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Análisis 22.11.63 Miniserie Capítulo 3

Una semana más, volvemos al intenso mundo de Jake Epping. Si vais un poco perdidos, aquí os dejo el enlace a los capítulos anteriores:

EL INTENSO MUNDO DE JAKE EPPING (A.K.A 22.11.63)

Advierto, una semana mas, de que HAY MUCHOS SPOILERS. Y dicho esto, vamos con el análisis del tercer capítulo de 22.11.63

Estamos a 1 de Noviembre de 1960 y Jake esta secuestrado por un prepúber algo toca-pelotas. El muchacho era el hermano de la primera mujer de Frank Dunning (el padre del encantador conserje Harry), y quiere que Jake la traiga de vuelta. Pero todos sabemos que las cosas no funcionan así. y que en este universo, los viajes al pasado tienen sus reglas.

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Niñato molesto

El niñato y Jake acuerdan un trato para que el niño le lleve a Dallas, pero durante la noche Jake se vuelve algo loco y ataca sin darse cuenta al chaval. Por suerte el chavalillo ya tiene experiencia por que, como a todos los niños, en todas las novelas de Stephen King, su padre le pegaba (En serio, ¿Nadie ha psicoanalizado a este hombre?).

A pesar del mal rollo, los chicos llegan a Dallas, y se dan un tranquilo pase por la Plaza Dealey. Tras una intensa conversación, el imberbe (Que descubrí en este momento que se llamaba Bill) decide que el también quiere salvar a Kennedy. Así por que sí. Pues vale. Cuantos mas seamos, menos pagamos ¿No?

 Y mientras Jake consigue un trabajo, mediante una gran referencia a El guardián entre el Centeno, Bill mira jovencitas. Un gran chico este Bill. Tan buen chico que se van a club de striptease y pilla una melopea del ocho.

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“Edes mi bejor amijo del futuro”

Y en este estado, es cuando Epping y su “hermano pequeño” conocen a Jack Ruby (para los que no lo sepan, era un “comerciante de la noche” que asesinó al asesino de Kennedy). Y ahí es cuando Bill “casi” jode toda la historia. Lo de los hermanos no se lo traga nadie, pero… en fin.

En uno de los mejores momento del capítulo, Jake “Amberson” es amable con la secretaria negra. Una de las grandes fortalezas de la serie es su gran ambientación, que sin llegar a ser excesivamente sensiblona o moralista, como la mayoría de películas sobre el tema, muestra con crudeza la sensibilidad racial de una época en lo que todo estaba cambiando, y eso no gustaba a todos.

Y, de repente, estamos en el 62 y volvemos a ver a Jake en un entorno que le es cómodo y familiar: siendo profesor de inglés. Esta parte del capítulo es, sin duda, maravillosa. La facilidad con la que Epping se ha adaptado, su nueva vida, incluso la llegada de Sadie de nuevo a su vida… la cotidianidad de estas escenas crea la sensación perfecta de como el pasado está atrapando a Jake en una vida de la que no va a querer salir, cuando deba hacerlo. ¡Ah, el pasado, ramera cruel!

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Esta intensamente enamorado

Es de recalcar, que Bill lleva la misma ropa que llevaba dos años antes. Las escenas de la señorita Mimi son brutales. Pero no por que sean crueles o duras, si no por lo cotidiano de ellas.

Jake va a recibir a Harvey Oswald. Lo que no espera, es que no es el único. La madre y los hermanos de Oswald van a recibirle al aeropuerto como una gran familia feliz. Y no solo a él. A su mujer y a su hijo también. Sabiendo que estará con su enorme y beligerante familia, Jake aprovecha para llenar la futura casa de Oswald con tecnología punta (para la época, claro). Pero en vez de vigilar, se va al baile a ligar con la bibliotecaria divorciada (Ay, ¡hombres!), y luego la deja tirada

El y Bill se meten en casa Oswald a colocar y micros y… acaban en una posición comprometida con Lee Oswald y señora haciendo cosas de marido y mujer. Y, como no, Bill y su ropa de siempre la cagan. ¡Pillada!

En fin. Con un marrón sentimental encima y muchas de cinta de la vida un matrimonio, Jake se desespera cuando ¿Os acordais de George? !El de la C.I.A! Pues se presenta en casa de Oswald. Empiezan a hablar en ruso, así que Jake sale corriendo a por un diccionario (no es una broma, eso pasa) y, cuando vuelve…

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… el pasado es muy puto

¡Tranquilos! Bill esta bien. Y no ha cambiado de vestuario. Solo le ha pegado el vecino de abajo por que cree que son gays. Por suerte, la intensidad de Jake es imán para las mujeres divorciadas, y no todo le sale mal.

Al final del capítulo, y bajo una enorme bandera confederada, el general Walker una discurso un pelín fascista, que enciende a Lee… Jake empieza a tener claro que hay más de lo que el cree en este asunto…

Gracias a Dios, bajo la dirección de James Strong , la serie ha retomado su tempo original. Superior al capitulo anterior, “Otras voces, otras puertas” deja un gran sabor de boca, y muchas ganas de seguir viendo esta serie, que a pesar de sus altibajos, engancha.

Sofia Ricarte
Sofia Ricarte
En mis ratos libres soy la Chica Ardilla
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