Bienvenidos un sábado más (si, hoy es domingo) a la sección de los amantes del cómic, bienvenidos a el cómic recomendado de la semana: Los Buenos Veranos, un cómic europeo de Zidrou y Jordi Lafebre editado por Norma Editorial.
Cuenta la vida cotidiana de un dibujante, sin entretenerse en si está bien o mal pagado, o lo difícil que es ser dibujante. De echo lo único por lo que sabemos que es dibujante es porque justo al principio la familia está desesperada para irse de vacaciones mientras él termina su trabajo. Pero como digo bien podría ser cualquier otro oficio. Yo también me pego al ordenador y hay que sacarme con espátula.
Sí, es un cómic costumbrista en el que nos encontramos metidos en un coche con una familia que se va de vacaciones y el matrimonio está a punto de divorciarse. Una locura. Pero una locura por la que mas o menos hemos pasado todos cada uno de los veranos. Al menos los cuarentones como yo.
La historia de Los Buenos Veranos
No es solo el verano de una familia, es la historia de una separación, es la historia de unas hermanas.
Los padres están en plena crisis de los cuarenta, sobretodo la madre. Se da cuenta de que todos los sueños que tenía para su futuro nunca serán y le echa las culpas a su marido, entre otros. Así que antes de firmar los papeles del divorcio deciden darle a sus hijas las últimas vacaciones en familia.
Las maletas hechas, pero no consiguen salir al coche. Llevan tres días esperando a que Papá acabe su trabajo y puedan salir por la puerta. En cuanto se suben al coche ¡Empieza el verano! van al calor, van hacia el sur. Saben exactamente dónde van a parar y que no tienen prisa. Van por carreteras comarcales, paran a comer helados y patatas fritas en los mismos sitios que todos los veranos. Las peleas entre hermanas en el coche (mucho antes de haber sillitas en las que no se llegan a pegarse tanto como antes).
Una madre encargada de la crianza de las niñas y un padre que solo trabaja. Esa era la vida como nos la muestran.
Un amigo imaginario que queda olvidado en una gasolinera y HAY QUE PARAR EL COCHE!!!
Una desgracia familiar a mitad de las vacaciones les hace regresar con un sabor agrio a casa. Un familiar ha muerto y tienen que asistir a un entierro. La primera muerte para las niñas. Pero la vida continua y no puedes culpar a los niños por eso ¿no? el verano es la mejor época cuando eres pequeño y nada ni nadie te lo tiene que arruinar.
Lo mejor de Los Buenos Veranos
Lo mejor para mí de Los Buenos Veranos es que me ha recordado mucho a mi familia cuando yo era pequeña. Parar a comer en medio del campo era algo que hacíamos todas las semanas. Bañarnos desnudos en el río también lo hacíamos. Incluso recuerdo un día en el que vimos a una rata bañándose cerca, y ya de aquella mi madre nunca más se volvió a meter en el río a bañarse.
Lo mejor de este cómic es el sabor a verano que consigue transmitir. El verano es una estación mágica y transitoria en el que todo es posible cuando eres niño. Te acuestas tarde, vas todos los días con la misma ropa, puedes jugar con el agua, comer sandía y mancharte que no importa. Mamá y Papá no tienen prisa, no te gritan. Te pican los mosquitos pero no pasa nada, no te tienes que tapar por la noche. Duermes la siesta hasta las tantas. Te pasas el día de la playa a la piscina o andando en bicicleta. Haces pis en la playa. Tus bocadillos tienen arena. Comes helados para merendar o para desayunar, o antes de irte a dormir. Vas a fiestas de pueblos. Te compran yoyós con luces. Te rozan las sandalias los primeros días, luego no puedes vivir sin ellas. Puedes ir descalzo. Te llevan a caballito cuando no puedes caminar más…
Mi video reseña de Los buenos veranos
https://youtu.be/iJxGdTsnZNQ
Otras reseñas de Los buenos veranos
No he encontrado. Si tienes una dínoslo y la enlazamos.
Realmente interesante. Me recuerda el dibujo a: “El juego de la luna”. Sobre todo al dijuar las personas. Aunque supongo que la nostalgia, es la “piedra filosofal” de este cómic. Sin duda, habrá que leerlo, mientras degustó un bocadillo de nocilla.
Aunque yo iría a por: ” Presas fáciles”. De Miguel A. Prado. También de Norma. O “Los caminos del señor”; de Yermo editorial.
Un saludo.
Gracias Hyuga por darme siempre referencias de otros comics.