Colossal es la nueva película de Nacho Vigalondo que hizo su debut el pasado Festival de Sitges y se ganó la ovación de gran parte de la crítica. Ahora llega a nuestras salas y hemos podido asistir a su preestreno emocionados por esta atípica historia que mezcla drama y comedia en un mundo que está siendo testigo de algo inimaginable: la aparición de un kaiju en plena Seúl.
VIGALONDO DESATADO
Vivimos en una época curiosa del cine donde no paramos de ver constantes secuelas de universos expandidos, remakes y secuelas tardías de éxitos con muchos años a las espaldas. En ciertos casos me entretengo con esas propuestas y algunas me gustan, pero ver como Nacho Vigalondo se ha sacado de la manga una de las ideas más originales e interesantes del año es algo a tener muy en cuenta.
Anne Hataway interpreta a Gloria, una mujer de 30 y tantos años con un serio problema con el alcohol. Vive en una especie de adolescencia permanente llegando tarde (o no llegando) a casa, dejando de lado el trabajo, su pareja y cualquier cosa que no conlleve tomarse una copa y estar de fiesta. Su novio Tim (Dan Stevens), harto de las constantes borracheras, la pone de patitas en la calle y se ve forzada a volver al pueblo de su infancia, donde intentará (sin conseguirlo) dejar de lado sus problemas y sentar la cabeza. Sin embargo, la aparición de un Kaiju asolando las calles de Seúl no será el desastre que le faltaba en su atormentada vida, sino que supondrá el giro a mejor que necesita.
Los primeros compases de la cinta son prometedores, ofreciendo lo más cercano a una comedia sobre los reveses de la vida y cómo afrontar los cambios y los problemas personales, pero Vigalondo decide hacer malabares con los géneros y en su segunda hora nos encontramos ante un drama sobre el amor, la manipulación y las relaciones de pareja tóxicas.
Hathaway está entregadísima en su papel y nos ofrece una de las interpretaciones más notables en lo que llevamos de año, y me atrevería a decir de su carrera. Ella lleva todo el peso del guion y afronta esos bailes de géneros con una profesionalidad increíble. Por otro lado, tenemos la grata sorpresa que supone Jason Sudeikis, quien se aleja de las comedias absurdas donde no hace más que poner caras y soltar chistes fáciles y nos ofrece una interpretación a la altura de Anne. De hecho, durante gran parte de la segunda hora se come la pantalla.
Pero, ¿dónde está el monstruo? La cinta no es “Kaiju vs Seúl” y cuenta con un presupuesto limitado con lo que sus apariciones son escasas y fugaces en los telediarios o vídeos virales de Internet, pero no supone ningún problema porque no se puede decir que sea el protagonista, ni mucho menos. Es una película sobre sus personajes y el ser es una excusa de Vigalondo para profundizar en los monstruos que llevamos dentro y destrozan nuestra vida.
Aunque Anne y Sudeikis lleven todo el peso del guion y ofrezcan unas interpretaciones sobradamente creíbles, la segunda hora es mucho más floja y Vigalondo se olvida por completo de ciertos temas en los que había puesto mucho hincapié al comienzo. El viaje de Gloria hasta la redención personal y las motivaciones personales del personaje de Sudeikis se vuelven algo difusas y se percibe cierta prisa por acabar la película.
Todo esto deja al espectador con un sabor de boca amargo, con explicaciones y cierres de subtramas poco elaborados y metidos con calzador que llevan a un final no muy acertado. La relación entre Gloria y Tim, la conexión entre ella y el monstruo o el tortuoso camino que ha llevado Óscar (Jason Sudeikis) con su ex mujer quedan algo incompletas y empeñan la cinta.
VALORACIÓN FINAL
Lo mejor:
- Sus personajes bien construidos.
- Los efectos especiales que, aunque se lucen poco en pantalla, no dejan mal sabor de boca.
- Las interpretaciones de Jason Sudeikis y, en especial, de Anne Hathaway.
- El baile de géneros que, excepto ciertos momentos, está llevado con mucha solvencia.
- El interés de Vigalondo por engañar al espectador con una premisa sencilla y que acaba siendo entretenida y elaborada.
Lo peor:
- El guion que palidece en su segunda hora.
- Ciertos temas quedan con una explicación algo vaga.
- La desaparición casi por completo de los personajes de Dan Stevens y Tim Blake Nelson en gran parte de la cinta.