Hola a todo el mundo. Hace unos días se estrenó la segunda temporada de Punisher, la serie de Netflix que retrata las andanzas de Frank Castle, alias Punisher/Castigador, el famoso personaje de cómic de Marvel. Pues bien, tras haber visto los 6 primeros episodios de los 13 que componen esta nueva (y salvo sorpresa, última, viendo el ritmo de cancelaciones de Netflix con estas series) temporada, os comparto aquí mis primeras impresiones.
No obstante, y antes de abordar el análisis, quiero dejaros mis anteriores valoraciones de la primera temporada, por si queréis refrescar la memoria antes de leer este artículo:
- Análisis de The Punisher. Temporada 1 (Parte 1 de 2).
- Análisis de The Punisher. Temporada 1 (Parte 1 de 2).
- Calentando motores hacia The Punisher 2.0.
¿Cómo arranca la segunda temporada? Sin duda con mucho más ritmo que la primera. Es cierto que en el primer episodio de todos, si bien era de cocción muy lenta, había algo de acción, pero en comparación con el primero de esta segunda temporada, la diferencia es abismal. En esta nueva temporada, nos encontramos con Frank Castle intentando vivir una vida medianamente normal tras los acontecimientos pasados. Hay que recordar que por su papel en la “captura” de Billy Russo y otras cuestiones, se le concedió una nueva oportunidad de empezar de cero. Y eso es lo que pretende Frank, que aparece en un bar de carretera bebiéndose una birra y escuchando música. Y consigue tener momentos de normalidad, ya que incluso intima con una de las camareras del bar y le podemos ver más cariñoso y sociable que en toda la temporada anterior.
Por otra parte,al margen de Frank, la trama también se sustenta en su inicio sobre el personaje de una chica joven que se encuentra en el mismo bar de carretera, y que está en peligro por algo que ha hecho y que tiene como consecuencia que la busque una organización de personas bastante religiosas y con muchos recursos. Cuando Frank vuelve otra noche al mismo bar, y la chica corre peligro de muerte, él terminará interviniendo para salvarla y juntos deberán huir de los que persiguen a la chica. Y hasta ahí os puedo contar de ese hilo argumental. El otro que también hay en la serie tiene que ver con las secuelas que sufre Billy Russo de su último encuentro con Frank, donde Billy sufrió la desfiguración de su rostro, suceso que le tiene mentalmente perdido e inestable. No faltará la agente Madani, que va a visitar a Billy a menudo para asegurarse de que él sigue en el hospital.
El resto de detalles argumentales prefiero que los descubráis viendo la serie, ya que en esta nueva temporada nos encontramos con episodios de bastante calidad respecto a la anterior (que no eran malos, pero sí más lentos en su desarrollo), y podréis ver a un Frank más humano y emocional a medida que pasa más tiempo con la chica que le acompaña. Especialmente quiero destacar el tercer episodio, todo un homenaje a Asalto a la comisaría del distrito 13 de John Carpenter.
En estos 6 primeros episodios no aparece el personaje de Micro, que tanto acompañó a Frank en la temporada anterior, pero sí veremos nuevamente a Curtis, cuya presencia será mayor a medida que avanzan los episodios. Hay una breve aparición de ese personaje tan pintoresco como es Turk, que supone uno de los puntos más notorios de la conexión de las series Marvel. Y claro está, sigue habiendo violencia a mansalva, con momentos bastante gore en las peleas cuerpo a cuerpo de Frank (ya lo comprobaréis cuando visite un gimnasio lleno de rusos con mala leche).
¿El villano está bien trabajado? Bueno, quizás es el punto flojo de la serie, cosa que ya le sucedía en la anterior temporada. Es cierto que Frank no es precisamente un superhéroe, y no se enfrenta a gente con poderes, sino a personas normales. Si en la primera temporada los antagonistas eran Billy Russo y el agente del gobierno que trabajaba con él, aquí seguirá persistiendo Billy, que intentará encauzar su vida y resarcirse del horror que sufrió y no le deja tranquilo, y tendremos a la citada organización religiosa, cuyo máximo exponente en lo que a Frank se refiere, está en el sicario que va tras Frank y la chica. ¿Esto es malo? No necesariamente, siempre que no os importe que no estemos ante villanos que pasen a la historia por su papel y relevancia.
¿Merece la pena esta nueva temporada? Desde luego, en su primera mitad es superior a la anterior, y Jon Bernthal sigue siendo la perfecta elección para interpretar al personaje, y eso repercute en la mayor calidad del producto. Si a eso le sumamos más acción y más violencia que lo visto anteriormente, y el hecho de ver a un Castigador más humano y emocional, tenemos una más que notoria segunda temporada. Dadle una oportunidad, puede mereceros la pena.
Y a vosotros, ¿qué os ha parecido esta segunda temporada? ¿Es mejor o peor que la anterior? ¡Hasta otra!