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El abogado del Lincoln. Temporada 3. La consagración como una de las mejores series de Netflix

El abogado del Lincoln ha vuelto. Netflix ha apostado por esta serie y nos trae la tercera temporada y podemos afirmar que, desde su primera temporada, ha ido de menos a más. A mucho más. Esta tercera temporada supone la consagración de una muy buena serie en el catálogo de la plataforma de streaming. Os dejo con los enlaces a los posts de las temporadas anteriores y vamos al lío. Ojo que vendrán spoilers.

Los dioses de la culpa

Ese es el título de la novela de Michael Connelly que se adapta en esta tercera temporada, el quinto libro de la serie dedicada a Mickey Haller y que enlaza directamente con el final de la temporada anterior (adaptación de la cuarta novela, El quinto testigo).

Como ya vimos, Gloria Dayton, alias Glory Days, ha sido asesinada y Haller (Manuel García-Rulfo) tendrá que defender a su presunto asesino, Julian La Cosse, a pesar de que la víctima fue una antigua clienta. Si bien al principio no está convencido de la inocencia de Julian, pronto descubrirá que tras la muerte de Gloria hay toda una conspiración que se remonta a 10 años atrás y que traerá de vuelta antiguos fantasmas que creía olvidados.

Entre medias, tendrá que lidiar con sus propios problemas familiares, al igual que el resto del reparto, donde Lorna Crane (Becki Newton) adquirirá más protagonismo al convertirse en socia de pleno derecho de Haller y asociados.

El abogado del Lincoln

El abogado del Lincoln continúa con la curva ascendente que presentó la temporada anterior pero mejorando sus aciertos. Si en la primera temporada teníamos un caso principal y en cada episodio aparecía un caso secundario, en esta ocasión vemos como el asesinato de Glory Days ocupa casi toda la trama; tenemos menos casos secundarios, apenas tres o cuatro y la mayoría quedan en manos de Lorna Crane, que se estrena como abogada y se los ventila rápidamente.

En contra de lo que pueda parecer, Lorna deviene una magnífica abogada, en contraste con ese aspecto algo alocado y extravagante que presenta a veces. El personaje ha evolucionado en esta tercera temporada y resulta más interesante. Mientras, el resto de secundarios siguen en su línea.

Destaca una mayor presencia de David ‘Legal’ Siegel, encarnado por el gran Elliot Gould, y la aparición de un personaje que prometía, Eddie Rojas, el nuevo chofer de Haller interpretado por Allyn Moriyon; un tipo entrañable que se gana el corazón del espectador en sus primeras apariciones. Por eso su muerte es de las que más duelen y lamentas, porque le has cogido cariño y te deja con ganas de más.

Lincoln Lawyer

En cuanto a nuestro protagonista, Manuel García-Rulfo lleva desde la primera temporada demostrando que es un gran Mickey Haller, enfrentado más que nunca a sus propios demonios. En esta ocasión, mantiene una nueva relación sentimental con como Andrea ‘Andy’ Freemann (Yaya DaCosta), aunque todos sabemos que está condenada desde el principio, que una fiscal y un abogado defensor no pueden ir más allá de un revolcón de tanto en tanto.

Nuestra nueva serie favorita

Ya lo reconocí cuando hablamos de la temporada 2 pero lo recuerdo: me equivoqué al juzgar la primera temporada de la serie. La vi algo floja, demasiado Netflix y poco noir. Me pareció que estiraba demasiado la trama y que se rendía a esa manía de Netflix de gustar a todos los sectores del público, metiendo lo políticamente correcto con calzador. La vi con la novela en la que se basaba (aunque en realidad son dos, El inocente y El veredicto) en la cabeza y no veía más que fallos: me pareció una adaptación blandita.

En mi defensa señoría, escribí que era muy entretenida y que no había lugar al aburrimiento. Y también que como serie de abogados, El abogado del Lincoln es una serie bastante buena.

Quizás por eso le dí una oportunidad a la segunda temporada y me pareció que esos defectos que había señalado se habían diluido, que la trama no estaba tan estirada, que los secundarios tenían su papel pero sin abusar y que no parecía tan blandita; quizás también porque ya había asumido qué estaba viendo y no tenía las expectativas tan altas (ay, esas expectativas, cuanto daño nos han hecho).

the lincoln lawyer

En esta tercera temporada ya me he rendido totalmente. Si como serie de abogados era muy buena, en esta ocasión se supera a si misma; si antes era entretenida, ahora lo sigue siendo; si los secundarios estaban más dosificados, aquí lo siguen estando; y si antes era poco noir, en esta ocasión lo es un poco más, con una trama que se centra en el asesinato de una prostituta y con su dosis de policías corruptos y narcotraficantes.

En resumen, que metimos la pata y entonamos el mea culpa: estamos enganchados a El abogado del Lincoln. ¿Habrá cuarta temporada? De momento no hay nada confirmado pero ese final, con ese cliffhanger en toda regla, parece indicar que si, que todo está preparado para adaptar la novela La ley de la inocencia. Hasta entonces, un saludo, sed felices.

Pedro Pérez S.
Pedro Pérez S.
Aficionado también al cine, las series de televisión, la literatura fantástica y de ciencia ficción, a la comida, la cerveza y a todas las pequeñas cosas que nos hacen felices.
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