La serie retoma su emisión cambiando nuevamente el día, a este paso nos van a volver locos. Tras una mid-season, o algo parecido porque tras diez episodios han descansado 3 semanas, que dejó las expectativas altas aunque solo al final, The Gifted vuelve con un episodio cargado de referencias al resto de cintas de la familia X-Men y a los cómics, descuidando el ritmo en favor del fanservice.
Aquí os dejo el análisis de los episodios anteriores
Los Purificadores
Como todos los episodios, este undécimo comienza con un flashback. No tendría la menor importancia de no ser por la aparición de los Purificadores, un grupo de fundamentalistas cristianos reunidos por el Reverendo William Stryker cuyo objetivo es el de exterminar a la raza mutante, ya que la consideran producto del diablo.
No sabemos cuál será su relevancia en los episodios posteriores, ni si estarán más adelante siquiera, pero es otro alarde del fanservice de esta serie.
Las hijas de Emma Frost, también llamadas las Cuckoos
El episodio 10 acabó descubriéndose que Esme es algo parecido a una villana. Más bien va por libre con sus 3 hermanas. Esme, Sophie y Phoebe son gemelas idénticas, hijas de la mutante Emma Frost, con capacidades mentales tales como telepatía o control del individuo en cuestión. Ellas trabajan para el Club del Fuego Infernal, ¿no os suena el nombre? Bueno, es que ya los hemos conocido en las cintas pero no con ese nombre y es que en X-Men Primera Generación, pudimos ver al fundador de este particular club de villanos, Sebastian Shaw.
Shaw, interpretado por Kevin Bacon, dirigió el primer grupo de mutantes “malos” hasta su muerte a manos de Magneto. Ahora el club está en las últimas y se requiere a las Cuckoos para poder reconstruirlo con la ayuda de los mutantes, pero con el ojo puesto en los Strucker. Así, Esme, Phoebe y Sophie deciden proponer una alianza a los mutantes para luchar contra Los Sabuesos. “El enemigo de mi enemigo es mi amigo”.
El refugio dividido
La muerte de Dreamer a manos del doctor Campbell ha supuesto un mazazo duro al grupo protagonista, tanto que los Strucker se están preparando para huir a México y empezar allí una nueva vida. Mientras tanto, Lorna, Marcos, Clarice y John se están replanteando aceptar las condiciones de las Cuckoos ante la enorme diferencia armamentística que poseen el Servicio Centinela, junto a Los Sabuesos, y ellos mismos.
Lorna está a favor de aceptar la ayuda de las telépatas a raíz de la muerte de Dreamer. Las fuerzas de que disponen son mínimas y ella piensa en proteger a Marcos y al hijo de ambos, y no podrá hacerlo sin su ayuda. Sin embargo, esta no es una simple decisión lógica por la supervivencia, porque algo está cambiando en ella.
Una de las Cuckoos consigue hablar con Lorna porque ya sabéis, las tres son unas pesadas y entrometidas de cuidado. Lo más destacable de su conversación es que Magneto, como ya sabíamos, es su padre y que ha trabajado junto al Club en calidad de líder. De hecho, menciona la palabra “rey”, dejándonos caer la posibilidad de ver más adelante Genosha, el país creado por Magneto con él como gobernante.
El camino a México pasa por otro refugio
Los Strucker se van a rehacer su vida en México a pesar de las necesidades del refugio. Caitlin y Reed creen que es lo mejor para sus hijos, cosa que los dos chavales no aprueban. Es curioso lo mal que evolucionan algunos personajes en esta serie. Por un lado, Andy había sentado la cabeza y asumido que junto a su hermana, su poder es demasiado poderoso y ahora quiere quedarse a pelear, de hecho se plantea ayudar a su hermana a demoler el edificio de las Industrias Trask. Sí, se que es por la muerte de Dreamer de la cual son complices (que los son), pero no veo una evolución interesante en ellos que me hagan verlos con otros ojos.
Sin embargo, el camino a México pasa por otro refugio donde otra vez hay decenas de personas que la serie va a pasar por alto y en su lugar nos devuelven al sosainas de Wes, el novio de Lauren. Wes se encarga de proteger el refugio de ojos indiscretos con su habilidad para crear ilusiones. Allí, los Strucker y el resto de mutantes serán trasladados a México en camiones.
El doctor Campbell y Turner, dos nuevos amigos
Jace Turner me parece otro personaje que evoluciona de mal en peor. Si por un lado me gustó su decisión en atrapar a los mutantes y me fascinó el giro que pegó cuando Dreamer sacó a relucir la muerte de su hija, ahora me parece igual de perdido que los hermanos Strucker.
Tras la muerte de su amigo Edward por el control mental de las Cuckoos, Turner vuelve decidido a querer aniquilar a los mutantes, comparándolos ahora con el demonio. No me sonaría raro si en el episodio anterior, el mismo Turner, convencido por su mujer, decide desmantelar el chiringuito del doctor Campbell por temor a que pudiera excederse en sus acciones, y ahora recurre a él.
El doctor Campbell es un personaje curioso, está hecho para dar miedo pero tengo la sensación que, como el agente Turner, se le escapa todo de sus manos y sus planes funcionan de casualidad, pero tiene dinero. El dinero de Industrias Trask ha servido para crear unos brazaletes que conectan dos mutantes para combinar sus poderes (atentos a la velocidad de fabricación teniendo en cuenta que parten de la idea de los chavales Strucker). Con ello, Campbell y Turner atacan la base mutante, gracias a un chivatazo, donde se encontraban los Strucker.
Tras el ataque, que no tiene mayor relevancia que ver alguna explosión y no saber qué pasa, los mutantes son recogidos por las Cuckoos. ¿Casualidad para nada? El chivatazo a los centinelas era de ellas y así consigue ganarse la confianza de los mutantes salvándolos por segunda vez.
Los centinelas y Los Sabuesos vs Mutantes
Turner y Campbell están aliados y su intención es llevar la propuesta de usar a Los Sabuesos al Gobierno. Los Sabuesos son los sustitutos de los robots Centinelas, la evolución del Servicio Centinela y que parece que está a años de convertirse en los enemigos que conocemos. Por otra parte, las Cuckoos consiguen lo que quieren, acercarse a los jóvenes Strucker y hacer que trabajen para el Club, sin saber que sus intenciones no son más benévolas que las de Campbell y Turner.
Y con esto me despido. Nos vemos la semana que viene con el duodécimo episodio, siempre y cuando no vuelvan a cambiar las fechas.
Un saludo y sed felices.