Continuamos los retro-análisis. Como ya dije en anteriores semanas, iba a ir especializado en el género de espada y brujeria. En esta ocasión ha llegado el turno de uno de mis placeres ocultos. Soy superfan del Beowulf de Robert Zemeckis, por lo que no era de extrañar que más temprano que tarde acabase cayendo por estos lares.
¿Cuál es el origen de Beowulf?
Para empezar y para quien no lo sepa, es un poema épico anglosajón anónimo, escrito en inglés antiguo. Se desconoce el autor y la fecha de autoría. Se discute que se escribió entre el siglo VIII al XII d. C. Aunque el poema no tiene título, se le ha llamado Beowulf desde principios del siglo XIX. Es equiparable en importancia al Cantar de mío Cid.
Adaptaciones previas
Beowulf ya había sido llevada al cine en varias ocasiones y casi nunca con acierto. En 1998 el director Yuri Kulakov recrea en un mediomentraje animado las aventuras de Beowulf. Son dibujos animados con una mayormente narración en off. Las voces las ponen Derek Jacobi y Joseph Fiennes. En 27 minutos la historia se cuenta muy rápido, queda deslucida. Aunque es una rareza a tener en cuenta.
En 1999 llega Beowulf, la leyenda. Una película muy mala que narra con recursos muy limitados el poema épico. Protagonizado por Christopher Lambert, en una época en la que el actor era carne de cañón de producciones directas a videoclub.
De este mismo año es El guerrero número 13, adaptación de la novela de Michael Crichton, Devoradores de cadáveres. La idea es la misma, ¿Qué no?
En 2005 es un casi desconocido Gerard Butler, previo 300, quien se atreve a encarnar al guerrero en Beowulf y Grendel. Casi tan cutre como la de Lambert. Le salva los bellos escenarios.
Y las siguientes adaptaciones no son previas, una es de este mismo año. Una miniserie de 13 episodios que se emitió a principios de este año. No tengo demasiadas referencias pero visto alguna escena y el trailer no pinta mal del todo. Pero no parece ser una fiel adaptación. La otra es la adaptación en comic por el guionista Santiago García y el dibujante David Rubín. No lo he leído pero tiene muy buena pinta.
Beowulf de Robert Zemeckis
Y llegamos a la que nos concierne. Dirigida por Robert Zemeckis, lejos de su mejor forma, esta película suponía la segunda que realizaba con la captura de movimiento tras Polar Express de 2004 con Tom Hanks. En ambas se demuestra un gran dominio de cine pero adolece de cosas tan simples como mostrar expresiones faciales. No obstante Beowulf es una película espectacularmente realizada y que nos devuelve a un Zemeckis enérgico. Para la adaptación del poema se apoyaría nada más y nada menos que en la pluma de dos magníficos escritores Neil Gaiman y Roger Avary.
Gaiman y Avary se conocieron cuando trataron de hacer una versión para la pantalla sobre Sandman, del mismo Gaiman, proyecto que no llegó a buen puerto. Así que la compenetración en el guión de Beowulf se nota, quedando una obra muy redonda, fiel al parecer al original pero con algunos cambios importantes. En esta ocasión hablaré con pelos y señales de la película, por lo que recomiendo que hayais visto la película si seguís leyendo.
Beowulf es una historia que podríamos dividir en tres actos. En el primero nos situamos en un reino danés donde el rey Hrothgar (Anthony Hopkins) tiene el problema de enfrentarse a una criatura llamada Grendel a quien le molesta el ruido. Hrothgar hace saber que está dispuesto a dar la mitad del oro existente en su reino a cualquier hombre que sea capaz de asesinar a Grendel. Beowulf (Ray Winstone) y sus hombres, tras llegar en barco desde Geatland, se ofrecen para acabar con la criatura. La primera escena donde vemos fanfarronear a nuestro héroe se da cuando Unferth (John Malkovich), el consejero del rey, duda de las heroicidades de Beowulf. Así, este le cuenta una historia sobre como acabó con varias serpientes marinas. Tras acabar finalmente con la criatura Grendel, totalmente desnudo y desarmado, Hrothgar ofrece a Beowulf su preciado cuerno de oro, tomado del dragón Fafnir, como recompensa. El primer acto acaba con Beowulf dando caza a la madre de Grendel. Afirma que la ha asesinado por lo que el Rey le da el trono y se suicida, por pecados de su juventud. Y es que descubrimos que Grendel era su hijo, tras ser seducida por la madre. A Beowulf observamos que le ocurre exactamente lo mismo.
El segundo acto comienza con la escena de arriba. Han pasado muchos años. Beowulf es un rey amargado por la mentira. Casado con la reina y con una amante la relación con su inseparable compañero Wiglaf es fría y distante. Además cuando el esclavo de Unferth encuentra el cuerno de Hrothgar en una colina prohibida, Beowulf comprende que la verdad saldrá a la luz. El reino vuelve a estar en peligro una vez más. Beowulf ve en sueños a su hijo, procreado con la bruja. Un hijo, que es un dragón dorado. Esa misma mañana un dragón ataca un pueblo cercano. “¡Los pecados de los padres!”, es el mensaje que Beowulf recibe.
El tercer acto es la lucha contra el dragón. Unos espectaculares veinte minutos donde vemos momentos del maestro Zemeckis.
Impresionante es el desenlace de la lucha. Beowulf cae pero antes mata a su hijo, el dragón, en una de las mejores escenas que nos ha dado el género.
En conclusión solo puedo recomendar esta pequeña gran joya incomprendida. Una épica película que tiene el lujo además de darnos una de las mejores composiciones del gran Alan Silvestri.
Como es habitual en este tipo de cine, la película tuvo su correspondiente adaptación al comic por Norma editorial.
Un saludo y sed felices.
Te ha faltado hablar de la BSO que es una de la mejores de la historia del cine según mi humilde opinión.
Hacia el final he puesto este brevisimo párrafo, pero resalto la música:
“En conclusión solo puedo recomendar esta pequeña gran joya incomprendida. Una épica película que tiene el lujo además de darnos una de las mejores composiciones del gran Alan Silvestri.”
¿De las mejores de la historia del cine? No lo veo, de las mejores de Silvestri sin duda, y de las mejores del género también, amen del Conan de Poledouris. Un saludo y gracias por el apunte, tenía que haberla resaltado.