¿Guerras napoleónicas con tanques, zepelines y fantasía? ¿Por qué no? Imperio nos propone una ucronía con toques steampunk en la que nos adentramos en una historia de aventuras con todos los elementos para hacer este cómic una propuesta de entretenimiento muy acertada. Jean-Pierrre Pécau e Igor Kordey firman este tomo y con ello van posicionándose como unos autores básicos de la viñeta europea.
Los amantes de la historia y las aventuras tienen muchas posibilidades de encontrar algo a su medida, pero los que quieren añadir el ingrediente de fantasía a esa combinación no tienen tantas opciones. Gracias a Jean-Pierrre Pécau e Igor Kordey hay material adecuado para nuestros gustos. Ya hablamos de ellos en Los 30 denarios, y lo reseñamos como una apuesta que reunía todos los elementos clásicos de esos géneros y, sin arriesgar, lograr un buen resultado. Aquí vemos lo mismo: sin excederse de aventura, acción, fantasía o meter demasiados elementos ajenos a la época histórica que modifican logran una historia que funciona. Conseguir un equilibrio perfecto no es tarea fácil, pero lo consiguen gracias a una trama que engancha y dosis de originalidad bien repartida. De nuevo, el resumen rápido sería: apuesta sólida.
Lo primero que llama la atención es el contexto. Uno cree que se está adentrando en las guerras napoleónicas, a principios del siglo XIX, donde el Imperio Francés y el Imperio Británico pelean por ser los que más conquisten, más colonicen y más beneficios obtengan… pero luego nos encontramos tanques a vapor, zepelines e incluso elementos fantásticos en los que se habla de duendes, seres mitológicos o de autores como Lord Byron, y sus amistades con Frankenstein y sus creaciones, como si todo fuese real. Es un mundo nuevo y diferente y, como es de esperar, hace falta gente capacitada para enfrentarse a amenazas fuera de lo normal. Localizándonos en la India hay una amenaza conocida como el “General Fantasma” por lo que el gobierno galo decide mandar a sus dos mejores agentes para eliminar el problema. Digamos que es un ambiente parecido al que vimos en El Pacto de los Lobos o Vidocq, cuando en Francia decidieron apostar por el cine de fantasía a principios de los 2000. Como digo, trama sencilla pero efectiva, arropada de una atmósfera original y entretenida, rica en detalles y en ideas frescas. Por otra parte los personajes protagonistas resultan un poco planos, muy buenos en casi todo lo que hacen, siendo demasiados héroes tópicos pero al menos es algo que queda contrarrestado con el mundo en el que se mueven. Y es que Jean-Pierre Pécau es licenciado en historia y un amante del rol y la fantasía, por lo que se espera que su punto fuerte sea mezclar las dos cosas.
Por otra parte tenemos al croata Igor Kordey, que ha trabajado para DC, Marvel y Dark Horse, haciendo pleno de las grandes editoriales de este mundillo y dedicándose con tiento a la viñeta europea. Decir que su trazo es bueno es simple y conformista, lo que le hace grande es lo detallista que es. Hay muchos elementos que descubrir y, por ejemplo, detrás de las imágenes, donde debería estar un fondo blanco, a veces nos encontramos con un mapa antiguo, porque los protagonistas están viajando. No te lo cuentan en primer plano pero lo percibes, y son cositas así lo que hacen que este tomo valga especialmente la pena.
La única advertencia que haría al comprador que se arriesga a probar cosas nuevas es que mire bien que los elementos que le gustan son: historia, fantasía y aventuras, porque es lo que vas a encontrar aquí. Si te gusta, te va a encantar, porque las partes más lentas y las carencias de profundidad de los protagonistas van a quedar ensombrecidas por el contexto, que es muy rico. Y también, claro está, algún secundario destacable.
La edición de ECC Comics cumple como es de esperar: 19,95€ por un tomo de 168 páginas a color, destacando las portadas de cada una de las tres series que compone este integral. Por lo tanto en cuanto a la presentación no se puede poner pega alguna. Dicho esto, gracias a sus virtudes desde Las cosas que nos hacen felices recomendamos Imperio Integral I.