Una palabra. Tan sólo una palabra convertida en grito: “subnormal“. Así de duro comienza este cómic que trata de dar a conocer una historia de maltrato escolar. Pero esta no es cualquier historia de bulling, es la infancia de Iñaki Zubizarreta, ex jugador de baloncesto de la ACB y que ha dedicado su vida al deporte y a la lucha contra el abuso. Él sabe del tema porque pasó por ello, y Fernando Llor -guionista- y Miguel Porto -dibujante- han sabido plasmar sus duras experiencias y cómo encontró la salvación.
Lo primero que cabe destacar es el título de esta obra: Subnormal. Duro, descarnado y desde luego sin ningún ánimo ofensivo sino todo lo contrario. Es algo que todos los chavales que han sufrido bulling han tenido que escuchar en algún momento. Cualquiera diría que ya hemos sabido superar el uso despectivo de esa palabra por las enormes y crueles connotaciones despectivas que implica, y también cualquiera diría que ya somos conscientes de que el bulling es un problema. Pero no. Esta historia pasó hace 30 años pero sigue pasando todos los días. Ni si quiera hace 3 días. Ahora está pasando. Y este cómic es un esfuerzo honesto más de frenar eso, de contar una experiencia dolorosa pero también de recordar una cosa: el bulling tiene fin.
El caso de Iñaki es curioso: con 11 años medía 1.80, o sea que ya era más alto que la mayor parte de la población de España… y del mundo. Luego creció hasta los 2.07 metros, pero es fue más tarde, cuando ya nadie le tosía y él ya no era un niño. Porque sí, era muy alto, pero seguía siendo un niño. Y en su clase, algunos, lo veían como un monstruo, y se reían de él, le insultaban e incluso le pegaban palizas. Le maltrataban a niveles tan brutales que él, siendo ya un hombre adulto y duro, se le quiebra la voz cuando recuerda todo por lo que pasó en sus charlas formativas. Este cómic refleja ese proceso. Es contundente, sí, pero también tiene un lado tierno: el apoyo inquebrantable de su familia y la superación. No todo queda en la denuncia, es también una historia humana en la que vemos cómo un adolescente decide que no quiere suicidarse lanzándose por un barranco porque sabe que su familia le quiere y le apoya, y no se merecen eso, pero su día a día en el colegio es un infierno. Y es un infierno no sólo por una profesora poco profesional que ayudaba a reírse de él sino por el enemigo silencioso: los que callan. O los que callamos. Los que podemos parar eso y no nos hemos atrevido.
Este tortuoso camino a la adultez vino con un regalo que le dio la vida a nuestro protagonista: el baloncesto. El trabajo en equipo, la superación, el buscar metas y el ganar confianza en sí mismo. Él encontró este deporte pero si algo nos queda claro en este cómic es que de no haberlo encontrado todo podría haber sido mucho peor, y todo eso porque esto es un trabajo común: padres, alumnos y profesores. En esta historia deseamos que aparezca su ángel, algo que incluso eclipse los incontables esfuerzos de su familia por acabar con la situación, y ese viaje queda perfectamente relatado gracias a Fernando Llor, del que ya nos hemos declarado fans en esta web gracias a su delicadeza y buen gusto a la hora de abordar temáticas sociales, con intrahistorias de un gran interés. No blanquea las palizas, los insultos ni lo que es malsonante porque trata a su público como adultos, que no necesitan metáforas libianas para ocultar el sufrimiento, pero también refleja la realidad y el lado bueno que muchas veces tarda en venir. E incluso, tal y como veremos, lo bueno tarda en cerrar cicatrices que duran años y que nos llevan a tomar decisiones equivocadas. A los lápices, Miguel Porto hace un trabajo más que adecuado porque no es nada fácil plasmar el contraste entre la oscuridad y la luz, todo ello a través de la mente de un niño, y lo logra.
En definitiva, lectura obligada para adultos, niños y adolescentes. Las intrahistorias de los grandes debates sociales y políticos son los que nos hacen ver la realidad, y por eso hay que conocerlas. La historia de Iñaki Zubizarreta puede ayudar a muchas personas. Podéis haceros con esta publicación gracias a un tomo de 152 páginas en la tienda de Panini.