De pocos personajes se puede negar su influencia en la cultura masiva como de Tarzán. La creación de Edgar Rice Burroughs ha dado lugar a infinidad de novelas, cómics, películas y series, pero también de personajes con características semejantes, a los que se suele llamar tarzánidos.
Los tarzánidos llevan un estilo de vida salvaje en un ambiente con el que se identifican y al cual protegen. Recurren, normalmente, a su fuerza física, pero también a la astucia y rechazan la civilización aunque provengan de ella. Claro resabio del imperialismo previo a la primera guerra mundial, suelen ser tildados de racistas por su habitual origen europeo y mayormente anglosajón en una selva que conocen mejor que los locales.
Sin duda, los cómics de Tarzán de Harold Foster, publicados desde 1929, definieron la estética del personaje y de todos los que se inspiraron en él. Foster, más que Burroughs, impuso el estereotipo tarzánido como Robert Louis Stevenson el del pirata o Richard Wagner el del vikingo. Hasta Disney tarzanizó a Mowgli en El Libro de la Selva aun siendo un personaje de Rudyard Kipling anterior a Tarzán.
Subcategoría especial son las jungle girls, de especial éxito en los cuarenta. Tanto enfundadas en mínimos atuendos de piel de tigre, leopardo o cebra como luciendo atadas, encadenadas o capturadas por gorilas o fieros nativos, alimentaron morbos y fantasías fetichistas. La censura del Comics Code Authority les impuso límites en 1954 , pero no al punto de hacerlas desaparecer.
La cantidad de tarzánidos es incontable e inabarcable, incluso con versiones locales según los países. Cualquier listado pecará entonces de incompleto, pero repasamos veinticinco de los más significativos, populares o exitosos.
Korak (1920)
Tarzánido por herencia al ser hijo de Tarzán y Jane en las novelas de Edgar Rice Burroughs, aunque sin historias en solitario hasta que a partir de 1920 tuvo un serial propio con Kamuela C. Searle en el rol protagónico. En las películas de Johnny Weissmüller, en cambio, fue reemplazado por un hijo adoptivo llamado Boy porque la censura no veía bien que la pareja tuviese un hijo biológico no estando casados.
Desde 1964 tuvo cómic con título propio en Gold Key y para 1972 los derechos fueron adquiridos por DC Comics, pasando por los guiones glorias como Len Wein (creador de Swamp Thing) o Robert Kanigher (durante largo tiempo a cargo de Wonder Woman).
Su nombre, supuestamente, significa “asesino” en lengua de hombres mono y su taparrabos rojo inicial terminó mutando hacia una especie de slip de leopardo con aires stripper.
Bomba, el Niño de la Selva (1926)
Adolescente blanco criado en las junglas sudamericanas, al menos en sus diez primeras novelas, pues en las siguientes la historia se trasladaba al África y quedaba prácticamente convertido en un Tarzán adolescente.
Muy exitosos tanto los veinte libros de Roy Rockwood (una organización bajo seudónimo) publicados entre 1926 y 1938 como las doce películas con Johnny Sheffield, que de niño había sido Boy en las de Weissmüller (en mi infancia dudaba si no sería el mismo personaje ya crecido). Es uno de los que más acusaciones de racismo recibió al ser un blanco inteligente entre nativos de pocas luces.
Sheena, Queen of the Jungle (1937)
Primer tarzánido exitoso del cómic (sacando, claro, a Tarzán): jungle girl por excelencia, es también la más sexy y de más larga vida y adaptaciones a otros medios, así como primer personaje femenino con título propio (cuatro años antes de Wonder Woman)
Apareció por primera vez en en la revista británica Wags, después en la estadounidense Jumbo Comics y desde 1938 en la suya propia. Creada por el pionero Will Eisner (quien da nombre a uno de los más importantes premios en cómic) con dibujo de Jerry Iger, pero muchos artistas desfilaron por sus viñetas.
Hija huérfana de un explorador muerto en las junglas del Congo, fue criada por una chamana nativa y desarrolló la capacidad de comunicarse telepáticamente con los animales. Su nombre fue inspirado por la novela She, de H. Rider Haggard y sirvió de inspiración para Sheena is a Punk Rocker (canción de los Ramones) además de ser mencionada por Bruce Springsteen en Crush on You.
Tuvo dos series televisivas: una en los cincuenta, protagonizada por Irish McCalla y otra en 2000 por Gena Lee Nolin. En cine, una adaptación de 1984 dirigida por John Guillermin con Tanya Roberts, antes ángel de Charlie y después chica Bond.
Ki-Gor (1938)
Segundo tarzánido exitoso en la literatura (una vez más, sacando a Tarzán), fue publicado en formato serial por la revista Jungle Stories entre 1938 y 1954. Como era usual en el pulp, el autor ocultó con vergüenza su nombre y se ha perdido.
Kilgore (de allí Ki-Gor) es hijo de un misionero asesinado por salvajes que se cría en la jungla y tiene tanta suerte que, ya crecido, le cae una mujer del cielo. Literal: Helene es una bella piloto estadounidense a quien debe rescatar de traficantes de esclavos tras estrellarse su avión. Desde ya que terminarán en pareja y con ella raptada y rescatada una y otra vez.
Sus aventuras mezclaban las novelas de Burroughs con las películas de Tarzán producidas por RKO, pero tenían una carga de incorrección adelantada a su época con referencias sexuales hoy inocentes, pero provocativa transgresión entonces. Como Tarzán, tenía un amigo elefante, pero enfrentaba peligros más variados como vampiros invisibles, ardillas telépatas voladoras o ejércitos de chimpancés liderados por una reina blanca.
Wambi, the Jungle Boy (1940)
Tras el éxito de Jungle Stories, era lógico que las publicaciones pulp se abrieran al cómic . Apenas despuntados los cuarenta, nació Jungle Comics, por cuyas páginas desfilaron tarzánidos de mayor o menor éxito, como Wambi.
Imposible saber en dónde diantres se desarrolla la historia: fusionando Asia con África, hay leones, tigres, rinocerontes, elefantes de la India, gorilas, hipopótamos y orangutanes. El propio niño protagonista usa turbante y taparrabos más reminiscentes de la India que de África, pero no hay explicación ni origen familiar: una mezcla de Tarzán y Mowgli para público infantil o adolescente.
Creado por Ray Madison, se comenzó a publicar en 1940 y tuvo su propia revista entre 1942 y 1953.
Kaanga (1940)
Otro cómic de creador perdido y con Alex Blum como primer ilustrador. Más allá de ser rubio y desconocerse nombre o apellido originales, el resto es Tarzán: huérfano tras la muerte de sus padres en la selva, es criado por simios y se termina enamorando de Ann Mason, mujer blanca del mundo civilizado. Como diferencia, enfrenta algunos peligros bien de la época (nazis) y otros no tanto (dinosaurios). Tuvo su propia publicación entre 1949 y 1954.
Fantomah (1940)
Creada por Fletcher Hanks y aparecida por primera vez en Jungle Comics, es para muchos el primer superhéroe femenino de la historia al aparecer un año antes que Wonder Woman.
A partir de 1941 pasó a un autor desconocido con seudónimo y se le cambió el perfil dejando de lado sus superpoderes, que originalmente incluían volar o levitar objetos. Extrañamente, cada vez que los usaba, su piel se volvía azul y su rostro una calavera, pero mantenía su larga cabellera rubia. Es protectora de la selva contra cualquiera que pretenda hacerle daño.
Nyoka, the Jungle Girl (1942)
Originalmente nació como serial de cine inspirado en La Tierra de los Hombres Ocultos (1931), novela de Edgar Rice Burroughs ambientada en las selvas de Camboya de la cual puede ser considerada spin-off aunque no tenga personaje alguno con ese nombre. Harry Anderson la adaptó en 1942 para Fawcett Comics y se mantuvo hasta 1953, incluso con revista propia.
A diferencia de otras jungle girls, no viste bikini de leopardo o similar (Anderson era cristiano practicante y no se lo hubiera permitido), sino en modo safari a la usanza anglosajona. Y no es (como en la novela de inspiración) una princesa asiática sino Nyoka Meredith, criada en la jungla después de que su propio tío asesinara a su padre para quedarse con el control de una mina de diamantes. Posteriores versiones le quitaron algo de ropa y la hicieron enfrentarse a adversarios de lo más variopintos, como gorilas con cerebro humano o bien gigantes. En fetichista deleite, las cubiertas solían mostrarla atada y cautiva de salvajes semibestiales.
Camilla (1942)
Una vez más, autor desconocido. Dibujada originalmente por C.A. Winter, fue publicada entre 1942 y 1953 para Jungle Comics atravesando una fuerte metamorfosis. En sus orígenes era la soberana de un reino fundado en el corazón de África por vikingos que habían perdido su camino y hacían sacrificios humanos al dios Thor.
Después trocó en descendiente de Gengis Kan y terminó en clon de Sheena (algunas portadas eran robo directo) en bikini de cebra y criada en la selva tras la muerte de sus padres. Entre los muchos artistas que la ilustraron se destacan Matt Baker (Phantom Lady), Nick Cardy (Aquaman) y George Tuska (Buck Rogers).
Tiger Girl (1944)
Creada por Robert Webb y continuada por Allan O’Hara, fue publicada por primera vez en 1944 por Fight Comics, pasando después por Jungle Comics y Jungle Adventures. A pesar del carácter claramente indio de su nombre, la princesa Vishnu responde (una vez más) a un patrón físico bien europeo. Sus aventuras transcurren en las selvas de India habitualmente acompañada por su amigo Abdola y el tigre Benzali. Bikini atigrado y habilidad con el látigo constituyen ideal cóctel fetichista y cobra fuerza extraordinaria cuando clava la mirada en un misterioso anillo.
Princesa Pantha (1946)
De autor con seudónimo y con Art Saaf como dibujante, el cómic apareció por primera vez en la revista Thrilling Stories. Una artista de circo viaja al África obsesionada por encontrar un mítico gorila blanco y, perdida allí, se las arreglará para sobrevivir merced a su habilidad para imitar sonidos de gorilas y entenderse con ellos. Pronto reemplazará su atuendo occidental por un bikini de leopardo y no querrá regresar a la civilización ni aun cuando la encuentren.
El personaje sería más tarde redescubierto por el gran Alan Moore, quien echó mano de ella en Terra Obscura (spin-off de Tom Strong).
South Sea Girl (1946)
Sus historias, aparecidas en Seven Seas Comics, no se ubican en África ni Asia sino en un archipiélago volcánico del Océano Pacífico. Creada por Manning Lee Stokes y el gran dibujante Matt Baker, Alani es protectora de sus islas y no tiene poderes especiales, pero puede nadar en un tifón o matar un tiburón con sus propias manos y es la primera jungle girl en enfrentarse a la pesadilla nuclear cuando aún faltaban veinte años para las pruebas en atolones del Pacífico.
En 1955 sería reciclada como Vooda Jungle Princess prácticamente con las mismas historias, pero trasladadas al Congo y con revista propia que duró apenas tres números.
Thun’da, Rey del Congo (1952)
Creado nada menos que por un joven Frank Frazetta y con guiones de Gardner Fox, creador de Flash, la historia sigue a Roger Drum, piloto estadounidense de la segunda guerra mundial cuyo avión cae en la jungla africana. Capturado por hombres mono, consigue liberarse y encontrarse con Pha, reina del valle.
Aunque ubicada en el Congo, la historia transcurría en un sitio inexplorado en que convivían elementos reales de la fauna africana con otros prehistóricos o fantásticos. El editor, sin embargo, hizo retirar estos últimos y, al decir de Frazetta, “desvirtuó todo el concepto convirtiéndolo en otro cómic de cartón de la jungla”.
La tira se publicó entre 1952 y 1953 con reediciones posteriores (ya con Frazetta convertido en marca registrada) y hasta un serial para Columbia Pictures protagonizado por Buster Crabbe, quien había sido también Tarzán en un serial de los treinta.
Cave Girl (1952)
Otra de Gardner Fox: básicamente spin-off de Thun’da con dibujo del gran Bob Powell, de paso posterior por Marvel. Al morir sus padres en la jungla siendo bebé, un águila la rescata y la lleva a las Tierras del Amanecer, donde es criada por lobos.
En poco tiempo, tuvo tira y revista propias, publicándose hasta 1955. Entre sus enemigos había cazadores de marfil, ladrones de riquezas arqueológicas o agentes soviéticos en busca de plutonio. Hasta se enfrentó más de una vez a amazonas que la capturaron y esclavizaron (morbo a pedido).
El personaje carece de relación con la comedia sexual Cavegirl, de 1985 o con el cómic de idéntico título en 1991.
Lorna, the Jungle Girl (1953)
Primera jungle girl de Marvel, publicada hasta 1957. Creada por el guionista Don Rico (co-creador de Viuda Negra) y el dibujante Werner Roth (de posterior paso por X-Men), era la hija de un hombre viudo que, por alguna razón, vivía aislado de la civilización en plena jungla africana. Muerto este por un león, ella se las apaña para sobrevivir gracias a su amistad con el nativo M’Tuba y abjura de las armas occidentales por la lanza y el cuchillo. Es capaz de dominar a los animales, ya sea elefantes, monos o incluso un gorila gigante.
Entre los artistas que la dibujaron merecen mención George Tuska y John Romita.
Tamar (1961)
España también tuvo su tarzánido: creado por Ricardo Acedo y Antonio Borrell, fue editado por Toray con revista propia semanal entre 1961 y 1963 más álbumes especiales en años siguientes. Argumentalmente es abierto plagio de Tarzán: atuendo semejante, idéntica pose al gritar y es lord inglés (Sir Gerald Leyland Nottimer) con compañera blanca (Ruth) y chimpancé como mascota (Gogó). El dibujo le da un estilo claramente fotográfico: moda en los sesenta y anuncio del posterior auge de la fotonovela, sobre todo en Italia.
Zagor (1961)
Creado por Sergio Bonelli (con el seudónimo de Guido Nolitta), es el tarzánido más célebre salido de Italia, al punto que se sigue publicando. Patrick Widding vive en los bosques del norte de Estados Unidos (lugar imaginario llamado Darkwood) y los nativos locales lo tienen por un ser sobrenatural. Su nombre (supuestamente) significa “espíritu del hacha” y su estilo de vestimenta no tiene que ver con lo salvaje sino más bien con la cultura pop de la década que le vio nacer.
Ha trascendido los límites de género fusionándose con el western y siendo incluso exitoso al otro lado de la “cortina de hierro”, con una tirada de 200.000 ejemplares en Yugoslavia y publicándose aún hoy en Serbia y Croacia. Hace poco tuvo un crossover con Flash, el héroe de DC, lo cual podría servirle para entrar en Estados Unidos, donde jamás ha sido publicado aun cuando sus aventuras, paradójicamente, se ambienten allí.
Zembla (1963)
Otro tarzánido español, no criado por simios sino por leones: su nombre (no me consta, pero tengo que creerlo) significa exactamente eso. Creado por el guionista francés Marcel Navarro y el dibujante italiano Augusto Pedrazza, se publicó hasta 1979. Es hijo de un cazafortunas francés y una joven nativa cuyo despechado pretendiente asesinó a ambos antes de ser muerto por la leona que se hizo cargo del niño. A pesar de su aspecto salvaje, es enormemente rico debido a las riquezas minerales de la jungla de Karunda, a la cual protege (no es para menos) y financia una unidad ecológica de la ONU.
Ka-Zar (1965)
Comenzó en publicaciones pulp de los años treinta como personaje que, desde los tres años de edad y tras estrellarse en las junglas del Congo el avión en que viajaba con sus padres, terminaba huérfano y criado por un león llamado Zar: hasta allí, un tarzánido tradicional.
Pero desde 1965 los derechos de Ka-Zar fueron comprados por Marvel y fue reinventado completamente por Stan Lee y Jack Kirby, que ni siquiera habían leído los cómics originales: Kevin Plunder pasaba a ser un lord inglés cuyo padre descubría una jungla prehistórica bajo la Antártida.
Huérfano y perdido tras un accidente de helicóptero, es criado por Zabu, tigre dientes de sable con inteligencia humana. Se convierte en hábil cazador y protector de la Tierra Salvaje frente a empresarios ávidos de explotar sus recursos, entre ellos su propio hermano menor. El cuchillo es su arma por excelencia y no tiene poderes especiales, pero sí habilidades mejoradas tras atravesar la misma niebla radiactiva que hizo inteligente a Zabu.
Como spin-off de los X-Men, ha tenido crossovers con ellos y con Hulk, Daredevil o Spiderman, a quien se enfrentó engañado por J. Johah Jameson. Tuvo incluso un romance con Barbara Morse, primera agente de S.H.I.E.L.D. Entre sus guionistas desfilaron glorias como Gerry Conway, Doug Moench o Mark Waid y entre los ilustradores Andy Kubert o Kenny Martinez.
En cuanto al nombre, en la versión de los treinta significaba supuestamente “hermano de Zar” en relación al león que le acompañaba, mientras que para Marvel era “el hijo del tigre” en la lengua de los hombres mono.
George de la Jungla (1967)
Clara parodia de Tarzán creada por Jay Ward y Bill Scott para una serie de animación que, emitida por ABC en 1967, tuvo solo diecisiete episodios, pero le alcanzó para hacer las delicias de muchos en nuestra infancia y dar lugar a la exitosa comedia de 1997 dirigida por Sam Weisman y protagonizada por Brendan Fraser a la que seguirían una secuela de 2003 (sin Fraser) y una nueva serie animada para Cartoon Network en 2007.
Siendo parodia, los paralelos son obviamente deliberados: es un Tarzán de corazón inmenso pero muy torpe y con dificultades para desplazarse por las lianas al punto de terminar frecuentemente estrellado. “¡Cuidado con ese árbol!” (watch out for that tree!) advierte la letra del tema principal que, compuesto por Sheldon Allman, se convirtió también en un clásico que, reversionado, fue nuevamente utilizado en las películas.
Rahan (1969)
Mezclar Tarzán con Conan y ubicarlo en la prehistoria: eso es Rahan, personaje que he disfrutado mucho en mi infancia sin idea de que fuera francés y comunista. ¿Qué??? Sí: creado por Roger Lécureux, apareció en 1969 en el fanzine de izquierda Pif Gadget. Paradójicamente, ha sido acusado de entronizar la supremacía blanca pues, rubio y caucásico, parece ser el único inteligente en su entorno.
Después de que una erupción volcánica mata a su tribu, inicia un viaje en soledad que lo expondrá a peligros a los que enfrentará con fuerza y coraje, pero también inteligencia y astucia: hasta logra calcular tamaño y curvatura de la Tierra miles de años antes de Eratóstenes. Su entorno está lleno de anacronismos: nómades cazadores recolectores tienen complejas filosofías de vida y conviven con dinosaurios.
En 1986 y 2008 tuvo sendas series animadas.
Arandú, el Príncipe de la Selva (1970)
Creado por Armando Couto como serial para Caracol Radio de Colombia, fue adaptado por él mismo a cómic para Editorial Cinco entre 1977 y mediados de los ochenta.
Un príncipe sudamericano vive desterrado en la selva después de que su tío mató a sus padres pero le ha convencido de que fue él quien lo hizo (¿alguien dijo El Rey León?). Además, su tío ha matado también a su mujer y secuestrado a su hijo, por lo que se abocará al objetivo de rescatarlo acompañado por su fiel amigo Taholamba.
Se ambienta en la jungla amazónica pero debido a experimentos biológico-genéticos, hay también fauna africana. Puede además luchar contra hombres águila, tarántulas gigantes, brujos y hasta el mismísimo diablo. La revista tuvo 273 números. En radio interpretado por el actor colombiano Carlos de la Fuente.
Shanna la Diablesa (1972)
Nació como spin-off de Ka-Zar y, aunque ideada por Stan Lee, este dejó el personaje en manos de la escritora Carole Seuling y el dibujante George Tuska. Shanna O´Hara es avezada atleta y médica veterinaria que trabaja para un zoo. La muerte de una hembra de leopardo dejando huérfanos a sus cachorros hace que viaje al África y se convierta allí en protectora de la fauna silvestre frente a los cazadores furtivos.
En sus aventuras, no obstante, también llega a viajar a la Tierra Salvaje y ser amante de Ka-Zar, con quien tiene un hijo. En New York, incluso, coquetea con Peter Parker. Se la ha comparado con Sheena (incluso el nombre), pero es bastante más violenta, de menos concesiones y, llegado el caso, mata…
Rima, the Jungle Girl (1974)
En realidad anterior a Tarzán, pero con características diferentes a las que después le dieron. Aparece por primera vez en la novela Mansiones Verdes del naturalista británico-argentino W.H. Hudson, quien, basándose en una leyenda sudamericana sobre una tribu blanca que vive en las montañas, creó a Rima, muchacha adolescente que vivía en la selva y hablaba el lenguaje de los pájaros, personaje bastante romántico llevado al cine en 1959 con interpretación de Audrey Hepburn y que, encarnando el regreso a lo natural, terminaba quemada viva.
Fue entre 1974 y 1975 cuando la adaptación de DC Comics a cargo de Robert Kanigher y Néstor Redondo tarzanizó al personaje: mantiene la comunicación con las aves, pero el resto es distinto y no solo ha escapado al fuego sino que, junto a sus amigos animales, vive aventuras en la jungla como mujer ya adulta y de gran fortaleza física, además de rubia.
Jungle Girl (2007)
Doug Murray y Frank Cho, dos grandes artistas del cómic, no se devanaron los sesos con el título, pero hicieron una historia condenadamente entretenida que homenajea al mejor (o peor, según se lo vea) cine clase B. ¿Qué puede ser más sexy que una voluptuosa rubia en una isla perdida repleta de bestias salvajes, feroces dinosaurios y hostiles nativos de aspecto simiesco?
Ni siquiera tenemos idea de cómo Jana (nombre que remite mucho a Shanna) fue a parar allí, pero no importa: en esa isla pasa de todo y pueden caer desde narcos hasta transbordadores espaciales, pasando por traficantes de armas y naves alienígenas. Aventura a más no poder con altísimas dosis de exploitation en dos miniseries publicadas por Dynamite entre 2007 y 2009.
En fin, ¿qué les ha parecido la lista? ¿Han leído o visto a alguno de estos personajes? ¿Qué otros tarzánidos recuerdan o creen que podrían también incluirse? Gracias por leer. Hasta la próxima y sean felices…
Hay también ANDRAX de Jordi Bernet, en la línea de varios de estos, y también Sarvan.
Hola Santi: gracias por comentar y por aportar, en este caso dos personajes que fueron dibujados por el genial Jordi Bernet. Quizás se me pasó Andrax porque tiene rasgos que lo acercan a Conan (aunque en un contexto de ciencia ficción), pero es cierto que tiene también algunas características de tarzánido. Y Sarvan más todavía: aun teniendo un fuerte componente de fantasía heroica, tiene un estilo de vida y de atuendo que la acerca mucho a los personajes aquí tratados. Gracias nuevamente por leer y por el valioso aporte!
Creo que Jungle Girl está basada en Shanna ya que Frank Cho hizo una historia completa de Shanna la diablesa que tengo por casa.
Hola Juan: gracias por comentar. Sí, totalmente. No es que el personaje sea el mismo o que la historia transcurra en el mismo universo (de hecho Shanna nació como spin-off de Kazar), pero si se toma específicamente la época de Frank Cho, hay muchos puntos en común. Lo que ocurre es que Jungle Girl, ya desde el nombre, es en buena medida un compendio de todas las jungle girls que han existido antes exagerando los componentes eróticos o los detalles absurdos: de alguna forma es como lavar culpas, contrariamente a lo que hacían aquellos autores que escondían su nombre verdadero en las historias de jungle girls de los cuarenta. Pero sí es verdad que Frank Cho se llevó mucho de eso a partir de Shanna; y el tipo físico que le da en su etapa (bastante más exuberante que el de la Shanna original) es muy semejante. Un saludo y gracias por el aporte!