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Crítica de Matilda, de Roald Dahl: el músical, adaptación que supera el clásico de los 90

Una de la mayores apuestas de Netflix en cuanto a estrenos navideños fue Matilda, de Roald Dahl: el musical. Su mayor problema, a priori, era la sombra alargada de la adaptación de la misma obra que Danny Devito realizó en 1996. Esta nueva versión es un musical dirigido por Matthew Warchus, con Lashana Lynch como Miss Honey y Emma Thompson como la Truchbull. Y niños, muchos niños cantando y bailando. Al lio.

Bienvenidos a la revolución

La historia es más o menos conocida. Matilda Wormwood (Alisha Weir) es una niña a la que sus padres maltratan y aborrecen. Matilda se refugia en los libros y acaba en una escuela con una directora malvada, antigua lanzadora de pesas, y una profesora dulce y amable, aunque algo débil de carácter. La ira de Matilda por las injusticias acabará canalizando en telequinesis, lo que le ayudará a desembarazarse de la malvada directora, de sus padres y devolverá la luz a la vida de Miss Honey.

Como ya hemos dicho, Matilda, de Roald Dahl: el musical es, obviamente, un musical basado en un libreto de Tim Minchin y Dennis Kelly. El que odie los musicales mejor que no la vea. Al que le gusten pues si, merece la pena. Es un musical entretenido, con buenas canciones y una puesta en escena en la que destacan los niños. El reparto infantil copa casi todas canciones, lo que ya lo distingue del resto de la oferta similar. Hay una gran labor de dirección porque no es fácil dirigir a tantos niños y que encima canten y bailen. Ese es el punto fuerte de la película.

También hay que destacar que esta nueva versión resulta mucho más humana, trágica y macabra que la versión de los 90, donde Danny Devito se apropiaba de gran parte de show. Aquí el peso recae en una más que solvente Alisha Weir y el papel de los padres está más difuminado.

Destaca por darle una dimensión más dramática a su personaje el número musical protagonizado por Lashana Lynch, así como la ambientación de terror que adquieren las apariciones de Emma Thompson y todas sus ocurrencias para maltratar a los críos.

Demasiado cruel para niños

Ese tono macabro es el que hace que quizás la película no sea la más recomendable para los tiernos infantes por mucho niño cantarín que salga. Si, es un cuento moralizante y con moraleja (como todos los de Roald Dahl) y al final toda termina bien pero si no se les pone sobre aviso es probable que acaben traumatizados, e incluso que desistan de llegar al final.

En cuanto a la puesta en escena de Matilda, de Roald Dahl: el musical, si bien el tono es más que acertado, los números musicales pecan de excesivamente cinematográficos en ocasiones. Si es un musical, deja bailar a los actores. La manía que parece imponerse hoy en día con los planos medios y primeros planos en los musicales puede parecer muy moderna pero en ocasiones no es lo más acertado. Para ver cómo se dirige de verdad hay que acudir a los maestros, aunque sea el primer y único musical que han dirigido en su vida.

Además tenemos que la racanería en Netflix, en lo que a producción se refiere, se impone en muchas escenas, iluminadas por los cuatro costados, que siempre resulta más barato. Lo disfrazan de estética pop pero el resultado final es que se desequilibra un tanto el conjunto. Que iluminen The Prom como si no hubiese un mañana está muy bien porque la historia se presta pero aquí igual se requería otra cosa.

En resumen, Matilda, de Roald Dahl: el musical es una opción más que recomendable pese a sus defectos. El tono oscuro de algunas escenas, sus canciones y sus números musicales y la interpretación de sus actores se imponen a los pequeños defectos que pueda tener. Además, es divertida y entretenida, lo que ya es mucho en comparación con la mayoría de producciones de nuestra plataforma amiga. Ya sólo les falta acertar con los subtítulos, que son nefastos. Un saludo, sed felices.

Pedro Pérez S.
Pedro Pérez S.
Aficionado también al cine, las series de televisión, la literatura fantástica y de ciencia ficción, a la comida, la cerveza y a todas las pequeñas cosas que nos hacen felices.
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