Bienvenidos una vez más a los análisis de Knightfall, la serie que muchos esperaban y ahora no tantos siguen. Este séptimo episodio ansía alcanzar las cotas de epicidad, traiciones, giros y personajes bien creados de Juego de Tronos u otras muchas series, pero se queda a medio camino.
Análisis de los demás episodios de la temporada
Cataluña se alza en armas
Cataluña, el reino ficticio que Knightfall nos vende como real en la época tras la última cruzada, se ha cabreado por la muerte de su príncipe. Elena, prima de Juana de Navarra, se ha levantado en armas con su antiguo aliado por el asesinato de su hijo a manos de su nuera y la mano derecha del rey. Es curioso porque si la mano derecha del rey, De Nogaret, fue juzgado y llevado a la horca, no había el más mínimo interés en desvelar y gritar a los cuatro vientos que Isabel de Francia le ayudó, pero se ve que aquí todos saben de todo.
La primera acción en esta guerra es atacar el reino de Navarra (por fin Canal Historia, un reino que sí que existió) de donde es su prima. Allí, los nobles están aguantando como pueden con la reina Elena de Cataluña casi a sus puertas, con lo que Juana decide acudir en un acto de suma estupidez. Estupidez porque cuenta con la desventaja de no saber pelear, no tener nociones de diplomacia, no saber estrategia y estar llevando un niño en su vientre. Su estrategia es nada más y nada menos que hablar con su prima de tú a tú, prima que ya ha dejado claro que no tendría problema en cortar la cabeza a Juana.
De Nogaret sigue por ahí
De Nogaret, uno de los personajes más tontos de esta ficción, siempre por detrás del pesado de Parsifal, no se ha ido de París. Actitud curiosa de la mano derecha del rey teniendo en cuenta que semanas o días (no se, esta serie lleva muy mal eso de las elipsis temporales casi tanto como The Walking Dead) atrás estuvo a punto de ser ejecutado. Su plan es acercarse a Gawain, actual mano derecha de Landry, y conseguir algunos secretillos.
Como era de esperar, en ese tumulto de gente en el que casualmente se ponen a hablar, ni uno se entera de lo que dicen ellos dos, y teniendo en cuenta lo planos que son estos personajes, De Nogaret no tiene que presionar mucho a Gawain para conseguir lo que quiere. Este último se lo cuenta todo, incluido el lío que ha tenido con una mujer, incógnita hasta el final del episodio, y que llevará a De Nogaret al extremo en un acto de investigación más grande jamás visto (nótese el sarcasmo). Finalmente acaba hilando que el hijo que Juana espera es en realidad de Landry.
Otro traidor, ¿cuántos van ya?
Gawain no es uno de esos personajes que uno quiere y que te apena que cambie de rumbo y se ponga en contra de uno de los protagonistas. No, y aun así la serie lo trata como si nos interesase. Gawain duda sobre su maestre debido a que tras una noche de juerga en la que sale con el mismísimo rey de Francia a beber y pelearse por ahí, Landry le confiesa todo lo que ha hecho y por qué ha roto sus votos.
Tengamos en cuenta que el Papa dijo a Landry “no eres el primer templario que incumple sus votos, y no serás el último”. Pues resulta que Gawain es de esos que lo van a llevar al extremo. Sus dudas son tales que en su búsqueda del Grial, copa de la que si bebes te cura todos los males, piensa en quitárselo al que es su maestre y amigo.
La búsqueda de la dichosa copa
Las indicaciones de los sarracenos llevan a Landry y a Gawain al edificio donde este primero se crió. Un antiguo orfanato, ahora consumido por las llamas y donde casualmente aparece una mujer misteriosa. Esta mujer, sin ton ni son le revela que el Grial se le será revelado, pero solo si sigue sus indicaciones y no confía en nadie. Landry es un personaje creado a mala gana. No es amigo de nadie y lo es de todos a la vez. No le importa su hijo y al rato sí que le importa. Y ahora toca la fase de confiar en sus hermanos a pesar de no haber estado casi ni un día entero en el templo, condenar a uno a la muerte y tratar mal al resto.
La mujer, sin embargo, acaba llevando a Landry al Grial, que casualmente se encuentra en un convento de mujeres en plena Francia. Ya sabíamos que estaba en Francia, pero solo falta un cartel que diga “aquí está el Grial” en grande. Y allí está, en un árbol oculto de la manera más absurda posible, enrollado en un par de ramas.
En este momento se produce la catarsis de Gawain y decide purificar a su hermano Landry. Podrían ser locuras de un viejo tullido, pero cuando Gawain dijo de si mismo que era la mejor espada templaria, parece que se marcó un farol porque ni de espaldas consigue atinar a Landry. Comprendo la herida que lleva en la pierna, obviamente no será sencillo mantener un combate 1 contra 1 con un hombre sano, pero es patético.
Landry acaba ganando el combate y decide no matar a su hermano, es cristiano así que lo de matar a otros cristianos se ve que no le hace mucha gracia.
Parsifal y sus demonios interiores
Parsifal es de esos personajes que si no llega a aparecer en la serie nadie lo echa en falta. Ya sobraba en su encuentro con el antiguo maestre, sobrada en su entrenamiento y siu faceta de villano sigue sobrando. ¿Villano? Más o menos y es que resulta que su fijación con Roland, villano de la serie que no se qué pinta tampoco más allá de haber asesinado al anterior maestre y a la novia del chavalín, le llevará a secuestrarlo.
La chica judía que casi lo vende en el episodio anterior le deja una nota que Roland iba a enviar a su jefe, y Parsifal como buen secundario que no importa a nadie, acude a descubrirlo llevándose a este en su transporte a Génova, donde asesinó a una familia y será juzgado por ello, junto con unos cuantos aprendices. Tras un insignificante interrogatorio, Roland dice el nombre, o eso parece porque lo hace de manera ambigua, de su jefe. Y tras esa aportación y junto con una sonrisa de malo de película de Serie Z, Parsifal agradece su apoyo clavándole un hacha en la cara.
Tras esto, Parsifal ha ganado, ha expiado sus demonios y se ha vengado del asesinato de su novia y futura esposa, pero no todo va tan bien como piensa y sino que se lo digan al aprendiz templario que le clava un cuchillo en el estómago. Pobre Parsifal, hasta el último momento los responsables de la serie quieren que tu pérdida importe algo, pero lo siento si no sentimos nada.
Y hasta aquí el análisis del episodio. Se que puedo ser un poco ácido pero la serie no hay por donde cogerla. Canal Historia se ha reído de todos con su serie “histórica” y lo seguirá haciendo con su segunda temporada.
Un saludo y sed felices.
No sé tú, hombre, pero Parsifal era el único personaje que me entretenía. Desde el tercer episodio (Para mi) todo empezó a tornarse sumamente tedioso, repetitivo y aburrido, la típica historia de Romeo y Julieta (Landry y Juana en este caso) donde Romeo se queda sin Julieta; De nogaret debió haber muerto en el quinto episodio para rescatar algo de historia, pero qué más da, Parsifal a pesar de ser un segundón de primera te hacía olvidar todo el resto de la historia de esta penosa serie con su venganza, su ‘casi’ historia de amor con cierta judía, que terminaría siendo un consuelo, su obsesión, etc… Era como sacarle algo no tan dañado a la basura, pero que te puedo decir, tampoco me gustó Vikings, pienso que History debió quedarse haciendo Documentales, jajaja, un saludo amigo, buen aporte.
Buenas Guillermo, lo cierto es que Parsifal se me hacía cargante porque su historia me era de lo más típica (que también la de los demás), pero creo que lo aguantaba poco porque la veía en su versión original y el actor no es que me ayudara a querer a su personaje.
La serie ha seguido la típica característica de producción que quiere aguantar una segunda o tercera temporada y no arriesga a sacrificar a sus personajes. History no ha afinado el tiro en esta serie como ya lo hizo con Vikings, una pena.
Un saludo.
Saludos Alberto, me gustaría que hicieras un análisis de ‘The last kingdom’, Suerte.
Buenas Guillermo. La verdad es que no acabé la serie, me quedé al comienzo de la segunda, pero disfruté muchísimo la primera y no es mala idea hablar de ella ya que mis compañeros no lo han hecho.
Me lo apunto. Un saludo.