Si por algo se ha caracterizado Batman en los últimos años ha sido por su dureza a la hora de detener a los criminales y proteger a Gotham City, su ciudad. Este enfoque del personaje tiene su origen en las conocidas historias de Frank Miller El regreso del Caballero Oscuro y Año Uno. De hecho, su influencia ha llegado hasta el Batman que todavía podemos ver en cartelera en Batman vs Superman: el amanecer de la Justicia.
Sin embargo, lo que podemos ver en Ciudad del crimen es diferente. He tenido la oportunidad de leer los cómics más importantes del hombre murciélago y ninguno es tan duro y desgarrador como el arco argumental de David Lapham, autor de la premiada Balas perdidas. Lapham crea una trama más propia del cine negro y el terror psicológico que una historia de superhéroes. Muestra de ello es su impresionante prólogo. Son muchos los cómics que reflejan la guerra interminable entre Batman y los criminales, pero Ciudad del Crimen es el que mejor nos muestra, ya desde sus primeras páginas, que es una batalla que está perdiendo. Durante su ronda nocturna Batman salva a muchos pero, ¿Qué hay de aquellos que se encuentran lejos de las alas del murciélago?
Ayudado por el dibujo detallista del español Ramón Bachs, el guionista describe una Gotham más sucia, corrupta hasta los cimientos y deprimente que nunca. Hay muchas viñetas que se quedan en la retina por su crudeza, acompañadas de la prosa breve pero impactante de Lapham. No conocía al autor, pero tengo curiosidad por sus otras obras.
La trama se va cociendo a fuego lento. Incluso hay un capítulo en el que no aparece Batman. Además, la narrativa es compleja, con algunos saltos temporales hacia delante y hacia atrás, pero muy bien llevada. El inicio es fascinante. Por primera vez, Batman debe resolver el asesinato de alguien a quien conoce y, lo que es peor, siente que pudo salvarla. La culpa le invade y lo vemos más humano que nunca.
Por poner una pega, es cierto que el villano no está todo lo bien reflejado que debería, a tenor del resto del cómic. Pero sí que cuadra con el mensaje que Lapham nos quiere dar. Aunque aparecen supervillanos, como el Pingüino, Scarface o Mr. Frío, son las personas de a pie, con sus dramas del día a día, los que copan las viñetas de este gran cómic.
No es la historia más importante de Batman. De hecho, no cuenta ningún evento importante para la cronología del superhéroe. Pero Ciudad del crimen es un cómic que recomendaría a todos los amantes de Batman y a los que no lo son, porque es algo distinto a lo que nos tiene acostumbrado DC. A un superhéroe en una eterna lucha con una ciudad inmisericorde. Una lucha en la que consigue pequeñas victorias y muchas más derrotas. Pero una lucha que no deja de combatir. No se rinde.
Para concluir esta reseña, os dejo aquí un enlace directo a su ficha en la página web de ECC Ediciones.
Bruce Wayne no logra percatarse de la llamada de auxilio de una singular joven… y eso desencadena una sucesión de acontecimientos que llega a alcanzar dimensiones grotescas. Un infierno se desata en el Callejón del Crimen. Seis adolescentes mueren de forma horrible. Una madre efectúa una desesperada súplica para que su hija desaparecida vuelva sana y salva a casa. Esas desdichas unen a la ciudad… pero los secretos que revelen podrían hacerla pedazos.
Un Hombre Murciélago atormentado por los remordimientos hace honor a su apodo, el de mejor detective del mundo, y desciende a lo más profundo del crimen de la ciudad, donde deja al descubierto las siniestras raíces del mal. En su búsqueda de justicia, el Cruzado de la Capa se enfrenta a algunos de sus más peligrosos enemigos y descubre atroces verdades acerca de las mismas personas a las que ha jurado proteger. Esto es Gotham City. No todos los villanos llevan máscara. Ni todos los héroes llevan capa. Ni todas las víctimas son inocentes. Y hay secretos que deberían permanecer enterrados.