En su afán por recuperar aquellas obras menos conocidas de los grandes autores, Minotauro sacó hace poco una reedición de Zen en el arte de escribir.
Ray Bradbury está ampliamente considerado como uno de los grandes autores de ciencia ficción, a pesar de que si uno se adentra realmente en sus textos y se parase a pensar sobre su estilo y mensaje de su obra, éste no es un título realmente adecuado. En Zen en el arte de escribir, Bradbury nos abre una ventana a su proceso creativo y perspectiva sobre la escritura a lo largo de los años, que nos permite conocer un poco mejor a uno de los escritores más especiales de los últimos tiempos.
Garra y entusiasmo
En este libro, Ray Bradbury nos muestra su particular concepción de la escritura y de lo que debería suponer el ejercicio artístico en su esencia más primaria. Pero, a pesar de que son muchos los consejos y metodologías que explica, para él todo se termina reduciendo a dos principios básicos: garra y entusiasmo. Todo el mundo puede escribir y todo el mundo puede adquirir cierta técnica y conocimientos teóricos acerca de cómo mejorar objetivamente, pero en el arte nadie destacará ni perdurará si no es capaz de crear con garra, entusiasmo, amor, vehemencia, honestidad.
Si repasamos algunos de los grandes autores de la historia podemos ver que, si quitamos todas aquellas características estilísticas propias de cada uno, lo que les otorga realmente esa dimensión única y especial es su punto de vista y pasión por lo que cuentan. Y es esa pasión, esa garra, ese entusiasmo, lo que importa a la hora de la verdad, y sino que le pregunten a Bradbury.
En Zen en el arte de escribir nos habla de sus múltiples fracasos a la hora de encontrar su estilo y conseguir escribir algo de lo que sentirse realmente orgulloso, y su respuesta, nuestra respuesta, la garra y el entusiasmo. Fue cuando ambas coexistieron en sus textos que finalmente entendió lo que realmente significa escribir.
Más allá de la ciencia ficción
Pero Zen en el arte de escribir, nos sirve para más cosas que para motivarnos y comprender un poco mejor el mundo de la escritura, también es una suerte de minibiografía del autor, en la que podemos apreciar mejor lo que había detrás de sus grandes obras y en su vida diaria. Una recapitulación repleta de entusiasmo en la que se reafirma que Ray Bradbury nunca fue un autor de ciencia ficción.
De hecho, me arriesgaría a afirmar que él nunca estuvo realmente adscrito a ningún género, pues él narraba por el placer de narrar, y en ese arte, no hay géneros que valgan, tan solo historias. Si bien es cierto que en muchas ocasiones utiliza marcos futuristas o distópicos, la esencia de sus relatos era increíblemente dispar y variada. Algo apreciable incluso en sus piezas más reconocidas como Crónicas Marcianas.
Una carta de amor
Zen en el arte de escribir está plagado de consejos útiles de cara a escritores, y abre ventanas a partes de su vida de una manera casi biográfica que cualquier fan del autor disfrutará sin duda, pero este libro es otra cosa. Lejos de ser una guía o biografía, Zen en el arte de escribir es una carta de amor a la escritura.
A lo largo de su vida, fue escribiendo estos pequeños textos y artículos acerca de lo que suponía su profesión para él, con lo que vamos viendo su perspectiva con el paso de los años. Y, aunque el tiempo siempre modifica algunas cosas, en Bradbury la dedicación y amor por lo que hace marca una constante en todos y cada uno de los textos.
Un libro escueto y conciso pero capaz de inspirar y dejar huella en el lector. Personalmente, como fan de Bradbury que soy, creo que revela al autor por lo que es: un enamorado de las historias y de escribir.
Para aquellos interesados en dedicarle una lectura, dejo por aquí la nueva edición del libro que sacó Minotauro.