“Leyes hay. Lo que hace falta es justicia”. Amparándonos en esta magnífica frase de Ernesto Mallo, el cine ha explotado como pocos artes todo aquello relacionado con la justicia. Y es que un proceso judicial da para mucho. Por eso (y porque es una lista con muchas obras maestras incontestables) os dejo mis 30 mejores películas de juicios de la historia del cine.
Desgraciadamente, este subgénero es muy amplio y, a última hora, recordé una película que no podía faltar en esta lista. Dado que no quería quitar ninguna de esta artículo, que mi trabajo me ha costado, he decidido añadirla.
A lo largo de esta lista veremos grandes joyas del entretenimiento. Al fin y al cabo, los juicios son un caldo de cultivo para grandes lucimientos de abogados, pistas que aparecen a destiempo y, en definitiva, una intriga que gira acerca de la culpabilidad o no de un determinado individuo.
Pero también asistiremos a grandes denuncias sociales a través de juicios reales o ficticios. O incluso a reflexiones sobre el propio sistema judicial.
Sin más dilación, vamos a ello.
31. El proceso Paradine (1947), de Alfred Hitchcock.
Puede que sea una de las películas menores del maestro Alfred Hitchcock, pero estamos hablando del mejor director de cine de todos los tiempos, por lo que El proceso Paradine no podía faltar en esta lista.
Fallida por el continuo conflicto entre productor y director, El proceso Paradine no termina de encontrar su lugar entre el drama psicológico y el judicial. Pero eso sí, cuando Hitchcock se centra en el proceso como tal, utiliza todo su talento. Podemos decir que, en esta película, encontramos uno de los travelling más bellos de la historia del cine: el de un hombre, Gregory Peck, que se enfrenta a su propia miseria.
DISPONIBLE EN: Filmin, Amazon Prime Video.
30. B (2015), de David Ilundain.
“Adaptación de la obra de teatro original, B narra la sesión de la Audiencia Nacional en la que Luis Bárcenas, tras meses negando su relación los llamados “papeles de Bárcenas”, decide cambiar su declaración.
Sorprendente retrato de toda una época en la política española sin salir de una sala de juzgado, con un excepcional duelo interpretativo entre Manolo Solo como el juez y un impresionante Pedro Casablanc como un verborreico Bárcenas. Toda una lección de texto y subtexto. Es decir, convertir una declaración en todo un estremecedor relato sobre una política basada en el enchufismo y las relaciones de poder.”
Esta reflexión es mía, del artículo Las 20 mejores películas políticas de todos los tiempos. Y no se me ocurre nada nuevo que añadir a esta desconocida película.
DISPONIBLE EN:FILMIN
29. The Eichmann Show (2015), de Paul Andrew Williams.
Película de la BBC para conmemorar el 70 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, The Eichmann show no se centra en el conocidísimo juicio al criminal nazi Adolf Eichamnn, sino en los realizadores que posibilitaron que su proceso fuera emitido en todo el mundo.
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Lo interesante de la película se centra en el personaje de Leo Hurwitz (Anthony LaPaglia), director de la retransmisión, que se obsesionó con no centrar la cámara en las víctimas y únicamente fijarla en Eichmann, buscando un momento de derrumbe, de arrepentimiento. Un vestigio de humanidad en un planeta en el que existen los monstruos.
28. Declaradme culpable (2006), de Sidney Lumet.
Damos la bienvenida a uno de los directores más grandes de la historia del cine y uno de los protagonistas destacados de esta lista. El incombustible Sidney Lumet firmó su penúltima película con un Vin Diesel que buscaba el prestigio crítico en una época en la que todavía no se había estrenado ni la tercera entrega de A todo gas… El resto es historia.
Una pena que esta pequeña gran película fracasara. Crónica del macrojuicio contra una familia mafiosa de Little Italy, Diesel interpreta al traficante familiar que decidió defenderse sin abogado. Su carácter carismático y bonachón se ganará el aplauso del público y de nosotros mismos.
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27. Crímenes de familia (2020), de Sebastián Schindel.
Absorbente drama familiar que retrata la hipocresía de las clases medias-altas argentinas a través de la historia de una madre y abuela que se ve involucrada en dos juicios relacionados con su hijo.
Aunque aparece de forma indirecta, lo implacable de la justicia acaba por destruir el delicado equilibrio de una familia bien avenida.
DISPONIBLE EN: NETFLIX.
26. El misterio von Bulow (1990), de Barbet Schroeder.
El reputado Jeremy Irons ganó el único Oscar de su carrera por el papel protagonista de una película sobre gente con problemas que no interesaba a nadie. Vamos, nobles con problemas amorosos y un asesinato no resuelto basado en hechos reales.
Con todo esto, el director Barbet Schroeder entretejió una historia en la que no queda títere con cabeza y que, continuamente, nos planta la pregunta: ¿Lo hizo o no lo hizo?
25. El dulce porvenir (1997), de Atom Egoyan.
Apenas hay juicio en El dulce porvenir, y eso que la palabra justicia está en boca de la mayoría de los personajes, seres humanos dolidos por el fallecimiento trágico de la mayoría de los niños del pueblo tras un accidente de autobús.
Estas personas serán conducidas por un abogado parásito consumido por la relación tóxica con su hija. Una película desasosegante que no está más arriba porque, pese a su capacidad para hacernos reflexionar, su acercamiento es distante y no tan emotiva como cabría esperar.
DISPONIBLE EN: FILMIN
24. Labios sellados (1957), de Karl Maden.
Una rareza antibélica. Película de despachos en la que un coronel debe interrogar a un militar acusado de colaborar con los coreanos y traicionar al resto de sus compañeros mientras estaban recluidos en un campo de concentración durante la Guerra de Corea.
Película sencilla cuya grandeza radica en la capacidad para hablar de algo tan complicado como la humanidad en la guerra a través de un juicio (o un interrogatorio, si nos ponemos exigentes) en un despacho.
DISPONIBLE EN: FILMIN
23. Ellos no olvidarán (1937), de Mervyn Leroy.
Toda historia tiene un inicio. Si el cine judicial tiene alguno, es este Ellos no olvidarán, primera película con juicio y, sobre todo, crítica al sistema judicial, al periodismo, al racismo, a los prejuicios y a la manipulación orquestada por los políticos.
Basada en un caso real, Ellos no olvidarán cuentan como el asesinato de una chica desata una persecución que se acaba centrando en el inocente (¿o no?) profesor de su instituto. Lo terrorífico de esta película es que el mensaje de una trama de 1937 es plenamente actual. No aprendemos.
22. Ciudad sin piedad (1961), de Gottfried Reinhardt.
Cuatro soldados americanos son juzgados por violación de una joven en un pequeño pueblo alemán. Un cínico abogado militar recibe el encargo de defenderles. Cuando observa que el pueblo y las autoridades están más interesados en la venganza que en el bienestar de la víctima, el abogado decide centrar su defensa en atacar la integridad de la joven…
Devastadora e infravalorada película judicial que critica, precisamente, el sistema que retrata. Una justicia capaz de defender una violación (¿Os suena?) y que refleja los prejuicios hacia las mujeres. Esos ¿Por qué vistes de esa manera? y preguntas similares.
21. El oficial y el espía (2019), de Roman Polanski.
La última película del tan incontestable (por su cine) como denostado (por su vida personal) Roman Polanski es una recreación del archiconocido error judicial francés: el caso Dreyfuss.
Epopeya ambientada de forma admirable, el mayor mérito de la película es la capacidad de su director para identificarnos con su protagonista, Picquart, el David que sacrifica todo lo que tiene en la vida por defender una causa, aparentemente, perdida, contra ese Goliat que es el gobierno francés. Bueno, y que es una de las películas de mi vida. Pero esa es otra historia que no viene al (nunca mejor dicho) caso.
20. Llamad a cualquier puerta (1949), de Nicholas Ray.
Humphrey Bogart cambió el paradigma del actor clásico. No era precisamente guapo, ni joven, pero su carisma y su seguridad a la hora de interpretar estaban fuera de toda duda.
Su papel como abogado defensor, con enormes alegatos a lo largo de toda la película, es lo mejor de Llamad a cualquier puerta, trama extrema en cuanto a teorizar que la sociedad es el factor principal que influye en un individuo para acabar delinquiendo. No, la primera no fue ni Taxi Driver ni Joker.
Crítica con spoilers de Joker (2019).
19. Las dos caras de la verdad (1996), de Gregory Hoblit.
Entretenidísima trama judicial que sabe mezclar los ingredientes correctos para un cóctel de la mejor intriga. Richard Gere aporta todo su carisma de estrella de los 90, pero el mérito de que Las dos caras de la verdad esté en esta lista es el papel de un debutante Edward Norton, que da muestras de su inmenso talento en el papel de Aaron, el “trastornado” acusado. Desde el punto de vista psicopatológico, la película tiene enormes lagunas, pero es innegable su capacidad para enganchar.
DISPONIBLE EN: NETFLIX.
18. El inocente (2011), de Brad Furman.
Otro entretenido thriller judicial, de guión más realista y menos efectista que Las dos caras de la verdad, en la que su mayor baza es ese abogado protagonista, Mick Haller, acostumbrado a defender a gente de bajo nivel social y que recibe el encargo de trabajar para un rico heredero acusado de asesinato.
Cínico y siempre moviéndose en una escala de grises, Haller es interpretado por un Matthew McConaughey que, sin saberlo, iba a dar un vuelvo a su carrera con esta película. Luego vendrían Dallas Buyer Club, True Detective o Interstellar.
DISPONIBLE EN: AMAZON PRIME VIDEO.
17. Acusados (1988), de Jonathan Kaplan.
Cine denuncia de primera calidad, Acusados narra el juicio de una joven violada en un pub contra sus agresores, incluidos aquellos que jaleaban a los violadores. De mensaje plenamente actual (no hemos avanzado nada), supuso el primer y merecido Oscar para una joven Jodie Foster, impresionante en su interpretación de una chica impulsiva. La reconstrucción de la escena de la violación es escalofriante. Por su mensaje, una película que todo el mundo debería ver.
16. El caso Winslow (1999), de David Mamet.
Pocas películas han reflexionado sobre el honor como El caso Winslow, remake de la también muy recomendable Pleito de honor de 1948.
Obra teatral de Terence Rattigan, este remake es dirigido y escrito por el escritor ganador del Pulitzer y director David Mamet, que construye un brutal drama judicial sin juicio, en el que únicamente vemos el desgaste que sufre la familia Winslow mientras defienden, a toda costa, el honor de su hijo pequeño tras un acontecimiento trivial que ha supuesto su expulsión de la academia militar. Un acontecimiento que el joven niega haber cometido.
15. Veredicto final (1982), de Sidney Lumet.
Hay muchas películas sobre un abogado contra el mundo, pero ninguna con la intensidad dramática de Veredicto final, drama judicial de calidad a cargo de nuestro viejo amigo Sidney Lumet.
Paul Newman, en uno de sus mejores papeles, lo que ya es decir, lo borda como abogado fracasado y alcohólico que lleva a cabo una lucha épica contra un Goliat enorme, un mítico James Mason que siempre habla desde el púlpito en el que la cámara le coloca.
Una lucha de redención potentísima en la medida en que todos nos sentimos identificados con ese perdedor que busca desesperadamente una oportunidad de redención.
DISPONIBLE EN: DISNEY PLUS.
14. Presunto inocente (1990), de Alan J. Pakula.
Adaptación del best seller de Scott Turow, el éxito de Presunto Inocente propició la moda de los thrillers judiciales de los años 90 (El cliente, Legítima defensa…).
Intriga judicial absorbente gracias al buen hacer de todo su reparto: Greta Stacchi, Bonnie Bedelia, Raul Julia o un Harrison Ford como hombre recto que acaba cediendo a la tentación y pagándolo por ello. De ritmo ágil y con banda sonora de John Williams, Presunto Inocente tiene un giro final todavía superior al de Las caras de la verdad.
13. En el nombre del padre (1993), de Jim Sheridan.
La principal película denuncia del conflicto Inglaterra-Irlanda durante el apogeo del IRA, En el nombre del padre narra la historia real del juicio contra unos jóvenes irlandeses injustamente acusados y el encarcelamiento de sus familiares más cercanos. En concreto, la película se centra en la relación entre uno de los acusados y su padre, encarcelados de por vida.
Mezcla de drama judicial y carcelario, el mayor mérito radica en el evitar lo lacrimógeno, porque no es necesario subrayar lo triste de una injusticia judicial. Basta con verla.
Pero también en las espectaculares interpretaciones de su reparto. No comparto las alabanzas a Daniel Day Lewis, demasiado excesivo para mi gusto. Pero sí que me conmueve el papel de su padre y el de Emma Thompson como abogada que se involucra más de lo que debería.
DISPONIBLE EN: FILMIN
12. Matar a un ruiseñor (1962), de Robert Mulligan.
Impresionante adaptación de la novela ganadora del Pulitzer de Harper Lee en el que se mezcla el drama judicial, con Atticus Finch defendiendo a un hombre negro en contra de todo su vecindario, y una historia de iniciación centrada en los hijos de Finch, interesados en conocer a un misterioso personaje.
Matar a un ruiseñor es un cóctel ejemplar de drama sureño, crítica al racismo y a todo tipo de odio a lo diferente, intriga y drama judicial que se eleva hasta los anales de la historia del cine gracias a la impresionante interpretación de Gregory Peck o, lo que es lo mismo, Atticus Finch. El padre que todos querríamos tener.
11. Furia (1936), de Fritz Lang.
Uno de los mejores directores de la historia del cine, abanderado del expresionismo alemán, huyó de una Alemania azotada por el nazismo e inició una nueva carrera en Estados Unidos.
Cuando Hollywood marchó a la guerra.
Su primera película americana fue Furia, una absoluta obra maestra. Relato turbio y descarnado sobre la (in)justicia, la historia de un hombre condenado y linchado de forma equivocada y su venganza posterior tiene más de ochenta años, pero su vigencia y crudeza está más viva que nunca. Uno de los descensos a los infiernos más terribles que se recuerdan.
10. El crisol (1996), de Nicholas Hytner.
Hoy totalmente desconocida e infravalorada, El crisol narra un juicio atípico situado en el siglo XVII. Un grupo de chicas es acusada de practicar la brujería y, para librarse de la condena, alegan que se encontraban poseídas. Una de ellas (Winona Ryder) acusa a John Proctor (Daniel Day Lewis) y su mujer (Joan Allen) de ser los instigadores. Años atrás, Proctor tuvo una relación extramatrimonial con esa joven pero él decidió permanecer al lado de su mujer.
Enorme retrato del histerismo colectivo y de la paranoia de la brujería en el siglo XVII como símil con la Caza de brujas comunista de los años 50 del siglo XX, El crisol es un drama de intensidad in crescendo con una Winona Ryder despreciable y uno de los mejores y más desconocidos papeles de Daniel Day Lewis.
DISPONIBLE EN: DISNEY PLUS.
9. Philadelphia (1993), de Jonathan Demme.
El cine también puede ser un vehículo maravilloso para exponer las mayores lacras de la sociedad en la que vivimos. En este sentido, Philadelphia fue la primera piedra en el reconocimiento del VIH y de la homosexualidad como algo legítimo. Manda huevos.
Es cierto que Tom Hanks interpreta a un abogado homosexual que no se besa con Antonio Banderas, pero eso no resta delicadeza a una maravillosa interpretación que únicamente se puede comparar con la su abogado, un enorme Denzel Washington cuya evolución es lo mejor de la película. Un gran drama judicial que ayudó a visibilizar la dignidad de aquellos indignos a los ojos de muchos.
DISPONIBLE EN: AMAZON PRIME VIDEO Y FILMIN.
8. La herencia del viento (1960), de Stanley Kramer.
Una lástima que no existan más películas como esta. Primera película del dúo Stanley Kramer a la dirección- Spencer Tracy en la interpretación y la primera en aparecer en esta lista, La herencia del viento es un caluroso (en lo metafórico y en lo real) enfrentamiento entre la teoría de la evolución y el creacionismo, encarnados en las figuras de los abogados Spencer Tracy y Fredrich March, dos de los mejores actores de todos los tiempos. Poca cosa.
A medida que los asistentes al juicio no pueden soportar el infernal calor, se establece un agudo debate en cuyo centro se sitúa algo tan vigente como la libertad de educación.
DISPONIBLE EN: FILMIN.
7. La caja de música (1989), de Costa-Gavras.
Inolvidable thriller judicial en el que una famosa abogada debe defender a su propio padre, acusado de ser un criminal de guerra nazi durante la II Guerra Mundial.
La caja de música es una película de Costa-Gavras, director acostumbrado al cine denuncia, por lo que lo mejor de esta historia es la combinación de los escalofriantes testimonios de las víctimas del nazismo con el suspense centrado en la figura del padre de la protagonista. La angustia aumenta in crescendo a medida que basculan las dudas de la hija acerca de la verdadera identidad de su padre.
DISPONIBLE EN: FILMIN.
6. Algunos hombres buenos (1992), de Rob Reiner.
Drama judicial rodado en estado de gracia a todos los niveles. Rob Reiner a la dirección, Aaron Sorkin de guionista, Tom Cruise, Demi Moore, Jack Nicholson…
Algunos hombres buenos narra un juicio militar que cuenta con los mejores ingredientes de los thrillers americanos: ritmo acelerado, giros inesperados y un enorme duelo interpretativo entre Tom Cruise y Jack Nicholson, al que solo le hacen falta veinte minutos para dominar la película. Y, flotando en el ambiente, el patriotismo mal entendido. La superioridad moral de los que se creen mejores que aquellos a los que deben defender.
Lo mejor de Tom Cruise, la estrella que nunca ha dejado de brillar.
DISPONIBLE EN: MOVISTAR PLUS
5. Anatomia de un asesinato (1959), de Otto Preminger.
Nos ponemos serios con las cuatro mejores películas de este ranking. Y es que es difícil escribir sobre estas obras maestras incontestables de la historia del cine. Por diversos motivos.
En el caso de Anatomía de un asesinato, se trata de una película hija de su tiempo. Los valores del ideal americano se corrompían conforme se entraba en los años 60, y eso se traduce en un desencanto reflejado con un tono satírico.
La justicia no fue una excepción, y Anatomía de un asesinato es el mejor ejemplo de ello. Ambigua como ella sola, jamás sabremos si el acusado era culpable o no. Porque lo cierto es que todos, absolutamente todos los personajes de la película, mienten. Y Preminger coloca la cámara sin decantarse hacia uno u otro lado, dejando que los momentos delirantes aparezcan casi por improvisación en un juicio cuyo amo y señor es James Stewart, sin duda el abogado que querría en el caso de ser un verdadero sinvergüenza. Vamos, el abogado que quiero en mi vida.
DISPONIBLE EN: FILMIN
4. Testigo de cargo (1957), de Billy Wilder.
La cumbre de la intriga judicial, si entendemos esta como un juego en el que las sorpresas, testimonios falsos, testigos sorpresas y giros de guión campan por doquier.
Adaptación de un relato corto de Agatha Christie, Testigo de cargo es una exquisita adaptación repleta de flema británica con maravillosas interpretaciones, donde destaca un inmenso Charles Laughton en el papel de un abogado defensor de lengua afilada y corazón dañado, siempre vigilado bajo la atenta mirada de su enfermera, interpretada por Elsa Lanchester, ex mujer del actor. Una película que gusta a todo el mundo.
3. Vencedores o vencidos (1961), de Stanley Kramer.
Tras La herencia del viento, Stanley Kramer y Spencer Tracy repitieron drama judicial con la impresionante Vencedores o vencidos, el retrato más elegante y completo que se ha hecho en el cine de los juicios de Nuremberg.
Puede que sea una película de 1961, apenas quince años después de los verdaderos juicios, pero Vencedores o vencidos trata la culpabilidad del pueblo alemán y el concepto de la responsabilidad en tiempos de guerra de manera reflexiva y veraz, otorgando momentos tanto a los, valga la redundancia, vencedores como a los vencidos.
Y cuenta con uno de los mejores repartos de la historia del cine. Todos están portentosos. Desde el juez que intenta entender a la sociedad alemana hasta al abogado defensor alemán que no se identifica con los nazis, pasando por el fiscal americano que intervino personalmente en la guerra o los escalofriantes testimonios (inmenso Montgomery Clift). Una película de las que hay que ver, al menos, una vez en la vida.
DISPONIBLE EN: FILMIN
2. JFK: Caso abierto (1991), de Oliver Stone.
El magnicidio de Dallas, en el que el presidente Kennedy fue asesinado, es analizado al detalle por Oliver Stone a través de la peripecia real del fiscal Jim Garrison, que investigó el asesinato hasta límites insospechados.
JFK supone tres horas de la mejor investigación judicial, aderezada con un reparto impresionante y una intriga que atrapa y apasiona por igual. Un fresco de la sociedad americana de los años 60, de la ruptura definitiva con los ideales construidos a raíz de la victoria aliada en la II Guerra Mundial. Parece imposible condensar tantos personajes, tramas y datos, pero Stone lo consigue de una manera difícil de olvidar.
DISPONIBLE EN: HBO MAX.
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12 hombres sin piedad (1957), de Sidney Lumet.
Tras este recorrido por casos turbulentos basados en hechos reales, reflexiones sobre el nazismo, el patriotismo, la injusticia o el honor, sorprende que la mejor película de esta lista no salga, prácticamente, de un despacho con doce sillas.
Doce hombres sin piedad nos coloca ante un jurado que tiene que deliberar acerca de un caso, en principio, claro. Y así lo parece, por como la perspectiva de cada uno, fruto de su vida personal, afecta a la sentencia.
Doce hombres sin piedad no solo habla de la justicia. Es una película que todo psicólogo o sociólogo debería estudiar. Porque habla del grupo. Cada uno de los personajes representa un arquetipo que se ve presionado conforme avanza la película.
Asfixiante y con un ritmo perfecto a lo largo de toda la película, poco más tengo que añadir que os asoméis a esta obra maestra, a ser posible sin saber nada de su argumento.
DISPONIBLE EN: FILMIN
Hasta aquí el viaje a través de las mejores películas de juicios de la historia del cine. ¿Estáis de acuerdo con el top?
Otros ránkings de mejores dramas judiciales.
Un saludo y sed felices!
Nos leemos en las cosas que nos hacen felices!
Hola Fernando. No se si es porque no la consideras una película de juicios y no entra en el listado pero para mí falta, y en las primeras posiciones, Senderos de gloria. Un abrazo.
Pues tienes razón. No la he considerado como película de juicios, y bien que podría haber entrado y en las primeras posiciones. El problema es que, para mí, entra más en el bélico, aunque se trata, sin duda, de una película con juicio.
Hola Fernando, sublime artículo como pocos que he leído en LCQNHF.
Has realizado un ránking de películas del género judicial que nos ayudarán a revisar algunas y a descubrir otras. En este tipo de listados es fácil dejarse alguna, ( a mí me viene a la cabeza por ejemplo Kramer contra Kramer, se puede considerar una película judicial?, no sé), pero considero muy logrado el que propones.
Un saludo y que podamos disfrutar de las cosas que nos hacen felices.
Muchísimas gracias por tu comentario. Me alegra que te haya gustado. Un saludo!