Jeff Lemire es uno de los guionistas de cómics más interesantes de la actualidad. Sus obras, sobre todo las que publica en las editoriales independientes, siempre tienen algo bueno que ofrecer, normalmente desde un punto de psicológico y emocional. Además, es un tipo listo y cuando no dibuja sus propias historias, suele acompañarse de buenos dibujantes, repitiendo con alguno de ellos en varios trabajos. Estamos hablando por ejemplo de Andrea Sorretino (Primordial, Gideon Falls o el proyecto de terror Los mitos del huerto de huesos) o Dustin Nguyen (el díptico Descender/Ascender).
Pues bien, Astiberri publica en España el primer tomo de la última obra del tándem Lemire/Nguyen titulada Little Monsters y editada originalmente por Image Comics. Después de contarnos las aventuras de Tim-21 en Descender/Ascender, los autores vuelven a posar sus ojos en el mundo infantil, pero desde un punto de vista mucho más terrorífico y con un protagonismo global que hace de Little Monsters una propuesta muy interesante.
Y para aquellos que se estén preguntando si vamos a estar ante una obra larga, pues la respuesta es que no. Esta historia constará sólo de 13 números, de los cuales el tomo que acaba de publicar Astiberri contiene los seis primeros, con lo que se supone que el resto irán en un segundo volumen que finiquitará la colección. Lo bueno si breve, dos veces bueno.
El resumen de la editorial es el siguiente: Romie. Yui. Lucas. Ronnie y Raymond. Billy. Bats. Vickie. Estos son los niños. Y desde hace más tiempo del que recuerdan, han estado solos. Son los últimos niños del mundo y también son vampiros, sumidos en una infancia eterna entre las ruinas de la humanidad. Pero resulta que al final no estaban solos y este descubrimiento lo transforma todo. El cambio llega de noche y aunque puede empezar con uno solo, se extiende como un fuego terrible. Es un acontecimiento tan perturbador que termina dividiendo al grupo y lanzándolo a un camino de descubrimiento que destruirá su inocencia para siempre.
Tengo que reconocer que, en principio, esta especie de cruce entre el Señor de los Moscas y Drácula no me llamaba demasiado la atención. Pero bueno, tratándose de Lemire decidí darle una oportunidad y no me arrepiento en lo más mínimo. Sí, puede que estemos ante la enésima historia de terror postapocalíptica, pero en las manos de un escritor tan capaz, el relato que vamos a leer nos va a llevar más allá de lo que estamos acostumbrados en este tipo de obras.
Tampoco hay que engañarnos, Little Monsters se vale del escenario que hemos comentado y de sus múltiples protagonistas para que Lemire haga lo que mejor sabe hacer: explorar la mente de sus personajes y sacar partido al choque de sus distintas personalidades gracias a un suceso que desata los conflictos personales entre ellos.
La vida de los pequeños vampiros era muy tranquila y aburrida, lo que gustaba a algunos de ellos, pero no tanto a otros. Pero todo se va al traste con el descubrimiento de que hay humanos que también han sobrevivido al apocalipsis. Ese simple hecho cambia el paradigma de la vida que llevaban, una vida en la que estaban “obligados” a no salir de la ciudad donde habitan por orden de sus mayores, unos vampiros que se marcharon para no volver dejando a los niños abandonados a su suerte sin haber probado nunca la sangre humana. Un hecho que está a punto de cambiar y que traerá funestas consecuencias.
El ritmo de la narración está muy bien medido, siendo algo lento al inicio, para presentarnos a los personajes e ir creando tensión, y disparándose cuando los acontecimientos se precipitan. Lo que me parece genial es que Lemire logre dotar a todos los jóvenes vampiros de su propia voz y personalidad con unas solas pinceladas, algo a lo que ayuda los pequeños flashbacks en los que autor nos muestra cómo se convirtieron en vampiros hace mucho pero que mucho tiempo.
En el apartado artístico, Dustin Nguyen vuelve a usar su característico trazo abocetado y sus diseños de personaje juveniles nos rememoran constantemente a Tim-21. Pero se olvida del efecto acuarela de Descender/Ascender para usar un entintado fijo y unos negros que combina con acierto con unos grises realizados a través de tramas digitales. Todo con un acabado en blanco y negro en el que solo el color rojo (que otro iba a usar en una historia de vampiros) se cuela en algunas viñetas. Personalmente este acabado me gusta bastante más que el de Descender/Ascender ya que los dibujos parecen estar mejor terminados, con una personalidad más fuerte que subraya la gran historia a la que dan vida.
En cuanto a la edición de Astiberri, este primer volumen de Little Monsters recoge los seis primeros números de la colección en un elegante tomo de 152 páginas encuadernadas en tapa dura que contiene además las portadas de los cómics originales. El precio de venta es de 18 euros.
En resumen, Little Monsters no defraudará a los fans de los autores, ofreciendo un trabajo a la altura de su trayectoria. Si quieres leer una buena historia postapocalíptica, con niños vampiros, personajes magníficamente escritos y un dibujo bellísimo, no lo dudes, ya estas tardando en comprar este libro.