Continuamos con nuestra Guía de las Estrellas. Si para la primera entrega hablábamos de uno de los intérpretes más carismáticos de todos los tiempos, hoy toca hablar de uno de los grandes actores de la generación actual, aprovechando el estreno de la alabada Dos buenos tipos. Con todos ustedes, Russell Crowe.
Nacimiento: 1964
Premios:
1 Óscar merecido, aunque a toro pasado, por Gladiator.
1 Globo de Oro al año siguiente por Una mente maravillosa.
Lo mejor de su carrera: Crowe es una auténtica bestia interpretativa, un actor que, sólo con su presencia, es capaz de llenar la pantalla y mejorar cualquier película en la que aparezca. Curiosamente, lo borda en los papeles en los que, a priori, no son susceptibles de ganar premios (películas de aventuras o thrillers). Ha sido el actor fetiche de Ridley Scott, para el que ha actuado en hasta cinco películas. Ha participado en varias de las mejores películas de la primera década del siglo XXI.
Lo peor de su carrera: En los últimos años ha tenido algunas decisiones cuestionables. Esperemos que el cambio de tendencia de Dos buenos tipos supongo una nueva época dorada en su carrera. Ridley Scott lleva sin escogerle para un papel más de cinco años… Volved, por favor.
LAS IMPRESCINDIBLES
L.A. Confidential (1997)
Que sí, que James Cameron es un gran director y que merecía todo ese montón de Oscar por la tan cursi como espectacular Titanic… quedaros con los efectos especiales y la historia de amor previsible, que yo opto por una apabullante obra maestra del género negro, muerto desde décadas atrás. Adaptación de la (todavía mejor) novela de James Ellroy, la película es un recorrido por la policía de Los Ángeles durante los años 40 y la resolución del asesinato de varias personas en una cafetería. Entre otros, sale un Kevin Spacey en la cumbre, pero en un reparto genial (hasta Kim Basinger hace un papelón) sobresale ese bruto Bud White de Crowe, un policía que no para de meterse en líos cuando ve pegar a una mujer… Una película imprescindible.
El dilema (1999)
Una de las mejores películas del final de siglo. Michael Mann, uno de los grandes directores de los 90, nos regaló un impecable thriller donde las conversaciones en despachos y las dudas éticas y morales sustituían los impecables tiroteos y el juego policía-ladrón de Heat. Absorbente en su desarrollo, cuenta con un trío interpretativo de lujo: Russell Crowe como el científico que denuncia a la tabacalera en la que trabaja, y Al Pacino y Christopher Plummer como los periodistas que sacan a la luz la noticia sobre las sustancias que provocan adicción en los fumadores. El mejor papel de su carrera, un hombre normal (de hecho, un hombre bastante imperfecto) que se come interpretativamente a sus dos compañeros de reparto.
Gladiator (2000)
El péplum (cine de romanos de toda la vida) era un género dado por muerto hasta que el gran Ridley Scott, que de manejar todo tipo de géneros sabe como nadie, dirigió este monumental taquillazo con un Coliseo recreado por ordenador. Si bien siempre defiendo que el guión es lo más importante en el cine, Gladiator es la muestra de que una potente banda sonora, una dirección magnífica y unas interpretaciones sensacionales pueden hacer que te creas una historia bastante exagerada. Para el recuerdo, ese comienzo demoledor, el documento más espectacular sobre la eficacia del ejército romano. Y claro… por ahí anda Russell, sufriendo como ninguno. Un papel impresionante… pero puestos a la polémica, inferior al Tom Hanks de Naúfrago. Pero claro, el segundo ya tenía dos… y Crowe lo había merecido por su, incluso, superior interpretación en El dilema.
Master and commander (2003)
2003 fue un gran año para el cine de aventuras. El fin de la magnífica trilogía de El Señor de los Anillos o la primera entrega de Piratas del Caribe. La segunda, muy espectacular y con un sobreactuado Johnny Depp, poco tiene que hacer ante este realista acercamiento a la vida marina a principios del siglo XIX. Russell Crowe es Jack Aubrey, capitán de barco aventurero, cabezón como él sólo y amigo de sus amigos, sobre todo de ese doctor más aficionado a la naturaleza que a las batallas navales interpretado impecablemente por Paul Bettany. Aventuras de un nivel enorme y un ejemplo más de lo bien que lo hace Crowe con este tipo de personajes. Resulta que es una adaptación de una serie de novelas de Patrick O´Brien… ¿Para cuándo la segunda parte?
American Gangster (2007)
Y Ridley Scott hizo su Padrino particular. No uno italiano, irlandés o ruso. Uno de la Harlem más profunda interpretado por el gran Denzel Washington. Frente a él, un policía, encarnado por Crowe, tan tan tan honrado que no para de meterse en problemas en un departamento de la policía corrupto hasta la médula. La última, hasta ahora, gran película de Ridley Scott es puro cine de gángsters regido por los típicos códigos del género. Solo la falta de momentos que se queden pegados en la retina empañan un largometraje de gran calidad.
PARA LOS FANS
Una mente maravillosa (2001)
Tras los éxitos consecutivos de El dilema y Gladiator, Crowe interpretó al esquizofrénico premio Nobel de Economía John Nash. Una película de gran factura, bien dirigida e interpretada. Crowe hace un buen papel, a la búsqueda de premios, pero no es un actor de tics, sino un hombre para papeles más instintivos.
Cinderella Man: el hombre que no se dejó tumbar (2005)
Dirigida por Ron Howard, director de la película anterior, esta historia de boxeo es superior a la biografía del matemático Nash. Sobra Renee Zellweger y me falta más ese magnífico Paul Giamatti como ayudante del protagonista. En resumen: mucho mejor película cuando Crowe se sube al ring que fuera de él.
El tren de las 3:10 (2007)
Una de las películas más desconocidas e infravaloradas de su carrera. En unos años donde el western estaba de capa caída, James Mangold se saca un remake superior al original, con un gran duelo interpretativo entre el bueno Christian Bale y el malo y carismático Russell Crowe. Un western clásico muy entretenido. Ah, y aquí Crowe está mejor que en Una mente maravillosa.
La sombra del poder (2009)
Lujosa adaptación de una miniserie de la BBC sobre un periodista que investiga un escándalo político relacionado con un amigo suyo. La intriga te absorbe poco a poco y Crowe es un periodista “a la antigua usanza” que debe demostrar la supuesta inocencia de un congresista interpretado por Ben Affleck.
Los próximos tres días (2010)
Entretenidísima y adrenalítica película con Crowe como un padre de familia que ve como su mujer es encarcelada por un asesinato que no sabe si cometió… Pese a que pueda parecer inverosímil (¿Qué película no lo es?) el desarrollo de la trama te pone el corazón en un puño.
Noé (2014)
Entre Robin Hood y Los Miserables, me quedó con esta arriesgada interpretación de Darren Aronofsky. Crowe es lo mejor de una película a medias, interpretando a un padre de familia con una misión que, claramente, le supera pero que está decidido a cumplir caiga quien caiga.
OLVIDADLAS
La trama (2013)
Un thriller a medio camino entre el género negro y la política. Más previsible una bronca de tu madre al llegar a las 6 de la mañana.
Cuento de invierno (2014)
Por favor, olvidadla. No merece la pena verla ni con ganas de ver algo malo. Un bodrio.
De padres a hijas (2015)
Si la veis, tened en cuenta que es tópica a más no poder, que os va a subir el azúcar a niveles muy peligrosos y que tiene algunos giros bastante…difíciles de entender.