Mitad de la tercera temporada en Black Sails y todavía no tenemos claro cómo van a salir las cosas. Sí es cierto que algo podemos intuir pero aún queda mucho recorrido y las cosas pueden cambiar mucho como ha quedado demostrado en este capítulo cinco.
Antes de analizar lo que hemos visto una reflexión previa: las buenas series saben meter giros inesperados sin que queden forzados, y Black Sails lo consigue. A veces, con la idea de ser novedoso los guionistas caen en cosas poco creíbles y, sin embargo, aquí las cosas se tuercen sin sacrificar la trama. Ser sibilinos en ese equilibrio es complicado y me alegra de ver que aquí se hacen bien las cosas.
Por cierto, si te has perdido los análisis anteriores aquí tienes en enlace. Y aquí un artículo sobre quiénes eran en realidad los personajes de Black Sails, tanto los ficticios como reales.
Comenzamos con el plato fuerte: Flint y compañía. Resulta que, aunque yo di por muerto a Mr. Scott resulta que está vivo, o por lo menos suficientemente vivo como para dejar claras sus últimas voluntades. Respirando o no el momento en el que todos los de la tripulación se dan cuenta de que es el Rey de la Isla es impagable. Obviamente era un tipo demasiado listo para ser sólo un ayudante. Y ahora no sólo les une el hecho de ser conocidos y respetarse mutuamente sino que tienen intereses comunes. Enorme el momento en el que el capitán plantea su estrategia: liberar esclavos, recuperar Nassau y tener una base oculta en una isla. ¿Será esa isla la Isla del Tesoro? Desde luego el plan parece tener mucha lógica y eso nos hace ver que sí habrá una gran batalla por Nassau. Pero antes tendrán que buscar a Vane.
Las dudas de Silver se han cerrado y ya parece que cada uno ha admitido su rol. Pero Bones no está convencido de que todo vaya a salir bien. ¿Hará alguna estupidez?
Por otra parte el romance que yo ya predije dos capítulos atrás se ha hecho realidad. Tampoco es que sea muy listo, es que era obvio. Eleanor comparte intereses con su socio y ambos se han forjado en un mundo complicado y duro. ¿Cómo acabará esto? Por el camino tiene que haber una batalla, un encuentro con Vane y parece que grandes problemas comerciales con España. Destacamos también que Max ha sido destronada y su falsa amistad con su antigua jefa ha quedado ya patente. ¿Qué hará para recuperar su puesto? Sin Jack (que no se aclara el pobre con el tema del indulto y no ha hecho mucho este capítulo) y sin un comercio que llevar ella es simplemente otra prostituta francesa.
Y llegamos a lo que para mí es lo mejor del capítulo: el abordaje al galeón español. (Obviemos el detalle de que en esta serie lo españoles hablan con acento latino, cosa que no afecta a la trama pero que resulta curiosa). La conversación con el marinero derrotado es sublime. Nos demuestra que Vane tiene honor y sentimientos, y eso es lo que le hará volver a Nassau. Pero eso será también su perdición y Barbanegra lo sabe. ¿Cómo se desprenderá de su pupilo? Algo me dice que no se lo va a poner fácil a Flint.
