Bienvenidos un sábado más a la sección de los amantes del cómic. Bienvenidos a “El cómic de la semana”. Hoy destacamos El gran Calvin y Hobbes ilustrado. Al final del artículo tendréis la portada y el enlace.
El gran Calvin y Hobbes ilustrado es una joya
Tengo que dar las gracias a Astiberri por volver a publicar todas las aventuras, las tiras de prensa de Calvin y Hobbes, uno de los cómics modernos más importantes de la historia, y que ha marcado a una generación de personas.
Calvin y Hobbes fue un aire fresco en su día y aún seguimos leyendo sus tiras como si estuvieran escritas hoy. Bill Watterson creó un mundo y unos personajes míticos, empezando por Calvin y su muñeco Hobbes, que para él es un tigre de verdad, pero para el resto de la humanidad es un peluche. Y sin olvidarnos de sus padres, de Susie Derkins o de la señorita Carcoma. Todos personajes míticos que nos han hecho partícipes de un mundo que nos remite a nuestra niñez
Pero Calvín y Hobbes no es una sucesión de tiras cómicas simpáticas, o en la cual Bill Watterson nos recrea parte de nuestra infancia a través de la excelsa imaginación de un niño de 6 años. No, Calvin y Hobbes es un cómic muy maduro que abarca muchos más temas y reflexiones en voz alta del autor sobre política o religión, además de cultura y filosofía. Rápidamente estas tiras diarias fueron aumentando su tirada hasta ser publicado en miles de periódicos.
Lo más importante de este primer tomo, que nos traen de vuelta los señores de Astiberri, es que las historias se pueden leer de forma atemporal y seguidas. Las tiras a blanco y negro son las diarias, y las que son una página entera y a color, las dominicales. En este tomo se incluyen las tiras de finales de los años 80 y además el formato de lectura es el normal, el de toda la vida. Llegarán en un futuro tomos de forma apaisada, tanto antes como después, en orden cronológico de publicación.
Realmente lo mejor de tener una edición con todas las tiras publicadas por orden de aparición es que aunque deberían ser independientes, en muchas ocasiones son secuenciales, y se disfruta de una lectura mucho más enriquecedora.
También, al ser diarias y tener que publicarlas en el periódico precisamente todos los días, se nota cuando el autor está más o menos inspirado. Tenemos épocas con tiras muy originales y divertidas, y otras que simplemente cubren el expediente, ley de vida. Pero aún con sus cosas malas y buenas, cada cierto tiempo merece una relectura, simplemente por leer y pasar un buen rato cargado de profundidad. Calvin y Hobbes es imprescindible en tu biblioteca.
Calvin y Hobbes es sin duda uno de los cómics más populares de todos los tiempos. Narra las divertidas travesuras de Calvin, un niño de seis años precoz, revoltoso y aventurero; y de Hobbes, su sarcástico tigre, un felino tan real para Calvin como tierno peluche para los demás.
La capacidad de Watterson para mostrar la infancia, incluidos sus propios recuerdos, impulsa los vuelos de fantasía de Calvin, ya sea subiendo a una cápsula como el Capitán Spiff (enfrentándose a temibles extraterrestres como sustitutos de las figuras de autoridad de la vida real de Calvin) o imaginando que es una bestia temible.
Stephan Pastis, creador de Pearls Before Swine, considera que Calvin es una expresión de pura personalidad infantil, pero cree que hay otra dinámica que hace que muchos de los actos de imaginación de Calvin sean tan atractivos. Watterson “captó con exactitud cómo te sientes de niño, lo limitado que estás por tus padres, por tu niñera, por la señorita Wormwood. Estás realmente acorralado y lo único que te queda es la expresión individual”, dice Pastis.
El gran Calvin y Hobbes ilustrado incluye las tiras publicadas entre el 5 de diciembre de 1988 y el 7 de julio de 1990. La edición de Astiberri mantiene la traducción de Francisco Pérez Navarro totalmente revisada y se ha creado una tipografía con la letra de Bill Watterson para rotular esta edición.
Un saludo y sed felices.