Gideon Falls es la nueva colaboración del tándem creativo formado por Jeff Lemire y Andrea Sorrentino esta vez para Image Comics. Después de asombrar a propios y extraños con su trabajo al frente de una gran etapa para el Green Arrow de DC y de volver a coincidir después en otra etapa buena pero no tan redonda en el Viejo Logan de Marvel, el guionista y el dibujante se atreven con una obra de creación propia para la gran editorial independiente de Estados Unidos. Ya se han publicado los primeros seis números de la serie que conforman el primer arco argumental de la misma y en esta reseña vamos a comentar que nos ha parecido.
Jeff Lemire es uno de los guionistas más en forma del mercado. Se ha labrado toda un reputación desde el mercado independiente (donde también dibuja sus obras) hasta sus obras para Marvel y DC. Mientras que Andrea Sorrentino ha sorprendido siempre con un estilo de dibujo sorprendente y muy particular, con atrevidas composiciones de página que en ocasiones recuerdan al mítico Bill Sienkiewicz.
En Gideon Falls nos muestran las vidas de dos personajes rotos. Uno es un joven con severos problemas mentales que vive en una gran ciudad obsesionado por buscar en la basura pequeñas piezas de algo que (en principio) sólo vive en su trastornada imaginación. El otro, un sacerdote que después de vivir una experiencia traumática llega a un pequeño pueblo lleno de secretos.
La historia de estas dos personas, con contextos tan distintos, tendrá un punto en común con la leyenda de La Granja Oscura, un inquietante edificio que se aparece en distintos puntos del mundo trayendo la muerte y la locura a su paso y que siempre conlleva la desaparición de la gente que entra en su interior.
Lemire se aleja del genero superheroico para adentrarse en el misterio rural y el terror urbano y la verdad es que la jugada le sale perfecta. Vemos su maestría en la presentación de estos personajes tan llenos de aristas y de otros secundarios que les acompañarán en la resolución de los misterios que se van desenredando a lo largo de la narración: un asesinato en el pueblo que investigará el sacerdote junto a la sheriff del lugar y unas visiones compartidas del joven de la ciudad con su psiquiatra.
El guionista utiliza la historia para reflexionar sobre varios temas que le interesan (y que ya hemos visto en otras obras suyas). Lemire nos muestra su visión sobre la obsesión, la enfermedad mental, los remordimientos, las segundas oportunidades, las verdades ocultas y la fe. Todo ello bien envuelto en una historia de terror y misterio que poco a poco se va desarrollando hasta llegar a un punto y aparte al final del sexto número que nos deja con ganas de saber más.
Si el trabajo de Lemire es bueno no sería lo mismo sin el arte de Andrea Sorrentino. Sólo el italiano podría mostrarnos la locura que destila la historia. Utiliza trucos que ya le habíamos visto antes para mostrarnos la obsesión de los personajes, por ejemplo usando viñetas grandes con muchos marcos o primerísimos primeros planos para enseñarnos detalles de la colección de basura del joven protagonista, de su piso, de la investigación sobre la Granja…
Pero en lo que más brilla el dibujante es en sus composiciones. Son arriesgadas e imaginativas, sobre todo cuando nos tiene que mostrar el interior de La Granja Oscura. Dobles páginas con múltiples perspectivas que atrapan la vista del lector intentado seguir los caminos misteriosos que envuelven a los viajeros que se adentran en la Granja.
En definitiva vemos una perfecta comunión entre el guion y el dibujo. Pocas veces se ha visto tan bien reflejada la enfermedad mental y la obsesión como en este comic. Lo insano de la historia, los diálogos simples y efectivos, como se va desgranando la trama y resolviendo poco a poco el misterio (aunque ya adelanto que nos vamos a quedar con ganas de más). Todo se conjuga para presentarnos un comic redondo.
Es cierto que la historia tampoco es que sea un dechado de originalidad y que la narración a veces se hace un poco lenta, pudiéndose haber contado la mismo el algún número menos, pero el trabajo conjunto de Lemire y Sorrentino se eleva sobre la propia historia.
En definitiva, si te gustan las historias de terror psicológico con personajes atrayentes, con misterios y atmosfera insana este es tu comic, no lo dudes.
Por último y como nota curiosa comentar que ya hay un proyecto para llevar a la televisión esta historia ya que Hivemind, una nueva productora, se ha hecho con los derechos de la misma. Jeff Lemire y Andrea Sorrentino serán productores ejecutivos de la serie así que en principio todo parece indicar que será una adaptación fiel. Será curioso ver como trasladan a imágenes los dibujos de Sorrentino y ver si podrán capturar la insana atmosfera del relato.
¿Para cuando en España esta obra? Yo la quiero
Qué tal Mario? Me alegro que te haya generado interés esta reseña. La obra será publicará Astiberri en el primer semestre de de este año