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Twisted Metal: la saga de videojuegos en la que se basará la serie con Anthony Mackie

Twisted Metal, protagonizada por Anthony Mackie y cuyo showrunner Michael Jonathan Smith ha trabajado en Cobra Kai, se estrenará en Peacock el 27 de julio de este año. Esta serie postapocalíptica sobre peleas de coches no ha levantado mucho revuelo, y quizás eso tenga que ver con la escasa popularidad de la saga de videojuegos en la que está basada: aunque tuvo una etapa de oro durante los tiempos de la PlayStation original, su último juego data de 2012 y, según ha confesado su creador en varias entrevistas, nunca tuvo mucho éxito fuera de Estados Unidos.

Podría parecer que, en una época en la que los videojuegos empiezan a sustituir a los cómics como filón a explotar por parte de la industria cinematográfica y televisiva, este producto vaya a ser el Motorista Fantasma o el Morbius de una nueva generación. Sin embargo, la franquicia ha tenido juegos de enorme calidad y, aunque su premisa es difícilmente adaptable a una narrativa lineal, tiene las bases para formar una buena historia.

Pero… ¿qué es Twisted Metal?

Twisted Metal: los orígenes

Twisted Metal fue uno de los primeros títulos de la PlayStation original, surgido en 1995 de la mano de SingleTrac y con diseñadores como Mike Giam o David Jaffe (que una década después crearía God of War). La premisa, muy sencilla, fue imitada hasta la saciedad durante la segunda mitad de los noventa: el jugador controlaba al conductor de un vehículo con numerosas armas principales y secundarias, con el objetivo de matar al resto de participantes en distintos escenarios. Se trataba de un juego algo tosco pero con personalidad, que destacó por su humor negro (era posible atropellar peatones, como en el polémico Carmageddon) y su buena jugabilidad.

Twisted Metal

El propio Jaffe atribuye parte de su éxito a que el título fue concebido como un juego de lucha en lugar de un juego de carreras. Así lo atestigua su historia, similar al modo arcade de estos juegos: en un futuro distópico ambientado en el año 2005, un misterioso individuo con poderes demoníacos llamado Calypso convoca a distintos conductores a una batalla campal con la promesa de conceder un deseo al ganador. Por supuesto, aunque esto se acentuaría más en las entregas siguientes, la interpretación de dicho deseo es libre, y suele acabar perjudicando a los participantes.

Cada conductor tenía un final, como en los juegos de peleas: al principio, el equipo grabó esos finales en imagen real, al modo de algunos títulos de la época como Resident Evil, pero Sony exigió que esos vídeos desaparecieran por su contenido perturbador y subido de tono, y fueron sustituidos por textos. Más tarde, estos cortometrajes serían incluidos en los extras de Twisted Metal: Head-On.

Tras el éxito de la primera parte, el equipo desarrollaría una secuela en la que mejoraría todos los aspectos del título anterior: los niveles eran más variados, ambientados en todo el mundo en lugar de en Los Ángeles. Los nuevos personajes eran más llamativos (como Axel, una especie de antihéroe unido quirúrgicamente a dos ruedas gigantes) y los antiguos habían recibido un lavado de cara. Así, el payaso Needles Kane, un asesino en serie que conduce un camión de helados, se convertiría definitivamente en el rostro visible de la franquicia y, mucho después, en su representante dentro del crossover PlayStation All-Stars Battle Royale.

Twisted Metal

Pero la mejora más patente se dio en los finales: mientras que la intervención de los ejecutivos había truncado los de la primera parte, en esta segunda entrega los hicieron más bestias y divertidos todavía. Calypso pasaba de ser un tipo turbio a un showman mefistofélico que se esforzaba en retorcer los deseos de los concursantes de la manera más absurda y dañina posible, llegando a destruir a la raza humana en varios finales. Como curiosidad, se publicó un cómic guionizado por Jamie Delano en el que se explicaba su origen, que se otorgó a los ganadores de un concurso y del que solo se imprimieron cien copias.

Decadencia y retorno

Sin embargo, tras lo que muchos consideran el mejor juego de la saga, Sony pasó el relevo a 989 Studios, que estrenó las dos siguientes entregas de Twisted Metal en el 1999 y el 2000, respectivamente. El tercer y cuarto juegos de la saga son significativamente menos imaginativos y disfrutables que los dos primeros, con el humor negro que caracterizaba a la serie dando paso a un tono más infantil y a unas cinemáticas lamentables en 3D. Su mala jugabilidad también dejó mal sabor de boca a los jugadores. Sin embargo, no todo fue malo: esos dos videojuegos tuvieron una banda sonora muy recordada con canciones de Rob Zombie, que llegó a aparecer como personaje jugable en Twisted Metal IV.

Pero Twisted Metal: Black, estrenado en 2001, devolvería a la saga a su época dorada, con el regreso de David Jaffe a las riendas. En este caso, la acción transcurre en un manicomio donde Calypso recluta a los competidores de su próximo torneo. Algunas son personajes que ya hemos visto, reimaginados en una nueva continuidad más oscura, pero muchos son participantes originales con historias trágicas y generalmente con deseos de venganza. Después del fiasco de los dos juegos anteriores, los fans dieron la bienvenida a un título con una jugabilidad adictiva.

Twisted Metal

Sin embargo, si se recuerda este juego es por sus cinemáticas, mucho más oscuras que las que habíamos visto hasta el momento y que casi cualquier título de la PlayStation 2. Aunque seguía habiendo escasos momentos humorísticos, se trataba de un juego de terror, con un elenco de personajes enloquecidos y perturbadores. Twisted Metal: Black tiene de todo: suicidios, canibalismo infanticidios… y, en consecuencia, estas escenas fueron eliminadas en la versión europea. Una pena, porque tiene probablemente la historia más llamativa de toda la saga.

Twisted Metal: Small Brawl es una nota a pie de página que tampoco contó con los desarrolladores originales y que mostró versiones infantiles de los protagonistas de la franquicia. En este juego fuera de continuidad, Calypso era un matón de colegio, y los jugadores eran niños que manejaban coches de juguete. Se trata de una curiosidad sin mucha trascendencia en la saga.

Los últimos juegos

Después de que la continuación de Twisted Metal: Black se acabara cancelando, la saga volvió con Twisted Metal: Head-On, una secuela de la serie original que ignora la tercera y cuarta entrega para continuar donde lo había dejado el segundo juego. Se trata de una entrega continuista que daría fin a la línea temporal original, ya que la saga volvería en 2012 con un reboot en toda regla.

Twisted Metal

El juego de 2012, llamado Twisted Metal a secas, retoma el tono de Twisted Metal: Black, con una paleta de colores más oscura y unas cinemáticas (esta vez sí, en acción real) sin rastro de humor. Sin embargo, el estudio solo pudo rodar la historia de tres personajes, con el resto de vehículos apareciendo como guiños o para usarlos en el modo online. El juego tuvo buenas críticas y fue rentable, pero no fue el éxito que Sony esperaba, y la franquicia ha permanecido en estado de hibernación desde entonces. Hay rumores de que el estudio Firesprite está desarrollando un nuevo juego de esta saga, pero no hay nada confirmado oficialmente.

Conclusión

Sony está invirtiendo mucho en PlayStation Productions, y The Last of Us ha sido un éxito de crítica y público, pero no se está promocionando demasiado Twisted Metal, y eso debería hacer saltar todas las alarmas. Además, siendo sinceros, el tráiler no tiene muy buena pinta. Sin embargo, cabe la posibilidad de que esta serie reavive el interés en la franquicia.

Pero Twisted Metal es hija de una época. Es hija de los noventa, de los excesos, del grunge, y de una etapa de la historia de los videojuegos en la que estos podían desarrollarse con un coste relativamente reducido. No sabemos si tendrá cabida en el competitivo mercado actual, pero sí que se trata de una saga irrepetible. Es imperfecta y a veces ridícula, pero también espontánea, pasional y creativa. Sin duda, independientemente de la serie que nos espera, una franquicia para el recuerdo.

Máximo Simancas
Máximo Simancashttps://laautopistadepalabras.wordpress.com/
Periodista. Redactor en esta página y, antes, en el portal digital madridesnoticia. Creador de contenido para redes sociales.
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