Bienvenidos, auténticos fieles, una temporada más a esta nuestra serie. Ha pasado casi un año desde que nos viéramos por última vez (un año corto, tampoco exageremos), y yo se que más de uno tiene ya la mandíbula destrozada de la tensión por la espera. Nos os hago esperar más, vamos con el análisis del primer capítulo de Predicador, temporada 3. Para saber de que va la serie, o conocerla un poco, aquí tenéis las anteriores temporadas.
Los L’Angelle
Que el papi de Jesse no era un tío del todo cuerdo ya lo sabíamos todos. A finales de la temporada pasada empezamos a tener sospechas también sobre su abuela. Pero cuando, en este inicio de capítulo, vemos a la vieja bruja (en el aspecto mas laboral de la expresión) esclavizar a su hija, y abrirla sin anestesia para conocer sus secretos… Diría que Jesse no ha tenido una familia excesivamente funcional.
La vida del joven Jesse Custer va a ser un eje central, de nuevo, esta temporada.
El “problema” de Tulip
La temporada pasada dejamos a Tulip en un estado de salud poco amable, por decirlo de alguna manera. Así que a pesar de lo problemático de su familia, Jesse decide recurrir a su abuela para que le ayude con ese pequeño problema. Tras un sano intercambio de palabras entre Jesse y Cassidy, que nos hace sospechar que la relación entre ambos de está deteriorando, vemos a la anciana en cuestión. El trato parece simple, unas gotas de sangre por la vida de Tulip. ¡Ah! Y un montón de sus cosas favoritas para “traer su espíritu al mundo de los vivos”
Mientras Cassidy le compra a Tulip sus cosas favoritas, Jesse charla un rato con el tío que mató a su padre. La reunión de Jesse se alarga un poco, entre matar a los miembros de un clan vooodo rival y pegarse con el tío que mató a su padre, por lo que Cass tiene tiempo de charlar un poco con la matriarca. Nada incómodo: un poco de comer chilis picantes, un poco de hablar de desamor, y un poco de insinuar que podría tener a Tulip si se lo pide.
Jesse lleva a su abuela todas las cosas necesarias para el conjuro, y se sienta al lado de Tulip, a esperar por su amor.
Esta es tu vida
El infierno es un lugar terrible, Eugene lo sabe de primera mano. Pero el purgatorio tampoco es un sitio en el que quisiéramos estar ninguno. Tulip O`Hare se ve obligada a revivir su vida. Y, chicos, os aseguro que la familia de Jesse es una familia feliz y conservadora comparada con los O’Hare. Pobre Tulip, creyó que podría ser una niña feliz con un bote de caramelos. Así que Tulip espera a la muerte en la misma habitación donde esperó a los servicios sociales cuando apenas tendría 10 años.
Tulip se encuentra con algo que no recuerda. Un tazón de cereales y una pila en ellos. No acaba de entender que está pasando. Pero Tulip jamás ha sido una chica tonta, y siempre encuentra la manera de volver a casa. Aunque puede que se encuentre a alguien por el camino. A Dios, por ejemplo. Y puede que tenga una pequeña misión para ella.
Con Tulip de vuelta al mundo de los vivos, Jesse tiene una última conversación nocturna con su yaya. Tienen un trato. Y, como ya sospechábamos, no es tan sencillo como parecía en un principio. Además, Madam L’Angelle no parece una de esas personas a las que puedas jugársela.
La opinión de Sofía
Como inicio de temporada, ha sido flojo de narices. Espero que esto remonte. Nos falta un malo a la altura, porque por mucho que sospechemos que Madam L’Angelle va a ser un peso pesado de la temporada, Herr Starr aún debería estar por ahí, con un trozo del alma de Jesse. También tenemos a Hitler de nuevo en la vida, y a Eugene fugitivo del infierno…
Era evidente que teníamos que resucitar a Tulip, pero ¿Necesitabamos un capítulo completo? Aún así, Predicador se ha caracterizado por sus crescendo y su aumento progresivo de calidad durante sus temporadas. Así que tengo mucha fe en esta temporada, donde vamos a ver mucha tensión entre Jesse y Csssidy, y un nuevo aspecto de Tulip, que va a tener que creer.
Lo veremos, en el próximo capítulo. Hasta entonces… sed felices.