InicioCineCrítica de Argentina 1985, un Sólido Alegato en Tono de Thriller

Crítica de Argentina 1985, un Sólido Alegato en Tono de Thriller

A través de Prime Vídeo nos llega Argentina 1985, filme que aborda el momento histórico del juicio contra las Juntas Militares a través de la figura del fiscal Julio César Strassera y un equipo de desconocidos llamados a convertirse en héroes de forma impensada y no pedida.

Todavía tengo muy vívido en la memoria ese día. Fue en mi viejo departamento de estudiante de la calle 5 en la ciudad de La Plata cuando, en un desvencijado receptor de radio, escuché junto a mis compañeros la lectura de la sentencia de la Corte Suprema contra las Juntas Militares, lo cual era coronación de un proceso judicial en el que tanto un país como buena parte del mundo tenían puestos ojos y oídos. Es por eso que Argentina 1985 es una película que, de algún modo, también trata sobre mi propia historia personal y las vivencias que la acompañaron.

Producido por Prime Vídeo y con dirección de Santiago Mitre (El Estudiante, La Cordillera), el filme retrata ese momento acotado, convulsivo e histórico en que pasado, presente y futuro se batían a duelo en el marco de una joven democracia que, a los tumbos, sufría los embates residuales del régimen anterior. Se centra, de manera particular, en la figura del fiscal Julio César Strassera (Ricardo Darín), encargado de llevar adelante el juicio y el alegato final en la acusación contra quienes, gobernando el país entre los últimos setenta y primeros ochenta, incurrieran en la práctica sistemática del secuestro, tortura y desaparición física de personas.

Ese enfoque, individual si se quiere, da a la película un perfil distinto del habitual en títulos con temática semejante del mismo origen: en lugar de un tono más abiertamente político, social o incluso militante, utiliza como tamiz la vida personal y familiar del mencionado fiscal para retratar a un héroe impensado y por momentos inconsciente que debe luchar no solo contra reloj sino también contra la adversidad de importantes sectores de la opinión pública.

Alguien dijo una vez que no es héroe quien no tiene miedo, sino quien lo tiene y se sobrepone a ello (“estoy cagado hasta las patas”, expresa el personaje) y ese sería, en el filme, el papel de Strassera desde el momento en que, sin margen para decidir, le arrojan prácticamente de cabeza a un proceso judicial que ya viene de una fallida experiencia previa con un tribunal militar que ha librado a los implicados de culpa y cargo en lo que algunos veían como una “guerra”…

Ricardo Darín (El Secreto de sus Ojos, El Hijo de la Novia, Relatos Salvajes, Nueve Reinas) hace una impecable caracterización de un hombre cuyos conflictos se ven trasladados al propio medio familiar, ya sea por una esposa (Alejandra Flechner) que desdeña las amenazas cotidianas, por un hijo (Santiago Armas Estevarena) que siempre ve el lado positivo de las cosas y es además su confidente y espía, o por una hija (Gina Mastronicola) a la cual sobreprotege por temor a que sea usada para acercarse a la familia sin darse cuenta de que, en cierta forma, está llevando al ámbito doméstico la cultura represiva que combate en el estrado.

argentina 1985 04 las cosas felices

Pero Batman tenía a Robin y Strassera tiene al fiscal adjunto Luis Moreno Ocampo (sorprendente Peter Lanzani), prácticamente un desconocido asignado al caso y con el que, a pesar de su nula experiencia, deberá ir congeniando hasta que termine también siendo clave en la resolución de la causa.

Es interesante cómo, al igual que Strassera, Moreno Ocampo tiene también fuera del estrado su propio escenario conflictivo al provenir de una familia patricia, católica y de tradición castrense, perfectamente patente en el choque con su propia madre que acaba casi siendo en sus oídos la voz de una parte de la sociedad. “Nunca vamos a poder convencer a tu madre” le dice Strassera de modo alegórico: genial frase a tener en cuenta en la resolución de la historia…

Por detrás y completando la ardua labor judicial, se ubica todo un equipo de jóvenes que deberán recorrer el país en busca de testimonios y pruebas (setecientos nueve casos), a quienes el fiscal se ve obligado a recurrir debido al temor a comprometerse por parte de aquellos que ya gozan de una experiencia y carrera que no desean exponer.

argentina 1985 05 las cosas felices

Es para destacar la agilidad y dinámica del guion a cargo de Mariano Llinás y del propio director: más cerca de Hollywood que del cine local, convierte al filme en un thriller político con pinceladas de cine de investigación y de estrado. Hay quien podrá oponer que con ello se sacrifica personalidad, pero en mi opinión (y me hago cargo), el cine argentino jamás llegó a tener una y menos todavía en el género político-testimonial. Habrá habido, sí, un puñado de buenas películas, pero identidad cinematográfica es otra cosa. Y el sello localista, por otra parte, está aquí presente en cada diálogo, comentario o broma…

Sí: he dicho broma y aprovecho para señalar otro defecto habitual en el cine argentino histórico o de denuncia que es, justamente, la falta de humor. Alguno podrá decirme que no puede haber humor cuando el tema central es el terrorismo de estado, pero no estoy hablando de una comedia de enredos ni de una pueril andanada de gags desubicados y fuera de contexto. Me refiero a que la gente, aun en las circunstancias más dramáticas, puede decir y hacer tonterías, siendo justamente ese tipo de detalles los que hacen particularmente creíbles y reconocibles a los personajes de Argentina 1985

argentina 1985 02 las cosas felices

El elenco secundario está bien en general, destacándose muy especialmente Norman Briski, para mí uno de los mejores actores argentinos tanto de cine como de teatro y que debe tener en el metraje completo no más de diez minutos, pero sin desperdicio.

Hay una solvente dirección artística y reconstrucción de época: quienes hemos vivido los ochenta reconocemos los buses de esos días (transporte colectivo como se lo llama en Argentina), así como las canciones de Los Abuelos de la Nada y Charly García, o el rescate de algunos giros casi olvidados como “mató mil” (era algo así como decir “estuvo genial”).

Hay además un perfecto ensamble entre escenas rodadas e imágenes de archivo, apreciable tanto al recrear la vida urbana cotidiana como el juicio mismo, fusionándose a la perfección las reales declaraciones de los testigos con las de quienes los interpretan: a veces se utiliza el recurso de intercalar con transmisiones televisivas de la época para justificar el cambio de calidad en la imagen.

Si tuviera que señalar algún defecto, diría que falta más explicación en algunos detalles propios del proceso judicial, como la intención política (mencionada en el filme) de dejar limpia de culpas a la Fuerza Aérea (en contraste con el Ejército y la Armada), sin que se llegue a visualizar claro el porqué, cuando en realidad bajaba desde las esferas de gobierno la estrategia de dividir a las fuerzas militares, sumado a que la Fuerza Aérea gozaba de buen concepto en la sociedad por su digno papel en el conflicto bélico de tres años antes por las Islas Malvinas.

Quizás haya también quienes puedan cuestionar la casi ausencia del entonces presidente Raúl Alfonsín a pesar de haber sido uno de los principales impulsores del juicio.  O que no haya referencia a los escritores Ernesto Sábato (quien tuviera a su cargo la comisión que presentó los previos informes sobre la desaparición de personas) o Jorge Luis Borges, presente en una de las más importantes jornadas del juicio, pero introducir personajes de tan alto perfil hubiera desentonado con el tono pequeño y familiar que se quiso dar a la historia.

Tampoco se da cuenta de las divisiones internas que, por ese entonces, desgarraban a la institución castrense, evidenciadas en que un ex militar y presidente de facto como Alejandro Lanusse haya declarado contra sus propios pares en el marco del secuestro y desaparición física de su sobrina.  Pero repito: hubiera sido apostar a la “gran historia” y no parece el objetivo de un filme en el cual los únicos personajes de peso que tienen pantalla son los propios acusados.  Y el comentario “había pensado que Videla era más alto” podrá sonar a muchos pueril o incluso banal, pero a mí me parece brillante…

argentina 1985 06 las cosas felices

Balance Final

Argentina 1985 es un muy logrado filme testimonial, cuyo formato de thriller con sutiles y esporádicos toques de humor es bienvenido al contraponerlo con el tono solemne y acartonado que el cine local suele imprimir al género. Consigue una interesante analogía entre lo público y lo privado, lo social y lo doméstico, reforzada por el solvente desempeño de actores principales y secundarios.  Y logra emocionar, que nunca es poco…

Como suele ocurrir cuando una película habla sobre el pasado, también está hablando del presente. Las figuras de Strassera o Moreno Ocampo como héroes salidos casi del anonimato representa una exaltación del papel de los fiscales y de la necesidad de independencia del poder judicial, tema que en las últimas décadas ha dado lugar a mucho manoseo tanto en Argentina como en otros países latinoamericanos.

Y no hay que dejar de lado, por último, la función didáctica, pues el formato, “hollywoodense” si se quiere, puede ayudar a que la película llegue fácil a ciertas franjas de público juvenil o adolescente, al igual que el interés por una época dolorosa que puede sonarles en el tiempo más lejana de lo que es. Es decir, si usted es joven, véala sin prejuicios y no tema aburrirse. Si no lo es, pruebe verla con sus hijos, nietos o alumnos…

Hasta la próxima y sean felices…

Rodolfo Del Bene
Rodolfo Del Bene
Soy profesor de historia graduado en la Universidad Nacional de La Plata. Entusiasta del cine, los cómics, la literatura, las series, la ciencia ficción y demás cosas que ayuden a mantener mi cerebro lo suficientemente alienado y trastornado.
ARTICULOS RELACIONADOS

3 COMENTARIOS

  1. me gusto mucho su reseña y más me gusto la frase de que no es héroe quien no tiene miedo, sino quien lo tiene y se sobrepone a ello

  2. me gusto mucho la reseña
    me gusto más la frase de es un héroe quien no tiene miedo, sino quien lo tiene y sabe sobreponerse
    no puedo esperar que salga

  3. Hola Rocío: gracias por comentar y por el concepto. Me alegro que te haya gustado la reseña y con respecto a la frase, sí, es algo muchas veces demostrado y este es un perfecto ejemplo. Un saludo y que estés bien!

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Últimos artículos

Comentarios recientes

A través de Prime Vídeo nos llega Argentina 1985, filme que aborda el momento histórico del juicio contra las Juntas Militares a través de la figura del fiscal Julio César Strassera y un equipo de desconocidos llamados a convertirse en héroes de forma impensada...Crítica de Argentina 1985, un Sólido Alegato en Tono de Thriller