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Crítica de la miniserie Quiz, el escándalo de “¿Quién quiere ser millonario?”

Por un millón de euros ¿Hizo Charles Ingram trampas en el concurso “Quién quiere ser millonario”?

¿Quién quiere ser millonario?

Ha estrenado Movistar+ una serie a la que yo particularmente le tenía muchas ganas. Son tres capítulos de 45 minutos que hay que decir que se pasan volando. Dura lo que dura una mala película así que si no sois de series dadle al play que no os vais a arrepentir.

En 1997, David Liddiment, el nuevo director de programas del canal de televisión británico ITV quiere relanzar dicho canal. Entre las propuestas que le llegan para ello hay una que le entusiasma, un programa de preguntas que va escalando en dificultad y premio económico hasta llegar a la escandalosa cifra del millón de libras. Un año después de su estreno, el programa había hecho historia en audiencias igualando la del funeral de Lady Di con una cuota de pantalla de 19 millones de británicos pegados a la butaca. El show es comprado en todos los países habidos y por haber. En España también lo tendremos, presentado por el gran Carlos Sobera.

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Mítico el movimiento de cejas

El matrimonio Ingram ¿Culpable?

El 9 de septiembre de 2001 Charles Ingram es el tercer concursante en hacerse con el máximo premio, dotado de un millón de libras. Las alarmas saltan cuando la productora sospecha que Ingram ha hecho trampas. A partir de ahí vemos que hay un sinfín de ¿casualidades? y movimientos sospechosos por parte de su esposa y de su cuñado que hacen destapar el escándalo.

En tres capítulos se va desgranando la historia con mucho humor y sorna, todo hay que decirlo. Dirigidos por el curtido cineasta británico Stephen Frears, el primer capítulo nos lleva a ver como el programa tiene sus fans como cualquier otro, hasta que nos hacen fijar la mirada en Diana Ingram y su hermano Adrian. Ellos viven con demasiado entusiasmo el concurso. No solo juegan desde el sofá sino que analizan los tiempos de respuesta, el tipo de  preguntas e incluso llegan a crear una réplica de la consola que utilizan en el programa para ver quien es el concursante más rápido en la pregunta eliminatoria. Además toman contacto con El Sindicato, una red de fans de los concursos televisivos que introducía a sus miembros  en el concurso. Todo señala a que los Ingram están en el meollo. El segundo capítulo es una joya para los fans del concurso. Te enseñan todos los entresijos del mismo. La realización de este capítulo es sublime, es todo un detrás de las cámaras de un concurso prime time. Todo cuidado al milimetro ¿Todo? Eso ya lo comprobáis vosotros sino habéis visto el capítulo. Y acabamos con un tercer capítulo que se ambienta en el juicio al matrimonio Ingram. Frenético y divertido a la vez. Los productores del programa se agarran a unas toses oportunas en el momento de las respuestas del concursante, ahí se basa principalmente el caso de los demandantes.

¿Quién quiere ser millonario?

Una serie igualmente adictiva que el concurso.

Se devora rápido la serie, ya no solo por su duración (135 minutos en total), sino por lo que trata y lo bien hecho que está. Ya te dicen de antemano que la serie es de un fraude al show pero aun así disfrutas muchísimo viéndola. A ello hay que agradecerselo a un montaje agil y a una muy buena dirección de Stephen Frears. Después tenemos un contrastado elenco de actores británicos que no defraudan. El inigualable Michael Sheen haciendo del Carlos Sobera inglés se come la pantalla con ese carisma que derrocha. El matrimonio Ingram está interpretado por Matthew Macfadyen y Sian Clifford. Ambos cumplen sobradamente haciendo que no resulten nada odiosos, sobre todo ella en un rol que se le podía ir al histrionismo y la excentricidad, pero Sian consigue controlar a su personaje. El tono de la serie que oscila entre la dramatización de unos acontecimientos reales están narrados huye del drama para acercarse más a la comedia. Todo un acierto. En definitiva para los adictos de las historias basadas en hechos reales esta es su serie perfecta.

Una serie producida por los demandantes.

Realizando este artículo descubro que detrás de la prodcción se encuentra nada más y nada menos que ITV el canal de televisión demandante en la causa. ¿Esto quiere decir que nos llega una versión parcial de los hechos? Tras ver el primer capítulo rotundamente si, pero en el tercero la teoría ya no se mantiene cuando en el juicio parece que es una teoría de la conspiración contra los Ingram. Y aunque el personaje de Diana Ingram es tratado como una exagerada fan y ciertamente manipuladora el personaje de Charles Ingram sale mejor parado. Un personaje sosegado al que los acontecimientos le superan. Es la serie la que finalmente te da la opción de valorar sin los Ingram son inocentes o culpables. Yo personalmente me inclino a que hicieron trampa, sin embargo el libro Bad Show, The Quiz, The Cough, The Millionaire Major de los periodistas James Plaskett y Bob Woffinden, opta por la visión de no tan culpables. Así que al final ante la pregunta ¿Hizo Charles Ingram trampas en el concurso “Quién quiere ser millonario”? pasopalabra.

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Un saludo y sed felices.

Carlos María Porras Castaños
Carlos María Porras Castañoshttps://despojosdelahistoria.wordpress.com/
Community manager, Historiador y documentalista, apasionado del cine, las series, la lectura y el fútbol... en definitiva de las cosas que nos hacen felices.
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2 COMENTARIOS

  1. Me has convencido. Iba a a ver esta noche Vampiros contra el Bronx, pero con el comentario de la duración de una película mala… xD

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