Nuevo episodio de Riverdale y, por lo tanto, nuevo análisis. Cuarto de esta temporada final o, para quienes así lo prefieran, capítulo 121 del listado total: su título es Amor y Matrimonio. La serie creada por Roberto Aguirre-Sacasa es emitida por The CW y para España por Movistar+.
Bienvenidos una vez más, riverdaleros, para analizar otro episodio de Riverdale que sigue con nuestros personajes en esa particular burbuja espacio-temporal que les mantiene en una versión alternativa de los cincuenta y sin noticias de viajeras cronoquinéticas, cometas o apocalipsis.
La entrega tiene un delicioso tono de comedia romántica de otros tiempos y continúa mostrando que las verdaderas esencias de los personajes persisten en aparecer y, poco a poco, en todos. Por cierto, éramos pocos y llegó “Vughead”…
Pasemos ya mismo a analizar el episodio no sin antes advertir, como siempre, que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA ni dejar de recordar que pueden leer aquí nuestros análisis anteriores.
En Busca de Coartadas
Comenzamos con Jughead y Ethel detenidos tras el hallazgo, en el vagón del primero, del cómic y la ilustración que les comprometen. La pareja necesita un informe de forense que determine que la hora de muerte de los padres de Ethel coincide con el momento en que Jughead estaba en el baile descalzo. Por un momento, tuve la esperanza de que volveríamos a ver a nuestro doctor Curdle en alguna de sus versiones, pero no…
Lo cierto es que Veronica mueve sus contactos para conseguir el certificado de defunción y ello da a Jughead la coartada necesaria para que lo liberen, pero no así a Ethel, quien, recordemos, no asistió a aquel baile. La razón por la cual no fue, según cuenta a Jughead, es que en el camino y mientras esperaba el bus, se apareció Julian Blossom ofreciéndose a llevarla. Después intentó propasarse con ella en el auto, hubo forcejeos y finalmente Ethel se bajó y emprendió el retorno a su casa.
Sabiendo esto, Jughead aborda a Julian en el colegio pues necesitan su testimonio para liberarla. Sin embargo, el hermano de Cheryl, como sobrando la situación, dice que no piensa quedar pegado a Ethel ante todo el colegio, ya que ello le bajaría puntos de prestigio.
Jughead lo impacta directo a la mandíbula y, créanme, hemos tenido montones de puñetazos a lo largo de la serie y hasta escenas de boxeo, pero ningún golpe como este…
El resultado es que Julian acaba declarando y Ethel, liberada, regresa con los Cooper…
Test de Cupido
Finalmente, nos habíamos (o nos habían) engañado con lo de Cheryl y Archie. Todo indicaba que habían tenido sexo, pero no: al parecer, no llegaron “hasta el final”, aunque ella dice que sí y pide a Archie que la cubra; lo necesita ante su familia para que la dejen de perseguir con la cuestión de su sexualidad. El problema es que puesta al tanto Mary, tanto ella como los padres de Cheryl dan por asumido que los jóvenes deben casarse, pues el asunto ya goza de estado público y Cheryl podría quedar “en deshonor”….
Hay cena en casa de los Blossom y Archie se siente bajo escrutinio todo el tiempo. Clifford Blossom, que en esta versión es alcalde de Riverdale, pide a Archie opinión sobre los rusos y la guerra fría, ante lo cual, sin demasiada idea, este no tiene más remedio que responder con frases hechas que parecieran dejar conforme al alcalde: macartismo en el ámbito doméstico…
Pero lo peor es que la pareja es sometida por el doctor Werthers a una prueba de compatibilidad vulgarmente conocida como “test de Cupido”. Las preguntas son igual de inconducentes que las respuestas, pero aun así el facultativo determina que los jóvenes son compatibles. Mary se sorprende del resultado por lo diferentes que son. Penelope, más simple y pragmática, lo justifica en que ambos tienen hermoso y abundante cabello rojizo: irrefutable…
Lo cierto es que Archie y Cheryl parecen estar atrapados en una relación que no manejan por sí solos y en la cual, al menos de momento, no hay amor, lo cual no quita algo de atracción mutua y hasta un beso sobre un puente en una bella y “burtoniana” escena…
Sorpresa…
Betty cree que ya es hora de pasar con Kevin a algo más físico pero, contrariamente a lo imperante en la época, es el varón quien prefiere esperar al matrimonio para hacerlo. Ella dice estar cansada de que todas las decisiones sobre su relación sean tomadas por él, así que rompe la misma.
Devastada, va a hablar con Toni que, intentando consolarla, la lleva al Cuarto Oscuro para tener una charla más profunda café de por medio. Mala idea: apenas llegar, encuentran a Kevin bailando con Clay y por más que Toni intente que Betty no lo vea, la rubia lo hace y queda boquiabierta…
Orient Express
Jughead quiere regresar a su vagón, pero después del allanamiento ha quedado patas para arriba e incluso Hot Dog ha sido llevado a la perrera. Veronica se ofrece a ponérselo a nuevo mientras él va por Hot Dog y, en efecto, Jughead casi no reconoce el lugar al regresar: afirma que parece el Orient Express, pero rápidamente aclara que “sin asesinato” al darse cuenta que no es el mejor momento para esa analogía.
Lo que está claro es que, poco a poco, “Vughead” va apareciendo también en este tiempo alternativo y Jughead dejando de ser convidado de piedra en la medida en que comienzan a despuntar afinidad y atracción mutua con Veronica…
Devolución Fallida
Alice le ha encontrado a Betty el libro sobre sexo y está escandalizada, pero Ethel le salva la ropa a su amiga al decir que el libro es suyo, cosa que a Alice no sorprende. La atención de Betty, no obstante, está ahora puesta sobre todo en Kevin y decide ir a verlo, pues al parecer y según dice, ha estado leyendo justamente en el libro sobre gente como él y lo acepta.
Al ser abordado por ella, él comienza diciendo que el baile con Clay fue solo una broma, pero al ponerse ella más inquisitiva y a la vez más comprensiva, termina reconociendo la relación y muestra pesar por el modo en que ella ha tenido que enterarse. Le cuenta que, de todas maneras, fue recién en esa noche que tuvo su primera relación con Clay, dejando claro así que nunca le fue técnicamente infiel pues ya habían roto.
Ella considera que debe devolverle la insignia, pero él no la acepta y, además, le dice, pertenece en realidad a Alice. Anoticiada entonces Betty de que su madre ha estado impartiendo consejos a Kevin sobre su relación con ella, va a verla montada en cólera y, para peor, se encuentra con que Ethel ya no está allí pues, tras el incidente con el libro, Alice ha decidido destinarla a la institución de las Damas de la Misericordia…
El Test de la Rana
Fangs, entretanto, está preocupado por su novia Midge, de quien teme que esté embarazada. A tal fin, Toni le hace el test de la rana que, en efecto, lo confirma. Para quienes no supieran nada del mismo antes de ver este capítulo, les comento que fue un método muy popular por esos años y, si quieren saber más, les dejo link con artículo de la BBC al respecto.
Pero cuando Fangs decide ir a ver a la familia de Midge para hacerles el anuncio y formalizar la relación, se encuentra con que le mandan de paseo pues, claro, él es poca cosa para ella y las Serpientes, ya lo sabemos, carecen de buena prensa….
El Precio de la Pimienta
Los padres de Cheryl han prácticamente organizado la vida futura de la joven pareja; entre otras cosas, quieren que ella y Archie se instalen en Thornhill, pero a él no le gusta ni un poco la idea y le propone, en cambio, escapar hacia el oeste y ser libres. Cheryl se lo comenta a Toni, pero a esta, obviamente, no le gusta la idea y le dice que en algún momento deberá enfrentarse con quien verdaderamente es…
Es así que cuando todo parece listo para que la pareja se largue e incluso Archie espera por Cheryl en la parada del autobús, ella, en glamorosa imagen, llega con su descapotable y le dice que no podrá acompañarlo, que no es la chica para él y que posiblemente la tenga al lado de su casa, en clara alusión a Betty.
Cheryl va una vez más en busca de Toni, que, en definitiva y aunque no lo diga, es su razón para permanecer en Riverdale. En conversación con ella, reconoce que se lleva bien con Archie, pero tácitamente admite que lo que siente por él no es amor, algo muy semejante a lo que Betty, antes, le sonsacara al propio Archie al decirle que “una cosa es salvar a una persona y otra es amarla”.
Toni le termina regalando un ejemplar de El Precio de la Pimienta, de B. Harper. Si no reconocen el libro, les diré que es ficticio, pero hace clara referencia a uno muy real que es El Precio de la Sal, posteriormente reeditado bajo el título Carol y cuya autora, la célebre escritora policíaca Patricia Highsmith, publicara originalmente bajo el seudónimo de Claire Morgan. La novela presentaba la relación amorosa entre dos mujeres en la New York de los cincuenta con la novedad para la época de que ninguna de ambas era villana ni acababa muriendo.
Hola “Vughead”…
Archie, tras las palabras de Cheryl, está convencido ahora de ir por Betty y, de hecho, le ha escrito un poema que está pensando en entregarle. Sin embargo, cuando está a punto de hacerlo, su madre le dice que ha venido alguien de visita para hacerlo recapacitar sobre sus actos y no es otro que el tío Frank, por cierto con cara de pocos amigos…
Jughead, mientras tanto, está preocupado por Ethel, pues conoce el prontuario psicótico de la institución en que la han metido y necesita sacarla de allí. En la escena final del episodio, Veronica le brinda consejo y consuelo, tanto que se terminan besando. Bienvenido Vughead a los cincuenta…
Balance del Episodio
Está comprobado que Riverdale es una serie a la cual le caen bien los escenarios alternativos o por fuera de la línea temporal. Lo hemos comprobado en la temporada anterior, con aquellos cinco primeros episodios ubicados en Rivervale, lo mismo que cada vez que nos vimos llevados al pasado con Archie y sus amigos interpretando a sus propios padres o en aquella magnífica entrega que nos contara los orígenes de Hiram Lodge (temporada 5, episodio 12).
Lo de ubicar a nuestros personajes en una década de los cincuenta alternativa viene funcionando bastante bien y está claro que la cuestión del cometa fue solo una excusa para hacerlo y bienvenida sea pues, por lo menos hasta aquí, la temporada no derrapa. No sabemos hasta cuándo se prolongará ese escenario, pero ojalá que por bastante tiempo.
Este cuarto episodio, en particular, ha tenido un delicioso clima retro de comedia romántica con toques de drama y por más que la historia se ubique en los cincuenta, el abordaje está hecho con la visión que de esa década se tenía en los ochenta o primeros noventa.
Ayudó a ello la fotografía que nos ha dejado momentos bellísimos como el beso sobre el puente con un entorno muy a lo Tim Burton, al igual que la selección de la música que, en este caso particular ha recalado más de una vez en el clásico Unchained Melody, de The Righteous Brothers que, aunque muy cincuentero, es ya para esta altura asociado inequívocamente con el filme Ghost, más allá del Amor (Jerry Zucker, 1990).
La sexualidad sigue teniendo centralidad en la historia, pero en esta entrega con un cariz menos erótico que en la anterior y más enfocado en el romanticismo, el prejuicio social y, obviamente, la aceptación, ya sea la propia, como con Kevin que ya la ha asumido y Cheryl que va camino de hacerlo, o bien la del otro, como con Betty, que termina por aceptar la de Kevin.
A la larga, la personalidad de todos sigue emergiendo en este escenario alternativo lo mismo que sus historias cruzadas y ello hacía inevitable que en algún momento el triángulo Archie-Betty-Veronica se convirtiera en “triángulo de cuatro” con Jughead.
En cuanto a Mary, nos está cayendo, en esta versión, cada vez más antipática al pretender controlar cada aspecto de la vida sentimental de Archie y erigirse prácticamente en árbitro de la moral. Y la llegada del tío Frank, al parecer promovida por ella, anuncia un escenario complicado que nos hace pensar hasta dónde pueda llegar en esto de “proteger” a su hijo.
No menos escabroso se presenta el panorama para Ethel, ahora que ha sido recluida en una institución especial y si bien damos por descontado que Jughead irá en su “rescate”, habrá qué ver qué tan bien cae en ella la flamante relación con Veronica nacida en su ausencia: temo que también le termine apareciendo su “verdadera” personalidad y ello no puede presagiar nada bueno…
Si tengo que elegir un episodio, me sigo quedando con el anterior, pero hasta aquí ninguno de los que hemos visto en esta temporada ha bajado de aceptable. Quizás este haya tenido menos humor e ironía (aunque tuvo sus momentos, como el test de la rana o el comentario de Penelope sobre el cabello rojizo), pero en líneas generales me sigue gustando esta versión cincuentera que, repito, sienta bien a los personajes y ojalá se mantenga algún tiempo antes de que lleguemos a la despedida final del cierre de temporada.
A ver qué nos trae la próxima entrega. Hasta entonces y sean felices…