Bienvenidos por cuarta vez a Gilead. La revolución que tanto tiempo se ha estado gestando ha comenzado. Ochenta y seis niños han sido liberados y transportados a Canadá por obra y gracia de June (Primero llamada DeFred y luego DeJoseph). La pregunta es, ¿Y ahora qué? Empezamos a saberlo con el análisis de los tres primeros capítulos de El cuento de la criada.
Análisis de todos los capítulos de El cuento de la criada
Cada temporada de El cuento de la criada comienza con la promesa de que Gilead, la nación retrógrada que obliga a las mujeres fértiles a tener relaciones sexuales en contra de su voluntad con los “comandantes”, caerá bajo el puño de la revolución de las criadas.
Sin embargo, al menos por lo que hemos visto en estos tres episodios, esa promesa vuelve a quedar en nada. La revolución cae implacablemente, no sin antes volver a actuar como un martillo y acabar con la vida de varios comandantes envenenándolos.
Aunque ya no adapte los textos de Margaret Atwood (su novela Los testamentos, secuela de El cuento de la criada, poco tiene que ver con el argumento de la serie), su showrunner Bruce Miller sigue enfocando todo nuestro punto de vista en June. Es por eso que la visión que tenemos de Gilead jamás abandona la parcialidad. Desconocemos cómo funciona el régimen a grandes rasgos y su política general.
Por ello, lo que vemos continuamente es el continuo cambio en la mentalidad de una mujer obligada a participar de un régimen dictatorial y su forja como rebelde y, posteriormente, líder. Eso sí, una líder sin preparar que incluso no tiene reparos en usar la violencia como venganza por lo que todas han sufrido.
Esa sensación de poca planificación, de bandazos, de actuar sin pensar, pese a un buen fin, también tiene sus consecuencias en Canadá. Casi todos los niños, sin excepción, se encuentran exiliados de la única familia que han conocido.
Esta ambigüedad entre lo que se debe hacer y las consecuencias reales de lo que se hace es lo más interesante de esta primera tanda de capítulos. La primera temporada de El cuento de la criada, la mejor de todas ellas con diferencia, se caracterizaba por la ambigüedad a la hora de presentar a sus principales personajes. Hasta el propio comandante Fred tenía momentos en los que éramos capaces de empatizar con él…lo que le hacía un ser aún más terrorífico cuando cometía los actos que todos conocemos. En las siguientes temporadas esta ambivalencia desaparece, lo que hizo que la calidad de sus guiones se resintiera. Esperemos que esta tendencia se recupere en la cuarta tanda de capítulos.
Tras sus primeros movimientos como Mayday, June es capturada y sometida a tortura en uno de los episodios más polémicos de toda la serie. En primer lugar, tortura física. Posteriormente, el impune asesinato de las Marthas bajo la lluvia. Finalmente, la peor de todas ellas: el daño psicológico de pensar que Gilead pueda hacer daño a Hannah, la hija de June que teme a su madre como si fuera una criminal. Tras estos tres movimientos, June acaba delatando a todas sus compañeras.
Este tercer episodio, dirigido por la propia protagonista, Elisabeth Moss, es el mejor reflejo de la polémica que suscita El cuento de la criada. ¿Es una serie con conciencia? ¿O un símbolo del torture-porn? Porque es cierto que a mí me da la sensación, como espectador, de que prima más el shock, el impacto de la violencia, que el hacer una metáfora verdadera que empareje los males de Gilead con los de la sociedad actual. Los hay que consideran que este tipo de escenas crudas y violentas son necesarias porque mantienen el foco en el crudo feminismo que emana El cuento de la criada. Personalmente, soy más de la sutilidad de la primera temporada, mucho más dolorosa en cuanto dejaba muchos de los actos más perversos a la imaginación del espectador.
Sobre todo porque, a fuerza de mostrar los primeros planos del intenso rostro de una Elisabeth Moss que exuda rabia y odio por todos los poros, estos acaban perdiendo fuerza. Lo mismo con el enfoque de la violencia, que aterrorizaba al principio y se acaba convirtiendo en rutina al final.
El capítulo termina con la fuga de June y Janine, así como la trágica muerte del resto de criadas rebeldes. Fuera del impacto de la escena, lo cierto es que la fuga resulta absurda. Se supone que el mayor movimiento interno contra Gilead solo iba custodiado por Tía Lydia y un conductor con la vejiga pequeña.
Estos tres primeros episodios mantienen un tono continuista con respecto a las anteriores temporadas. Una fotografía excelente, un diseño de producción espectacular, grandes interpretaciones y un guión competente. Habrá que ver como continúa la trama, pero ya hemos visto que la revolución ha finalizado…con un atisbo de esperanza.
Un saludo y sed felices!
Voy en el segundo episodio y la verdad no se si seguir. Yo no es que sea muy inteligente con las narrativas o los subtextos , no leo mucho y por lo tanto me cuesta entender eso. Pero percibo que se están burlando de mí. Tu por ejemplo en el último párrafo mencionas la fotografía y el diseño de producción, y están muy buenos. Pero siento que al final de cada episodio esa música , esas miradas , esos planos son como el “enganche” para que sigas viendo el siguiente y cubrir las deficiencias en la historia. Algo como lo que hace o hacía (la verdad , no lo se) Walking Dead (otra serie que solo destaca su primera temporada). Que, a propósito ,creo son bastante parecidas. Ese desaprovecho del contexto en el cual se ubican y todo lo que ello implica para darle mas aristas a la trama. Y que al final termina siendo lacrimógena y repetitiva.
Creo que debería reflexionar yo mismo porque sigo viendo algo que no me satisface. Me parece una serie entretenida , de hecho el tiempo aun pasa volando y de seguro la terminare (total es la última). Que es lo que hace a una serie “atractiva” ? en el fondo la seguiré encontrando buena ya que la sigo viendo ? Por que me gusta lo que me gusta ? jajajaja