Lo diré desde el principio: The Bear es la mejor serie del año. Quien nos lo iba a decir. Resulta que después de meses prestando atención a dragones y anillos, la serie del año se escondía en Disney+, estrenada a través de Hulu el pasado mes de junio, una serie creada por Christopher Storer con una primera temporada de 8 episodios de una media hora de duración. Chupate esa Amazon. Chupate esa HBO.
Esto, queridos, no es una crítica sino un panegírico porque a The Bear no se la critica. Se la adora.
Bienvenidos a Chicago
The Bear cuenta la historia de Carmen Carmy Berzatto (sensacional Jeremy Allen White), quien hereda el restaurante familiar tras el suicidio de su hermano Michael. Carmen ha trabajado en los mejores restaurantes del mundo y ahora debe hacerse cargo de un auténtico tugurio en quiebra, repleto de empleados incompetentes, mientras intenta entender por qué su hermano se ha quitado la vida y por qué narices le dejó el restaurante.
En el ecosistema del restaurante The Beef tenemos un manojo de personas, a cada cual más miserable, más entrañable y más humana. Empezando por Richard Richie Jerimovich, un loser, un desgraciado y uno de los tipos más humanos que conforman la parrilla televisiva, interpretado (magníficamente interpretado, elogio extensible a todos los que integran el reparto) por Ebon Moss-Bachrach (visto recientemente en Andor). Cuando crees que no puedes odiarlo más, el tipo te desarma con sus problemas familiares.
A The Beef llega Sidney (Ayo Edebiri), cocinera con aspiraciones, con ímpetu, con arrogancia, con ganas de destacar, que no se sabe bien cómo ha llegado a ese restaurante de mierda como no sea para aguantar el desdén de Tina (Liza Colón-Zayas), inmigrante que apenas chapurrea inglés pero que no aguanta que nadie le diga cómo hacer su trabajo.
Todos juntos te trasladan al mismísimo Chicago. Son un pedazo de la ciudad, de sus gentes, de sus vidas, con sus fuck, sus shit, sus motherfucker, sus fuck you y todo un repertorio de tacos insertados en cada dos palabras de unos diálogos escupidos a mil hora. Seria advertencia: The Bear tiene que verse sí o sí en versión original subtitulada. Ni lo intentéis en versión doblada. Sería una herejía.
Receta familiar
Y ahora olvidaos del argumento porque lo esencial, la salsa, está en los detalles. Los dos primeros episodios de The Bear son extraordinarios, puro espectáculo a base de unos primeros planos y un montaje frenético que te traslada al interior de la cocina de The Beef. Uno acaba realmente exhausto de tanta actividad. Por suerte en los siguientes bajan el ritmo porque era imposible mantener ese nivel.
Aún así tienen tiempo para regalarnos el episodio 7 a base de un solo plano secuencia de 20 minutos en el interior del restaurante, siguiendo a todos los personajes en un auténtico caos creado por error, cuando una crítica en el periódico provoca que no puedan atender todas las demandas. Ese episodio 7 y los dos primeros son lo mejor del año en cualquier plataforma habida y por haber.
Lo sorprendente, en una época en la que algunos utilizan más de una hora para contar la nada, es que The Bear se sirva de unos 30 minutos por episodio (el 7 son 20 minutos; el 8 son 40; ya está compensado) para contar su historia. Una historia sobre personas que ríen, lloran, se emocionan, se enfadan, gritan mucho y hacen que sientas lo mismo que ellos.
Spaghetti familiares
Pero The Bear es también mucho más. The Bear es una historia sobre el duelo, sobre cómo sobrellevarlo y la necesidad de superarlo. Carmy no entiende por qué su hermano se quitó la vida. No entiende por qué no lo conocía y su forma de lidiar con el restaurante y sus problemas es su forma de enfrentarse a la pérdida de su hermano. The Bear es una historia sobre la vida, sobre la supervivencia, sobre los tiempos que vivimos (“¿Cómo crees que sobrevivimos al covid?”, le espeta Richie a Carmy al enterarse de los trapicheos de su hermano).
La serie también es una mirada al mundo de la cocina, de la alta cocina de la que provienen Carmy y Sidney, esa cocina que es todo estrés, ansiedad, angustia, pero también de esa cocina familiar que nos une, esa que uno hace para comunicarse con los demás, o la que hace para si mismo. “Quiero cocinar para la gente y hacerla feliz y darle el mejor bacon de la Tierra”, dice Sidney en el episodio final.
Esto es Las cosas que nos hacen felices y series como The Bear nos hacen felices. Tendrá segunda temporada pero si no, no pasa nada. Un saludo, sed felices y dejad de leer para ir a ver la que es la serie del año.