El Padrino es mi película favorita y eso, unido a mi afición por los juegos de mesa, hizo que no pudiera dejar de fijarme en El Padrino: El imperio Corleone, un juego de Eric M. Lang editado por CMON y que en España está publicado en nuestro idioma por Edge Entertainment. En esta reseña voy a hablar un poco del juego y daros mi opinión sobre el mismo. Veremos por encima como se juega (las mecánicas que utiliza y cómo funciona) aunque no vamos a hacer un resumen detallado de las reglas ya que se podría hacer muy pesado y para eso ya está el propio reglamento.
El Padrino: El imperio Corleone es un juego de mesa diseñado para cinco jugadores en el que cada uno de ellos toma el control de una familia mafiosa con el objetivo de tener más dinero al acabar la partida. La edad recomendada es a partir de 14 años y la duración de las partidas estará entre 60 y 90 minutos.
Es normal en el mundo de los juegos de mesa que las editoriales se hagan con licencias atractivas para intentar dar más interés a sus productos. En muchos casos, el hecho de contar con un buen gancho hace que los diseñadores y la editorial no se esfuercen en ofrecer un buen producto. ¿Qué nos encontramos entonces en El Padrino: El imperio Corleone?
Lo primero que hay que señalar es el alto nivel de producción del juego. CMON es la responsable y es una editorial que siempre ofrece unos buenos acabados. La caja está repleta de figuritas (distintas para cada familia hasta un total de 25 más algunos funcionarios y otras piezas) y tiene unas cajas metálicas muy chulas para que cada jugador guarde las cosas que va obteniendo. Además, el tablero (que representa la ciudad de Nueva York divida en varios barrios) tiene un buen acabado. Lo único a lo que se le pueden poner pegas es a las cartas, no hubiera estado de más un cartón un poco más grueso.
Tal nivel de acabado sin duda encarece el producto y esto puede molestar a algunos jugadores, que prefieren unos componentes más simples, siempre que funcionen bien con las mecánicas del juego. A otras personas nos les importa pagar un poco más y tener un juego “bonito”. En mi opinión, en este caso en particular, no me molesta un poco de sobreprecio por tener un acabado tan bueno (es un placer ver tantas figuras desplegadas por el mapa o muertas en el rio).
Vamos a ver ahora como se juega. Ya he comentado que el objetivo del juego es ser el que más dinero tiene al final de la partida. ¿Y qúe tenemos que hacer para ganar dólares? Las mecánicas, aunque variadas, son bastante sencillas, con lo que cualquier persona, tenga experiencia con los juegos de mesa modernos o no, se hará con la manera de jugar enseguida.
A lo largo de cuatro actos (rondas) vamos a ir colocando a los miembros de nuestra familia en distintas casillas del tablero para así conseguir cartas de trabajos (los hay de varios tipos representados por colores distintos) que una vez resueltas nos darán dinero y algunos beneficios con los que podremos incordiar a nuestro rivales (por ejemplo eliminar sus mafiosos del tablero o robarles dinero). En otras casillas obtendremos cartas de recursos que son las que nos hacen faltan para completar los trabajos (por ejemplo, para poder hacer el trabajo ‘tiroteo desde el coche’ necesitaremos dos cartas de ‘metralleta’ y una vez completado ganaremos dos billetes de dos dólares y mataremos a una figura de hasta dos jugadores ).
Por otro lado, como ya he comentado, el tablero está dividido en varios barrios y al final de cada ronda se ve el jugador que tiene mayoría de miembros de su familia en cada barrio, obteniendo así un marcador. Al acabar la partida el jugador que tenga más marcadores en cada barrio se llevará una buena cantidad de dólares por ello.
Además, cuando acabemos se verá quien es el jugador que más trabajos de cada tipo ha completado, ganando otra cantidad de dinero adicional.
Como añadido final, podremos sobornar a algunos funcionarios públicos (alcalde, policía, sindicatos…) para que nos ayude. Estas figuras adicionales las conseguimos mediante unas cartas que salen a subasta en cada ronda.
Pero vamos a lo que importa. ¿Es divertido? ¿Merece la pena gastarse los casi 80 euros que cuesta? Hay varias mecánicas distintas (colocación de trabajadores, control de zonas y mayorías, subastas y colección de cartas) y todas funcionan bastante bien y se complementan a la perfección, algo que cuando hay varias mecánicas no es sencillo. Así que el juego fluye bien, sin confusiones y es entretenido. Aunque a veces quieras matar al alguien si está mucho rato pensando lo que va hacer (el temido efecto A/P: análisis/parálisis).
Lo mejor es sin duda el alto nivel de interacción entre los jugadores que esas mecánicas provocan. Una vez que un mafioso ocupa una casilla no se puedo colocar otra en ella, así que hay que estar muy atento a donde queremos colocar cada figura para ser los primeros y lograr el beneficio que buscamos y tener controlada esa zona, pero puede ocurrir que un rival use un trabajo de asesinar y acabe el familiar que tan bien colocado teníamos o que utilicen la carta de robar y nos quiten un dinero que tanto hemos sudado por conseguir… Un no parar de estar todo el rato mirando por encima del hombro.
El único punto negativo es que el juego no tiene casi nada que ver con la película. Las familias, las misiones o la historia misma no recuerda la obra maestra de Francis Ford Coppola más allá de la ambientación mafiosa.
El Padrino: El imperio Corleone no innova y no es una obra maestra. Hay juegos más complejos y con una profundidad más alta que nos obligan a pensar sin parar. Pero sin duda estamos ante un producto divertido, muy vistoso y con un nivel de dificultad ajustado qué lo hace asequible para todo tipo de público. Y eso es algo que sin duda lo hace recomendable, más aun si siempre has querido saber que se siente siendo un mafioso.