Bienvenidos al análisis de “Puesto 22”, vigesimoprimer capítulo de la temporada once de The Walking Dead, en el que descubriremos que ha sido de los protagonistas que fueron hechos prisioneros.
Aquí puedes ver los análisis de los episodios anteriores de The Walking dead
La acción empieza con Maggie prisionera en un trasporte. Esta acompañada de Gabriel y Rosita y entre los tres logran dar un golpe de mano para acabar con sus captores. Lo malo es que Maggie se acaba yendo por un lado y Gabriel y Rosita por otro. Estos últimos oyen en una radio de sus captores que los soldados han empezado a perseguirlos.
El resto de prisionero van en un autobús grande con otros habitantes de La Mancomunidad que han corrido su misma suerte. Allí están Ezekiel, Negan, Annie y Kelly, pero no hay rastro de los niños. Un soldado se lleva a Annie y Negan promete a su esposa y madre de su futuro hijo que la encontrará, aunque de momento se queda con el resto en un puesto de avanzada en el que van a tener que hacer trabajos forzados de limpieza. Al menos saben que ha habido un accidente y eso les permite tener esperanzas de que Maggie y el resto hayan escapado.
Unos prisioneros intentan huir y son asesinados por los soldados, algo de lo que Negan y Ezekiel toman muy buena nota. Hay una conversación en la que Ezekiel le recuerda a Negan todo lo malo que hizo en el pasado y que nunca le perdonará por ello. Pero el antiguo villano le dice tienen a su esposa embarazada y que habrá que trabajar juntos si quieren escapar de allí.
Negan tiene claro que Ezekiel puede liderar una rebelión usando la baza de la esperanza que tan bien maneja, una herramienta mejor que el miedo, la única arma que Negan ha sabido utilizar. Y está dispuesto a sacrificarse con tal de ofrecer la chispa que pueda prender el fuego de esa rebelión. Al final los trabajadores del grupo de Negan y Ezekiel son llevados al puesto donde se quedarán prisioneros. El puesto 22.
Daryl y Carol por su parte ven un tren de mercancías cargado con vehículos al que llevan a una Connie prisionera, con la orden de llevarla a otro puesto que parece no tener que ver con las estaciones de trabajo forzado. A pesar de las reticencias de Daryl deciden ir a buscar a los niños ya que rescatar a Connie ante tanta vigilancia sería muy peligroso.
Todos los supervivientes que andaban libres logran reunirse y poner sus fuerzas en común en el ataque a un grupo de soldados. Hablamos de Maggie, Gabriel, Rosita, Daryl y Carol. Maggie les dice que tiene claro que todos junto son más fuertes ya que han logrado formar una familia en la que velan unos por otros y que por eso Pamela les tiene miedo. Interrogan a uno de los soldados que se niega a hablar hasta que ve a Gabriel y le reconoce por haber estado en la iglesia. Les cuenta que el lugar al que van a mandar a Connie es muy peligroso ya que quien ha ido allí nunca regresa y no se sabe más de él. Entre todos empiezan a pensar una estrategia para rescatar a los niños y a Connie.
Ahora que son más asaltan el tren en el que Connie estaba retenida y después de un intenso tiroteo logran liberar a su amiga. Hacen prisionero al maquinista del tren quien les confiesa que hay un mapa de los terrenos más avanzados, pero antes de decir nada más prefiere suicidarse al tener la certeza de que si en La Mancomunidad saben que ha hablado, mataran a su familia. Al no saber que más hacer conectan la radio de largo alcance y Rosita se hace pasar por uno soldados que ha salido vivo del ataque. Entonces le dan instrucciones para llegar al puesto más cercano. Es el puesto 22 (en el que está el grupo de Neggan y Ezekiel), llamado “centro de procesamiento de Alexandria”. Al saber lo que han hecho con su antiguo hogar Maggie decide que ya es hora de atacar y que van a recuperar a sus hijos para después acabar con Pamela antes de que se cuenta de que están todos libres.
Valoración del episodio
Estamos acercándonos al final de la serie y eso se nota. Los responsables van colocando las piezas en el tablero de manera cuidadosa y por eso este capítulo se presenta como una continuación de todo lo que hemos ido viendo mientras nuestros protagonistas toman conciencia de que finalmente, quieran o no, van a tener que enfrentarse al gobierno de La Mancomunidad.
Una de las cosas que más me está llamando la atención es como los guionistas están mostrando a La Mancomunidad como un régimen, que, aunque parezca abogar por el bienestar de sus ciudadanos, no es más que un estado fascista al uso donde unos pocos se benefician del poder y harán lo que sea para mantenerlo. Toda la parafernalia de banderas, fiestas, homenajes y los trajes de los soldados van en esta dirección. Pues bien, este episodio va un poco más allá en esta idea presentando escenarios como campos de trabajos forzosos y trenes que llevan a prisioneros no se sabe muy bien donde. No hace falta ser muy avispado para entender la alegoría. El pasado siempre se repite y hay que estar atentos para que los peores momentos de la humanidad no vuelvan. En este sentido, el maquinista prefiriendo suicidarse antes de traicionar a La Mancomunidad por miedo a lo que pueda pasarle a su familia es un ejemplo perfecto.
Ante un régimen así hay que luchar, la huida acaba por no ser una opción. Eso es lo que han acabado por aprender y aceptar nuestros protagonistas. Las opciones de huir de La Mancomunidad y dejarla a su suerte se han acabado. Ha llegado el momento de la lucha. Y que mejor manera de enfrentarse a un enemigo tan formidable que siendo una familia unida que encuentra su fuerza en el amor que sienten todos sus miembros unos por otros. Por eso se está haciendo tanto hincapié en esa idea en los últimos capítulos. Por eso el personaje de Negan sigue empeñado en buscar la redención tal y como le dice a Ezekiel. El perdón y el saber dejar atrás el pasado es algo que toda familia debe saber hacer.
A pesar de lo bien que se está manejando todo este tema, el capítulo tiene algunos fallos que empañan un poco el resultado final. Es muy emocionante ver cómo trabajan juntos todos los protagonistas, pero la manera en que se reúnen es muy forzada. En un momento están todos desperdigados para al poco irse encontrando por el camino. También hay acción, aunque siempre los soldados de La Mancomunidad parecen unos ineptos de cuidado. La escena en la que Maggie se esconde en una cuneta de un poco de vergüenza ajena. Entiendo que ya falta muy poco para que se termine la historia y hay que ir acelerando, pero se si cuidaran un poco más estos detalles, la serie ganaría muchísimo.