Bienvenidos a un nuevo análisis de Superman & Lois. Esta vez toca el capítulo 3 de la tercera temporada titulado “A sangre fría” en el que vemos como Lois sigue decidida a exponer a Bruno Mannheim por su conexión con Intergang a pesar de la enfermedad que ahora sabe que tiene. Aunque esta cruzada contra Mannheim pone su salud en un segundo plano, dejando a Clark y al resto de su familia luchando para recordarle que se cuide.
Enlace a los análisis anteriores de Superman & Lois.
El capítulo comienza con Clark teniendo una pesadilla en la que vuela alrededor de Metrópolis y ve que fuerzas desconocidas destruyen la ciudad. En el centro está Lois, a punto de ser aplastada por el globo del Daily Planet, y él no llega a ella a tiempo. El diagnóstico de cáncer de su mujer pesa mucho sobre él. Está acostumbrado a ayudar a la gente y salvar vidas, y ahora que Lois lo necesita, no tiene poder.
Lois, Clark, Jon y Jordan deciden compartir el diagnóstico con el resto de la familia y sus amigos más cercanos, sumando a la mala noticia el que ni la tecnología kryptoniana pueda curar a la enferma.
Después de que Sarah Cushing se fuera corriendo a una fiesta en Metrópolis y el ataque de Onomatopeya, John Henry Irons instala un sistema de seguridad de última generación en la casa de Lana Lang mientras vemos como John y Lana son cada vez más cercanos.
Antes de comenzar su agresivo régimen de quimioterapia, Lois le informa a Chrissy sobre su investigación sobre Mannheim y su conexión con Intergang y entre ambas encuentran un prisionero más al que se le concedió la liberación por compasión, además de Henry Miller (Atom-Man). El prisionero en cuestión era James DiSteffano, y fue atendido por un médico que se hace llamar Aleister Hook. Lois revela que le conoce y que trabajaba supuestamente con los hombres de Manheim, pero nunca tuvo pruebas sólidas contra él. Averiguan dónde trabaja ahora y están listos para investigarlo más a fondo, pero cuando llegan el lugar está abandonado, aunque hay algunas gotas de sangre fresca en algunos de los equipos y toman muestras. Todo este trabajo hace que Lois se pierda su primer tratamiento de quimioterapia.
Todo el mundo está muy afectado por la enfermedad de Lois, tanto es así que Natalie Irons decide darle su reloj como regalo, un reloj que era de su madre (recordemos, la Lois Lane del universo alternativo del que vienen los Irons). Esta decisión no parece justar mucho a John Henry. Mientras, Jonathan piensa en contarle a su novia Candice lo que paso en la fiesta de Metrópolis (el beso con su ex).
A la mañana siguiente, Clark acompaña a Lois al tratamiento de quimioterapia reprogramado, pero se ve obligado a irse cuando detecta un deslizamiento de tierra en Nepal. Superada por la ansiedad, Lois abandona el centro médico para seguir otra pista sobre Mannheim, a pesar de las preocupaciones obvias de Chrissy por su bienestar.
Mientras investigan un almacén médico utilizado por Intergang, Lois y Chrissy son acorraladas por el sindicato del crimen. Superman y Steel apenas pueden rescatarlas en el último momento. Después Lois admite en privado a Clark que tiene miedo de los posibles efectos secundarios que la quimioterapia podría tener en ella.
Por otro lado, el padre de Candice roba la camioneta de Jonathan, con el reloj de Natalie adentro. Los adolescentes recuperan la camioneta y Candice devuelve el reloj antes de que Jonathan finalmente admita que la fiesta a la que asistió en Metrópolis fue organizada por su exnovia Eliza.
En otra parte, Sarah se encuentra atrapada en medio de las disputas cada vez mayores de sus padres, con Kyle Cushing preocupado después de enterarse de que la oficina del alcalde fue atacada. Al final Lana confronta a Sarah por revelar cosas sobre ella y la familia sin su permiso. Las dos hablan subiendo el tono hasta que Lana le da una bofetada a Sarah en el fragor de la discusión.
Usando sus conexiones en el Departamento de Defensa, Sam Lane analiza una muestra de sangre que Lois recuperó y descubre que están usando la sangre de Superman para mejorar y resucitar a sus supervillanos. Los secuaces de Manheim por su parte se sienten frustrado por su incapacidad para revivir completamente a Atom-Man nuevamente y deciden seguir con su investigación por otras vías, cueste lo que cueste.
Después de una conversación sincera de Lois con su familia, decide aceptar el apoyo total de sus seres queridos y los jóvenes le regalan el reloj de Natalie. John Henry y Natalie se reconcilian al aceptar John la importancia que esta Lois tiene para él y su hija, aunque no sea su esposa. Mientras, Lois se aleja hacia su futuro incierto, decidida a vencer el cáncer que se propaga por su cuerpo.
Valoración del episodio
Estamos ante un capítulo que sirve de perfecta continuación del anterior, presentando los mismos problemas. La investigación sobre Intergang y la trama del cáncer de Lois está perfectamente llevada y resultan emotivas y emocionantes, pero el tener que compartir metraje con otras tramas secundarias más simples hace que sea un episodio más aburrido de lo que debería ser.
El comienzo es muy potente, con Superman teniendo una pesadilla (hecho ya de por si aterrador por las posibles consecuencias y que nunca se ha tratado). Nuestro protagonista está acostumbrado a ayudar siempre a los demás y a resolver todos los problemas, pero ahora que la que necesita su ayuda es su mujer y se encuentra impotente le empieza pasar factura. Y no solo a él. El personaje de Lois y como se comporta esta perfilado de una manera brillante. Parece que es su obsesión por atrapar a Manheim la que le lleva a perderse los tratamientos, pero lo que le pasa es que tiene miedo, siente angustia ya que el empezar a enfrentarse a su enfermedad la hace mucho más real y eso la paraliza. Como siempre he dicho, esta serie va de la familia, sobre todo, y es en la fuerza de la familia (y los amigos cercanos) donde Lois acaba encontrando la fuerza para enfrentarse a su situación.
En cuenta a la investigación sobre Intergang, esta avanza despacio, pero con buen ritmo. Ahora sabemos que es la sangre del propio Superman la que están utilizando para los experimentos, algo que sin duda aporta interés a la trama.
En el apartado negativo tenemos todo lo referente a Jonathan. En las dos temporadas anteriores era el mejor personaje de la serie, aunque parecía que los responsables no sabían muy bien que hacer con él. Pues bien, ahora parece que va a ser el centro de la cuota de melodrama adolescente por su relación con su novia Candice, que tiene un padre bastante chungo y con un pasado y presente criminal que presumiblemente chocará con la relación de su hija con Jonathan. Apasionante. Creíamos que nos íbamos a tomar un respiro de la relación entre Jordan y Sarah, pero parece que solo será para sustituirla por otra trama que no aporta nada. Sin olvidar la incipiente relación entre Lana y John Henry y los celos que empieza a despertar en un Kyle que también anda tonteando con Chrissy. Todo un culebrón.
Además Sarah, que empezó siendo una chica independiente, simpática y divertida se ha ido convirtiendo con el paso de los episodios en un personaje insoportable. La discusión con su madre y como acude con Kyle al final del episodio para llorar sus penas me parece de lo más aburrido.
En resumen, parece que la tónica general de la serie seguirá siendo la misma que ya conocemos. Unas tramas adultas y bien llevadas, no necesariamente superheroicas, pero muy interesantes, conviviendo con el melodrama adolescente y la telenovela más simple. Es el precio que deberemos pagar por ver una serie que mejoría muchísimo si se atuviera a lo que realmente importa.