Introducción
En este mes de julio de 2018, Planeta Cómic sigue publicando una de las obras más conocidos de Osamu Tezuka, Black Jack. Obra galardona con el Kodansha Manga Award, premio a los dibujantes manga, que inicaría su andadura con Black Jack, en 1977.
Este es el segundo tomo, de un total de 8, con el que Planeta, a través de su Colección: Biblioteca Tezuka, recopila el material clásico de este singular médico. Colección: Biblioteca Tezuka es una iniciativa de Planeta con la que se busca recuperar y dar a conocer la obra del dios del manga. Tezuka es llamado así por sus decisivas contribuciones al estilo y forma de entender el manga moderno. Sus obras serían clave en la concepción del tebeo japonés como medio de entretenimiento de masas, idea fuertemente enraizado en la cultura japonesa tras la II Guerra Mundial.
Aunque no es imprescindible, antes de empezar con este post, te recomiendo la lectura de Reseña de Black Jack 1. Una de las obras más personales y populares de Osamu Tezuka, dedicado al primer tomo de Black Jack.
Más detalles del pasado de Black Jack
Las historias de Black Jack siguen la estructura y el estilo del tomo anterior. Relatos cortos autoconclusivos donde el “buen” doctor tiene que operar a vida o muerte, con una carga moral y sentimental bastante potente, además de moraleja. Tezuka no se corta un pelo a la hora de hacer crítica social a través de las situaciones a las que se tiene que enfrentar su personaje.
Aparte se profundiza en el pasado de Black Jack. Se nos muestra a un amor de juventud, Megumi Kisaragi, la cual era compañera de Black Jack en el hospital donde estaba llevando a cabo las prácticas de Medicina. Megumi Kisaragi tenía un cáncer de Útero cuya operación requería la extirpación tanto del Útero como de los Ovarios. Black Jack se ofreció para operarla, siendo probablemente su primera intervención quirúrgica seria. Antes de dicha operación le confiesa su amor ante el miedo de que, al finalizar la misma y perder lo que le hace ser mujer, desaparezcan sus sentimientos hacia él. Algo exagerado. Parece ser que una operación de este tipo altera la función sexual pero no lleva a la mujer al extremo de no sentirse mujer. El caso es que eso si ocurre en este episodio donde se dice que Kisaragi ha adoptado la identidad de un hombre y trabaja como médico de un barco.
También relacionada con el pasado de Black Jack es la historia de Mitsuo. Mitsuo es un niño, enfermo de Poliomielitis, que, tras leer el libro Crónicas de un discapacitado, decide recorrer andando la distancia entre Hiroshima, su ciudad natal, y Osaka. Unos 280 kilometros. Ese fue el recorrido que el discapacitado del libro recorrió, como estímulo para recuperarse de su parálisis. Resulta ser que esa persona era Black Jack y que el escritor del libro fue el Dr. Honma, el médico que le salvó la vida y del cual ya te hablé en Reseña de Black Jack 1. Una de las obras más personales y populares de Osamu Tezuka.
El opuesto de Black Jack: El Dr.Kiriko
En este tomo se presenta también a quien se puede considerar el opuesto de Black Jack, el Dr. Kiriko. Con este nombre, algo ridículo, “opera” un antiguo médico de guerra. En la guerra fue testigo del sufrimiento de muchos soldados, que, continuamente, le pedían que pusieran fin a sus vidas. Eso moldeó su carácter y le hizo tomar la decisión de dedicarse a practicar eutanasias a civiles con enfermedades incurables o en estado terminal, por sumas astronómicas. De ahí que sea el opuesto de Black Jack. Mientras este busca salvar a sus pacientes, por encima de todo y a pesar de la gravedad de sus enfermedades, Kiriko quiero liberarles de su sufrimiento, cuando observa que sus dolencias no tienen remedio.
A favor de Tezuka hay que decir que se esfuerza en argumentar la postura de Kiriko para que la cosa no sea una cuestión de bueno contra malo. Aunque la apariencia de Kiriko es la de un villano de opereta, ejerce su profesión con profesionalidad y eficacia. No se recrea en el sufrimiento de sus pacientes y trata de encontrar la forma más rápida y menos dolorosa de acabar con sus vidas. De lo que si se mofa es de algunos de los argumentos de Black Jack, al que considera demasiado ingenuo y optimista.
Lo cierto es que se puede simpatizar con ambas posturas, porque ambos exponen argumentos razonables y Tezuka suele cerrar las historias que implican a ambos, de forma ambigua, de manera que no condicione la opinión del lector. Se trata, más bien, de que cada uno se forme su opinión sobre este tema.
Conclusión
Este tomo va en la línea del anterior, así que si te ha gustado el mismo, este mantiene el nivel. Como dije en el post anterior, si asumes el contexto en que fue publicado Black Jack se pueden sacar lecturas profundas e interesantes. ¡Más en la reseña del siguiente tomo!
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