, en menor medida, por Sigourney Weaver, cuando conversaron a cerca de ampliar la saga. A Scott se le ocurrió la idea de ampliar desde el origen, es decir, había habido cuatro películas de Alien pero ninguna indagaba en el origen de esta terrorífica especie y Ridley decidió aprovecharlo. Tomó como punto de partida su propia película, en concreto al enorme piloto que aparecía en la nave alienígena, y a ampliar hacia atrás.
La película es espectacular de ver. El apartado visual no deja a nadie indiferente, se rodó en 3D y es de esas pocas películas que, realmente, merece la pena ver en 3D.
El guión original tuvo que ser adaptado y pese a que Scott sugirió otros directores para la película, la Fox decidió que él mismo la dirigiera.
El peor fallo que tiene la película es que está muy incompleta. Ya se sabe que tendrá una secuela, Alien: covenant, que enlazará finalmente con El octavo pasajero, pero no es excusa. Se abren un gran número de flancos sobre los que no se aporta a penas información, que quedan sin resolver y a merced de fan theories. Como pasa siempre con este tipo de películas, un factor importante es que a los directores se les limita el tiempo a 2 horas, aproximadamente, con lo cual se recortan muchas escenas y otras ni siquiera se llegan a grabar, para su posterior visualización en versiones extendidas o las míticas “escenas eliminadas”, así, el filme queda bastante vacío y sin sentido, en muchos aspectos (Covenant, confiamos en ti).
Reparto
La película tiene muchos fallos pero uno de los más importantes es que se seleccionó a un cast con puntos muy fuertes como Noomi Rapace (Elizabeth Shaw), Michael Fassbender (David), Idris Elba (Janek) y muy flojos como Charlize Theron (Meredith Vickers), Logan Marshall-Greeno (Charlie Holloway) y Guy Pearce (Peter Weyland).
Desde un principio hay poca química entre los personajes pero tienen un carácter imponente que entretiene. Poco a poco se van introduciendo personajes banales, que se sabe que van a morir, y con los que no se identifica nadie. Me parece destacable lo desaprovechada que está Charlize Theron, que a parte de aparecer muy poco, pasa de firme a sumisa en cuestión de segundos, así como, lo absurdo que resulta Guy Pearce en el papael de Peter weyland, que se nota claramente que es un actor joven con 80 capas de maquillaje y un montón de CGI.
¿Qué necesidad había? ¿Por qué no coger a un actor mayor de verdad? Lance Henriksen, por ejemplo, que intrepretó a Bishop varias veces (androide creado a imagen y semejanza de Peter Weyland) y que actualmente luce mayor. En fin, de este modo es imposible sentir cariño por ningún personaje (salvo, en mi opinión, por David).
Datos curiosos
El primer título para el filme iba a ser Paradise (Paraíso), pero Scott lo cambió a Prometheus: “Es la historia de la creación; los dioses y el hombre que se opuso a ellos”. En la mitología griega el titán Prometeo era un siervo de los dioses que robó el fuego del Olimpo para dárselo a los humanos, cambiando a la raza humana para siempre.
El rodaje comenzó en marzo de 2011 y tuvo lugar en Inglaterra, Islandia y España (¡viva viva!), concretamente en Alicante.
En Alien (1979), la aparición de la criatura no se produce hasta exactamente una hora y un minuto, en Prometheus, también.
Los androides de las películas de Alien van en orden alfabético: Ash (Alien), Bishop (Aliens y Alien 3), Call (Alien: Resurrección) y David (Prometheus).
Todos los androides de Alien son decapitados, incluido David.
La nave (base) de los Space Jockey es idéntica a la que investigan en El octavo pasajero, pero no la misma, ya que la historia se desarrolla en planetas distintos.
El Proto Alien “nace”, directamente, en una forma adulta o semiadulta, sin pasar por una fase de chestbruster.
El Space Jockey que aparece en El octavo pasajero es mucho más grande que los que aparecen en Prometheus, lo que puede ser una simple lagunilla o un indicio de que hay más razas de Ingenieros o que el líquido negro, en concentraciones adecuadas, podría hacerles más grandes y poderosos.
Sinopsis
Tras el descubrimiento de un mapa estelar a modo de jeroglífico en unas cuevas, averiguan que se trata de unas “coordenadas” para encontrar a unos “dioses” creadores de la humanidad. Los científicos Elizabeth Shaw y Charlie Holloway interpretan que es una invitación a ir y, mediante la financiación Compañía Weyland, comienzan una expedición con el fin de conocer a estos extraterrestres.
Plantean el viaje como una búsqueda de repuestas a las grandes preguntas: ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? ¿Por qué nos crearon? ¿Por qué nos abandonaron? y demás cuestiones del tipo religioso-filosófico.
A bordo de la nave Prometheus llegan a Lv. 223 donde encuentran unas extrañas construcciones de roca, las cuales contienen en su interior las naves de los Space Jockeys.
Parte de la tripulación decide ir a investigar y descubren una pila de cadáveres de estos supuestos dioses y toman prestada la cabeza de uno de ellos para investigar. También encuentran unas extrañas vasijas de las que rezuma un líquido negro. David, el androide de la Prometheus, sigue órdenes de la compañía, en concreto de Peter Weyland, y se lleva una de las vasijas.
Averiguan que se trata un arsenal de armas biológicas, las cuales se volvieron en contra de sus creadores. Y la compañía Weyland Yutani las quiere para su división de armas biológicas, así como, a los xenomorfos (que aún no conocemos).
David, infecta con líquido negro a Charlie y su ADN muta. Éste se acuesta con Shaw, que es estéril, pero se queda embarazada y en apenas unas horas tiene que extirparse al trilobite.
En vez de haber hallado el origen de la humanidad parecen haber encontrado fin de la misma.
Varios miembros de la tripulación mueren, encuentran a un Space Jockey vivo y descubren que están dentro de una nave. El Space Jockey mata a Peter y desmiembra a David.
La nave se pone en marcha de camino a la Tierra para acabar con nuestras vidas, pero Janek estrella la Prometheus contra ella. El Space Jockey se infecta del trilobite del que nace el Proto alien y Shaw y David toman otra nave camino del lugar de origen de los Space Jockeys.
Así termina esta curiosa cinta llena de incógnitas que, personalmente, sí que considero una precuela, pese a que no deja de ser un reboot y tendrá otra secuela…
En mi opinión, es una película que prometía mucho pero que se quedó a medias. Como fanático de la saga, me gusta y me entretiene, pero está muy vacía y deja demasiadas cosas a medias. Hasta aquí el fin del primer ciclo de los retro-análisis, pronto seguiré con más sagas de los 70, 80 y 90.
¡Disfrutad de las cosa que os hacen felices!
Pudo ser fantástica. Lo tenía todo; Actores, “director”, guión, presupuesto, etc…; Sin embargo se quedó en poco o nada. A ratos meramente entretenida, alguna escena espectacular, y otras poniendo a prueba la paciencia del espectador, por la estupidez de las mismas.
En este caso compañero, discrepamos en la nota final. En lo que para mi, es uno de los mayores fiascos de los últimos años, por todo lo que representa y todo lo que “prometía”. Un 4.
Era un proyecto de 9 que se queda en un 6.5-7 porque la salvan Fassbender y los efectos. A mí sí que me gusta, pero se me quedó vacía
Aliens, está infinita mente mejor construida. Pero para gustos los colores…
Un saludo. Y ánimo!
Aliens tiene un 7,5 es decir, para mí también es mejor que Prometheus
Ok, me diera cuenta. Por eso el comentario, quería dejar claro que para mi la diferencia entre ellas es abismal. Para mi son un 4 y un 9. Pero lo bueno es dejarse caer para leer tus artículos y comentarlos. Un saludo y nos leemos.
Gracias Huyga, es interesante saber que me sigues tan de cerca, me mantiene despierto! Gracias por la aclaración!
Un saludo
Aliens es infinitamente mejor que Prometheus que se convierte en una caricatura de si misma
Alien 9
Aliens 9
Alien 3 2
Alien Resurrección 4 y como película de Alien 0 porque ni es la estética de alien ni nada parecido
Prometheus 5
Bueno es saberlo!
Siendo una de mis sagas favoritas, sigo viendo a la primera como algo mágico a lo que ninguna de las otras se acerca remotamente!
Un saludo Boss
Yo no le veo sentido compararlas, pero en fin.
Aliens es Aliens, y siempre será Aliens.
Y porqué?
Por todos los permisos que nos dio para soñar, para introducirnos en ella, a pesar de lo redonda (así pareciera defecto), uno le buscaba y encontraba donde armar un sueño, una nueva forma, una nueva creación…y sin lugar a dudas el territorio favorito para soñar era el Space Jockey.
Prometheus hace alarde de generosidad, los que para muchos es defecto su incompletez, para mi es maravilloso meterme y poder inventar otro mundo, otra historia, otra fantasia.
Que no la supera? No.
Que debía superarla? No lo sé.
Que me decepciona porque los decepciona? En lo absoluto. Me fascina, le agradezco a Sir Scott permitirme entrar en sus mundos.
Eso hace un Autor en Cine, te abre la puerta, te invita a entrar e inmiscuirte, a formar parte, a hacer tu propia historia.
Peliculitas sin apertura completas y muy llenas son otra materia y para otro publico.
La película quizá por tan esperada me defraudó muchísimo. Fallos de guión tan brutales como que el Biologo sea el que toca a la serpiente-gusano, cuando sobre todo ellos conocen los peligros de esos contactos, que se pierda precísamente el que hace mapas, que Shaw sea lingüista-arqueologa-bióloga y se sepa operar a si misma y que a los 3 seg de operarse sale corriendo ¿?¿?¿?¿?
Y la escena de caída de la nave ¡Y RUEDA! ¿alguno tiene conocimientos de física? y ellas corriendo en la línea en que gira… ¡De chiste! Una cosa es ciencia ficción y otra los dibujos animados de Tom y Jerry
Vamos que ni falta de minutos ni malos actores, ni nada. La película es un truño con Ñ mayúscula