Casi dos años después del final de su quinta temporada, damos la bienvenida a la última temporada de Cobra Kai, aquella serie estrenada originalmente en Youtube Originals allá por 2018 y que, tras un espectacular éxito de audiencia, fue adquirida por Netflix. En un movimiento sin precedentes, la serie estrenará la temporada no ya en dos tandas, sino en tres de cinco capítulos cada uno. Una decisión a mi juicio totalmente inentendible por la forma de jugar con el espectador y por lo que implica narrativamente. Pero ahora iremos a ello.
Aviso que este análisis de los cinco primeros capítulos de Cobra Kai estará plagado de spoilers.
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Contra todo pronóstico, la quinta temporada de Cobra Kai no terminó con el Sekai Taikai, el mejor torneo de kárate del mundo. Es más, el final estuvo marcado por ser…un final. Daniel y Johnny se llevaban bien. Miguel y Robbie también. Silver era derrotado y terminaba en prisión. Los miembros de Cobra Kai terminaban integrados en el Miyagi-Do. Todos unidos para hacer frente a la mayor competición de karate del mundo.
Esto me generó muchas dudas. Por un lado, Cobra Kai es una serie que se ha caracterizado por el mantenimiento del mismo conflicto durante toda la serie. Es decir, a lo largo de las cinco primeras temporadas hemos visto continuos acercamientos y conflictos entre Daniel y Johnny. Y lo mismo con los alumnos, que pasaban del amor al odio con solo un simple malentendido. Y esta repetición terminaba por dar la sensación de que la serie creaba enfrentamientos para alargar las tramas innecesariamente, el mayor defecto de la serie.
Así que esta sexta temporada era la oportunidad de explorar otros conflictos una vez que todos iban a una.
Pero también estaba la posibilidad de que, una vez más, los creadores insistieran en reiniciar lo mismos conflictos como motor para esta sexta temporada.
Los primeros capítulos parecen orientar la trama hacia la creación de nuevos conflictos, con un grupo de jóvenes cuyas relaciones se han afianzado e incluso se respetan “demasiado” (ya ni siquiera combaten igual) por el daño que se han hecho en el pasado.
Incluso Johnny Lawrence, el verdadero alma máter de la serie, cede y asume algunas de las enseñanzas del Miyagi-Do, sin dejar de mantener su esencia.
En este inicio de temporada, la serie muestra a unos jóvenes preocupados por el karate pero también con su futuro, con la universidad a la vuelta de la esquina. Vemos a los antiguos abusones del instituto acercándose a los protagonistas, como las expectativas planificadas no siempre tienen que ser las adecuadas y a dos de ellos, Robbie y Tory, cuyo futuro está más centrado en el karate por su imposibilidad de asistir a la universidad.
Frente a ellos, Cobra Kai renace en sus raíces. Descubrimos que la ayudante de Silver era pupila de Kreese, que una vez escapó de la cárcel ha vuelto a ser senséi del principal rival de Miyagi Do en el Sekai Taikai. Es el dojo del camino del puño, liderado por el anciano mentor de Kreese.
Así, Cobra Kai contrapone el kárate como un deporte que fomenta la amistad, la competitividad y el fruto que se obtiene de un esfuerzo frente al kárate como un asunto de vida o muerte.
Además, la serie amplia el universo Miyagi con el descubrimiento por parte de Daniel de que su maestro tenía mucho que esconder, que llegó a cometer un delito y que, incluso, compitió en el Sekai Taikai. Veremos a ver dónde nos lleva esto, más allá de que la mención del nombre real de Miyagi nos conecte con El nuevo karate kid, película de 1994 con una jovencísima Hilary Swank, uno de los pocos personajes de la saga que no ha aparecido todavía.
Sin embargo, en los dos últimos episodios renacen los mismos conflictos de siempre. Y eso que incluso se bromea con esto en la serie, con Johnny buscando el conflicto entre Sam y Tory para que recuperen la garra perdida.
Miyagi Do acude al Seikai Taikai con conflictos reabiertos. Miguel y Robbie parecen haber mantenido una sana rivalidad, al igual que las diferencias entre Halcón y Dimitri no tendrán consecuencias en la serie. No tengo dudas de que Devon se redimirá de su mala comprensión de la filosofía Cobra Kai. Y Sam se enfrentará a Tory, convertida en una análoga de Anakin Skywalker en las filas de Cobra Kai.
Y Daniel y Johnny nuevamente separados por sus diferentes filosofías de afrontar la situación de Tory. Tras enterarse de la muerte de su madre, Daniel quiere parar la pelea porque considera que una persona no debe pelear cuando se encuentra emocionalmente inestable. Johnny, por otro lado, considera que el karate es el mejor camino que tiene Tory para recuperar esa estabilidad. Dos posiciones entendibles y muy humanas, por otro lado.
Con todo esto, la siguiente tanda de episodios nos situará en Barcelona, con el inicio del torneo más importante de la serie.
A todos los que hemos flipado con Cobra Kai desde su primera temporada, estos cinco episodios no defraudarán. Su corta duración y su sentido del ritmo siguen siendo envidiables. Y tenemos a Johnny Lawrence. Lástima de, una vez más, la insistencia en repetir los mismos conflictos a los que asistimos desde 2018.
¡Un saludo y sed felices!
¡Nos leemos en Las cosas que nos hacen felices!
