Casi tres años han pasado, pero la segunda temporada de Miércoles (Wednesday, conocida en Latinoamérica como Merlina) ya está en Netflix con los cuatro episodios que componen su primera mitad y corrige la mayor parte de los problemas de que adolecía la primera en un resultado más cercano a la mejor tradición de Tim Burton y a los personajes de la historia original.
Cuando allá por diciembre de 2022 este mismo redactor analizaba la primera temporada de Miércoles (Wednesday) se quejaba de que a la serie, si bien entretenida y visualmente deslumbrante, le faltaban humor negro, sorpresa, elementos “burtonianos” y mayor referencias a los Addams originales. La primera mitad de esta segunda temporada corrige cada uno de esos aspectos y tiene prácticamente todo lo que le faltó a la primera.
Coincidentemente, lo mismo ocurrió con la segunda película de Barry Sonnenfeld (1993) con respecto a la primera de La Familia Addams (1991) y, si nos atenemos a la filmografía de Tim Burton, con Batman Vuelve (1992) con respecto a la primera del murciélago. En todos los casos parecieran haber hecho falta dos entregas para que la oscuridad emergiera…
De los cuatro episodios que componen esta primera mitad, dos están dirigidos por Burton, conservando siempre su rol como productor, al que se suma también ahora Jenna Ortega, de la primera temporada a esta convertida en estrella y cobrando como actriz 250.000 dólares por capítulo contra los 30.000 que cobraba en aquella.
Así que, mientras aguardamos por la segunda mitad de la temporada, veamos qué nos ha dejado la misma hasta aquí la misma recordando que la serie, creada por Alfred Gough y Miles Millar (Smallville), está ya disponible en Netflix y pueden leer aquí mi análisis de la primera temporada. Cumplo en recordar que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA y, si desean omitir la reseña de lo ocurrido en estos cuatro episodios o aún no los han visto, pueden pasar directamente al subtítulo “Balance de Mitad de Temporada”…
Vuelta a Clases
Un flashforward inicial nos muestra a Miércoles amordazada y atada en un oscuro sótano junto a unas cuantas y siniestras muñecas de porcelana. Su relato en off nos pone al día de que en el verano anduvo a la caza de un asesino serial que, conocido como “el desollador de Kansas City” e interpretado por Haley Joel Osment (aquel niño que veía gente muerta en El Sexto Sentido), es quien, invirtiendo el juego de gato y ratón, la ha atrapado.
Pero esa trama no es el eje de la temporada sino apenas una introducción y puesta al día. Todo se define rápido al conseguir ella liberarse y, con ayuda de Cosa, capturar al sujeto que va a parar a la cárcel mientras la prensa habla de una “chica misteriosa”.
Pasado el verano, Miércoles es llevada por sus padres a un nuevo ciclo lectivo en Nunca Más, pero esta vez en compañía de su hermano Pugsley (Isaac Ordóñez), ya bastante crecido y convertido en psicópata eléctrico, siendo sus bromas sufridas especialmente y en calidad de compañero de cuarto por el pobre Eugene (Moosa Mostafa).
La muchacha es ídolo entre los estudiantes por haber salvado a la institución y una niña pelirroja de ojos saltones, cuyo nombre nos enteraremos luego que es Agnes (Evie Templeton), le pide un autógrafo, a lo que responde que solo se lo firmará con sangre y no precisamente suya. Ser querida e idolatrada no es algo que le guste…
Su amiga Enid (Emma Myers) atraviesa una crisis amorosa al sentirse atraída por un recién llegado llamado Bruno (Noah B. Taylor), también lobo como ella. Quiere dejar a Ajax (Georgie Farmer), pues el “muchacho gorgona” ya no cuadra a sus expectativas, pero no sabe cómo decírselo.
Nada de eso importa a Miércoles, a quien no le van las relaciones afectivas ni, en general, la sociabilidad. De hecho, ha dejado en el pasado su relación con Tyler (Hunter Doohan), que se halla en la institución psiquiátrica Willow Hill bajo severas condiciones de reclusión que incluyen cadenas, collar eléctrico y barrotes de titanio. Dice que siempre fue un monstruo y que el revelarse como Hyde solo hizo que se le manifestara.
Por otra parte, continúa escribiendo su novela y entregada al chelo, en el cual descarga sus emociones más intensas ejecutando a Prokófiev. Pero sus poderes no le están jugando una buena pasada y es víctima de tortuosas visiones mientras lágrimas negras ruedan por sus mejillas, síntoma que su madre Morticia (Catherine Zeta-Jones) dirá luego reconocer como el mismo que en su momento manifestara su hermana Ophelia, también recluida en Willow Hill. Dictamina que está abusando del don y por tal razón le esconde el Libro de Goody Addams.
Pugsley, en tanto y tras quedar fascinado con una historia contada por Ajax, concurre al Árbol de la Calavera a la búsqueda de un muerto allí sepultado que llevara en vida un corazón mecánico. Lo reactiva mediante electricidad para hacerle su mascota personal y decide llamarle Slurp luego de vomitarles encima a él y a Eugene para delicia del primero y repulsión del segundo.
Cría Cuervos…
Hay nuevo director en Nunca Más: su nombre es Barry Dort y está interpretado por el bueno de Steve Buscemi. Convence a Morticia y Gomez (Luis Guzmán) de hacerse cargo de los fondos de la institución y reunir donantes con vistas a una gala próxima a realizarse, por lo cual el matrimonio se instala en una cabaña cercana.
Tiene la habilidad de manipular el fuego, pero también a las personas y extorsiona a Bianca Barclay (Joy Sunday) a los fines de usar su poder de sirena para dominar voluntades y borrar recuerdos. Una de sus víctimas es Morticia, a quien convence de llamar a su adinerada madre Hester (Joanna Lumley) para que aporte fondos.
Cosas extrañas están ocurriendo. Un ex oficial de policía llamado Carl Bradbury aparece muerto en las cercanías y también su amigo Donovan Galpin (Jamie McShane), a quien conociéramos como sheriff en la temporada anterior, pero que estaba el último tiempo entregado al abandono y la bebida tras lo ocurrido con su hijo Tyler. A ambos les faltan los ojos y hay cuervos rondando…
La Chica Invisible
Dos misterios intrigan a Miércoles. El primero tiene que ver con un acosador que le deja crípticas notas y hasta roba su novela que, milagrosamente, alcanza a rescatar del fuego. El otro son las visiones que le vienen aquejando, presentándosele un cuervo y una lápida con el nombre de Enid, quien la culpa por su muerte.
Creyendo que ambos misterios están relacionados, hace una visita a Tyler en Willow Hill. El encuentro está cargado de tensión: él sigue resentido y tiene un par de accesos violentos que son reprimidos por el collar eléctrico que lleva al cuello. Y antes de que Miércoles se marche, amenaza con matar a Enid…
Pero está recluido y pareciera que alguien trabaja con él desde afuera. La cosa se pone espesa cuando el enigmático acosador secuestra a Enid y Bruno, debiendo Miércoles resolver el misterio con las pistas que le deja y que conducen sugerentemente a la novela El Hombre Invisible, de H.G. Wells…
Quien finalmente está detrás de todo no es alguien que quiera hacerle daño, sino más bien llamar su atención. Y no es acosador, sino acosadora. Hablamos de Agnes, la niña del autógrafo, quien tiene el don de hacerse invisible y por eso se ha movido con tanta facilidad. Pero no ha tenido nada que ver con los asesinatos y el secuestro de Enid fue solo para llamar la atención de Miércoles y celebrar el Día de las Bromas…
Campamento
La obsesiva Agnes ansía ser colaboradora de Miércoles, pero esta no la quiere ni cerca. Termina, sin embargo, aceptándola de mala gana por los beneficios que su invisibilidad le aporta, pero le marca terreno y la define como su “recadera voluntaria prescindible”. A Agnes, de todos modos, se la ve feliz y, más allá de su insoportable y adulador fanatismo, aporta elementos robados a la policía que ayudan en la investigación, como un teléfono móvil de Galpin o una caja con pruebas que conducen a una cabaña en los bosques muy cercana al lugar donde tendrá lugar un campamento del colegio…
Miércoles debe, por mucho que le disguste, sumarse al mismo, pero una vez en el lugar hay conflicto con un grupo de cadetes scout cuyo líder (Anthony Michael Hall) manifiesta en forma petulante que ellos habían hecho reserva antes. Los papeles del director Dort acreditan lo contrario y, habiendo entonces doble reserva, el asunto se dirime con una competencia de colores en la cual cada bando debe tratar de recuperar su propio emblema que se halla en poder del otro.
Flechas y tirolesa mediante, Miércoles acaba dándole el triunfo a su bando y el jefe scout convertido en piedra por el error de dejar sin gorro a Ajax. Pero no se resigna y, vuelto a su forma normal, intenta en la noche tomar el lugar por la fuerza sin saber de la presencia del zombie de Pugsley, llevado por este al campamento en ataúd. El mismo termina devorándolo ante la mirada horrorizada de sus cadetes y no está tan mal…
Duelo a Ciegas
Mientras en el campamento cantan en torno a una fogata, Miércoles se escabulle en la noche a la cabaña y, junto a Cosa, encuentran allí varios recortes de obituarios de internos de Willow Hill y un cartelillo con el nombre LOIS en letras mayúsculas.
Vuelta al campamento, necesita el libro de Goody, pero su madre persiste en negárselo y el asunto se resuelve con espadas en un “duelo a ciegas” (así, en español), doble homenaje a la serie de los sesenta y a la famosa escena de esgrima que Catherine Zeta Jones protagonizara junto a Antonio Banderas en La Máscara del Zorro (aquí retro-análisis). En caso de vencer Miércoles, Morticia entregará el libro, pero de hacerlo esta, irá al fuego…
Mientras Enid anuncia oficialmente a Ajax el fin de la relación, Slurp logra escapar y, tomando un hacha, arremete contra uno de los baños del predio en el cual Gomez se está duchando. La escena remite claramente a El Resplandor (1980), pero Gomez canta y no se entera de nada, creyendo incluso que la lengua del zombie en su espalda es Morticia jugando.
El duelo a ciegas, en tanto, se define a favor de Morticia, pero aparece en escena Slurp dispuesto a hincarle el diente y termina paradójicamente salvada por Miércoles, que logra ensartarlo e inmovilizarlo. Pugsley mira con aprensión cómo su zombie es trasladado a Willow Hill, donde quedará recluido…
El Regreso de Thornhill
Una antigua conocida hace presencia en la temporada. Y no solo antigua porque haya estado en la primera, sino porque además es interpretada por Christina Ricci, quien diera vida a Miércoles en las películas de los noventa (aquí retro-análisis de la primera). Se trata, por supuesto, de Marilyn Thornhill, de la cual volvemos a tener noticias desde que fuera recluida y apartada de Tyler por temor a que se potenciasen.
La directora Fairburn (Thandie Newton) la ha hecho traer a Willow Hill para que ayude justamente con la rehabilitación del mismo, en la cual no viene teniendo éxito. Thornhill se niega, pero cambia de opinión ante la amenaza de ser trasladada a una prisión común. Pero el encuentro cara a cara termina con Tyler convirtiéndose en Hyde y casi asesinándola. Un aviso…
Abuela y Nieta
Siguiendo la pista de los obituarios, Miércoles va a parar al cementerio en el que supuestamente se encuentran los restos de los fallecidos y se encuentra allí con su abuela Hester, toda una eminencia en materia mortuoria. Al oler ambas las cenizas de una de las urnas, descubren que no se corresponden con restos humanos sino animales, lo que implica que las muertes fueron fingidas…
De la nada, aparece el cuervo y captura al vuelo el recorte periodístico que tiene Miércoles, quien le persigue sin alcanzarlo y le ve huir a la distancia, como también a una misteriosa figura en motocicleta y encapuchada. Es obvio que detrás del asunto hay un aviante, es decir alguien capaz de controlar las aves y hay que averiguar quién es. A los fines de indagar quién firmó en su momento los falsos certificados de defunción, Miércoles pide a su abuela que compre el cementerio para tener así acceso a los mismos…
No es el único familiar al que recurre. También al tío Fétido (Fred Armisen) para que se infiltre en Willow Hill, lo cual este hace rentando una habitación en un hotel de las cercanías y provocando los suficientes ruidos molestos para generar intervención policial y posterior detención al comprobar los agentes la cantidad de licencias y documentos falsos que tiene en su poder. Cuando le ven comer un cactus, no hay dudas de que debe ser internado en Willow Hill, objetivo por él buscado. Y de manera colateral, el hecho sirve para que encuentren también en el hotel a Gabrielle (Gracy Goldman), madre de Bianca.
En Nunca Más, enterada esta última, quiere ir a la seccional, pero se encuentra trabajando con sus compañeros en las invitaciones para la gala bajo estricta mirada y supervisión de Orloff, cabeza incorpórea en un frasco interpretada por Christopher Lloyd que, junto a Ricci, es otro de los que estuvo en las películas de los noventa. Al no permitírselo, Bianca recurre a la ayuda de Ajax para convertirle en piedra…
Ataque de Cuervos
Hester logra averiguar que los certificados de defunción fueron firmados por Augustus Stonehurst, de quien Agnes descubre que fue jefe médico en Willow Hill y después profesor en Nunca Más para terminar nuevamente en el psiquiátrico, pero en condición de internado.
Enid, en tanto, está cada vez más celosa de Agnes porque Miércoles pasa más tiempo con ella, pero esta nada puede decirle sobre sus visiones ni explicarle que las habilidades de Agnes son justamente fundamentales para salvarla.
De pronto, una nube de cuervos se abate sobre el instituto atacando a los estudiantes en escena que claramente homenajea a Los Pájaros (1963), a lo cual Dort responde con bolas de fuego. Uno de ellos captura a Cosa y se lo lleva en vuelo, pero es alcanzado por una de las bolas y salvado Cosa en su caída por Enid.
Miércoles ve una vez más a la figura embozada y corre tras ella sin alcanzarla. Sospecha de la doctora Fairburn y de Isadora Capri (Billie Piper), nueva maestra de música en Nunca Más y musicoterapeuta en Willow Hill.
Garras
Fétido se encarga de hacer averiguaciones sobre Los y una pista falsa le lleva a una mujer llamada Louise. Puesto por Cosa al tanto de Stonehurst, redirige la investigación y encuentra a este en el aviario. Inmóvil y silencioso, el hombre se comunica a través del loro que lleva al hombro. Fétido pregunta por Lois y el animal le da una clave numérica: 51971…
Cuando le conduce de regreso a su habitación, Stonehurst le señala una puerta identificada como “mantenimiento”, pero al intentar hurgar allí es reconocido por Thornhill, que le denuncia a Fairburn. Torturado con descargas eléctricas que son para él un solaz, acaba maniatado en una habitación junto a un Slurp cada vez más reconstituido.
Anoticiada por Cosa, Miércoles se infiltra en el maletero de Capri mientras una explosión provocada por Agnes distrae al guardia. Logra llegar a su tío y huir con él, pero Slurp se pone fastidioso y Fétido le aplica una descarga eléctrica que tiene como efecto no buscado el liberarle y que salga a rondar por la institución mientras Capri, justamente, ejecuta al piano para los pacientes Zombie, de los Cranberries (magnífica versión, por cierto).
Con el código numérico, logran entrar en Mantenimiento y se encuentran con que LOIS es en realidad una sigla (de allí que el nombre estuviera escrito en mayúsculas) que significa Estudio de Integración de Excluidos a Largo Plazo (Long-term Outcast Integration Study). Allí se hallan los supuestamente muertos y nos enteramos que Stonehurst experimentaba con ellos para transmitir sus habilidades a humanos normales.
Arma en mano, irrumpe entonces la figura de capucha que, al quitarse la misma y contrariamente a lo supuesto por Miércoles, no es Fairburn sino su asistente Judi (Heather Matarazzo), de la cual nos enteramos que es hija de Thornhurst y ha querido continuar sus truncos estudios. No solo eso: ella misma fue en su momento objeto de experimentación y de allí su capacidad para controlar aves…
Fétido genera una descarga masiva que deja sin energía al psiquiátrico. Los excluidos se fugan en masa y Thornhill aprovecha el entrevero para liberar a Tyler, ahora que su collar no funciona. Mal hecho: no sé qué esperaba pero, ya convertido en Hyde, la termina asesinando y sale a la caza de Miércoles, a la que arroja desde una ventana al momento de llegar policía y ambulancias, provocando ello su huida a los bosques mientras la muchacha yace en el suelo y en su cuello hay marcas de garras…
Balance de Mitad de Temporada
Qué bueno que Miércoles se haya encaminado. No ella, que no lo va a hacer nunca, sino la serie. No es que la primera temporada estuviera mal o no se dejara ver, pero era más Harry Potter que Addams y, sin menospreciar al brujito, que tiene lo suyo, estos constituyen en sí mismos un universo propio y rico sin necesidad de acercarlos a ninguna saga posterior por exitosa e influyente que la misma haya sido: Star Trek no tiene que parecerse a Star Wars ni James Bond a Jason Bourne, algo que no entendió Tom Cruise con Misión Imposible y me hago cargo de lo que digo…
En ese sentido, una de las carencias de que me quejaba en la primera temporada era la falta de presencia de los miembros de la familia, pues por mucho que la serie se llame Miércoles, no hay que olvidar que ella es una Addams. El que Morticia y Gómez hayan sido reclutados para la gala por Dort es una buena excusa argumental para que estén más cerca y se agradecen la llegada de Pugsley en versión adolescente o la introducción de la abuela Hester.
No solo eso: los Addams lucen más Addams. La propia Jenna se ve más pálida y un breve flashback la muestra de pequeña luciendo casi idéntica a Lisa Loring, quien diera vida al personaje en los sesenta (y que lamentablemente nos dejó hace dos años).
Catherine Zeta Jones está asimismo más estilizada como Morticia, habiéndose seguramente sometido a dietas, mientras que Largo está bastante más cadavérico y Fétido más excéntrico e incorrecto: defiende el trabajo infantil (cuando Jackie Coogan, quien lo interpretara en los sesenta, fue uno de los que más luchó por los derechos de los niños actores) y se jacta de las mujeres a las que usó. Que le pase a quien le pese: esto es una parodia siniestra y no un manual de ética y comportamiento.
Pero además, la historia ha ganado en giros e intriga (pasó de todo en estos cuatro episodios), como también en humor negro, moviéndonos a una risa quizás culpable como el accidente de tránsito que, sin darse cuenta, generan los Addams camino a Nunca Más o las muertes del jefe scout y el instructor de manejo, ambos devorados por Slurp, por cierto una gran incorporación cuya historia, habida cuenta de que se sigue reconstituyendo, dudo que termine aquí. Y hay momentos verdaderamente terroríficos, lo que acentúa el carácter siniestro de que hablábamos y bienvenido sea.
Jenna Ortega sigue siendo tan eficaz como carismática y funciona especialmente bien en cada interacción con Catherine Zeta Jones, también magnífica y con más protagonismo que en la temporada anterior. Steve Buscemi es una incorporación tan increíble como su versatilidad y un enorme detalle el sumar a Christopher Lloyd para seguir rindiendo homenaje a las películas de los noventa, quedando ello evidente cuando las dos Miércoles (Ortega y Thornhill) se quedan mirándose al cruzarse o, ni qué decir, en el episodio del campamento, claro homenaje al segundo y mejor de aquellos filmes.
Pero cabe destacar también al elenco juvenil que, contando ya con unos brillantes Moosa Mostafa y Emma Myers, incorpora a una superlativa Evie Templeton en un personaje que lleva maravillosamente al paroxismo la toxicidad tantas veces típica de los fans y que quizás la propia Ortega haya sufrido en carne propia después de la primera temporada. Y a pesar de su carácter psicótico y obsesivo, capaz de llegar al robo o el secuestro, jamás llega a caernos mal y ojalá siga en la serie bastante tiempo.
La estética no solo sigue siendo impresionante sino que además se profundiza con recursos ingeniosos, como los flashbacks en blanco y negro o la historia que, contada por Ajax, es recreada con animación al estilo de Pesadilla antes de Navidad o La Novia Cadáver, dos títulos que, uno como productor y el otro director, involucraran también a Burton.
También son para destacar las referencias literarias, como la pesquisa ligada al libro de Wells, la mención a Beowulf o que una de las víctimas del asesino de los cuervos se apellide Bradbury. Ello sin dejar de mencionar que el instituto se llama Nunca Más y esa referencia a Poe se ve en esta temporada acentuada no solo por el papel decisivo de los cuervos sino porque él, al parecer, ha pasado en algún momento por la institución y, de hecho, hay un retrato que lo recuerda. Fuerte…
O las referencias cinéfilas, como las ya mencionadas a El Resplandor o Los Pájaros, habiéndolas también a Carrie o El Silencio de los Corderos sin olvidar, claro, las películas de los Addams. O la impecable banda sonora de Chris Bacon más el tema central de Danny Elfman y las referencias al cancionero popular, casi siempre en relación con la historia misma…
Los estudiantes, por ejemplo, cantan en el campamento Bad Moon Rising (Mala Luna saliendo) de Creedence Clearwater Revival, y el director Dort se presenta al ritmo de Dancing in the Dark (Bailando en la Oscuridad), de Bruce Springsteen, haciendo especial énfasis en la frase “no puedes encender un fuego sin una chispa”. Los esposos Addams bailan tango al son de La Cumparsita (Gerardo Matos Rodríguez) y, en sendas escenas de baño, Gomez canta Bésame Mucho (Consuelo Velázquez) y Fétido grazna I wanna know what Love is know what Love is (Foreigner), dos piezas en genial contraste con el contexto…
En definitiva, estamos viendo una gran temporada, claramente la que en lo personal hubiera querido ver hace casi tres años al estrenarse la primera. Esperemos que los cuatro episodios restantes, a estrenarse el 3 de septiembre, así lo confirmen y quedamos a la espera, pues si bien han sido esclarecidos algunos misterios, claramente hay otros que no. Y todavía falta aparecer Lady Gaga…
Hasta la próxima y sean felices…









